El párroco de la Capilla San Martín de Porres -del barrio Anacleto Medina-, Germán Brusa, criticó que “la política no está dando soluciones de fondo, solamente brinda algunas cuestiones para paliar la situación del momento”. Dijo que los dirigentes políticos se acercan a los barrios pobres en época de campaña y que la gente de esos lugares dice que ‘hay que aprovechar la situación’, porque “si no lo hacen ahora, después los políticos desaparecen. Este es el único momento en el que llevan cosas al barrio y ofrecen ayuda. Ellos vienen buscando el voto y a su vez la gente sabe que este es el momento de pedir porque después no les van a dar nada y quedan olvidados”.
El sacerdote indicó que en la parroquia brindan la cena a 170 personas diariamente, aunque aclaró que en su mayoría eso es posible gracias a la solidaridad de los ciudadanos, ya que “con el aporte que hace Sidecreer, que es de 3 pesos por persona, no nos alcanza para mucho”.
En declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza), el cura dijo que “hay barrios que están muy golpeados socialmente. En la parroquia tenemos un comedor donde se entregan 170 viandas diarias y uno nota que cada vez hay más demanda. Esto se entrega a la noche porque la idea es que sea un complemento para los chicos, porque muchos almuerzan en la escuela al mediodía, pero a la noche no tienen qué comer. También damos la merienda”.
“Yo llegué el año pasado a esta zona y se entregaban 140 viandas, ahora ese número se incrementó a 170. Hay épocas en que la gente busca más alimento, como es en el invierno, porque no hay gas natural, entonces tienen que cocinar con garrafa o a leña y se les complica bastante. En cambio en verano es un poco más fácil. Nosotros tenemos un aporte de la tarjeta Sidecreer, que es de 3 pesos diarios por persona, con lo que se pueden comprar alimentos, pero no es suficiente. Así que recibimos mucha ayuda de gente solidaria”, manifestó.
Detalló además que “la gente que trabaja hoy en el comedor es la misma que hace un tiempo vino a buscar comida y ahora ellos se van turnando y hacen la comida para otros. Se ayudan entre pobres, esto es lo que aprendimos en la comunidad, a ayudarnos entre todos”.
“Uno percibe que la gente tiene muchos problemas, que no solo pasa por la situación alimentaria, sino porque sufren por otras cuestiones, como es el hecho de tener que ir a las 5 de la mañana a esperar al hospital para que lo atiendan. Son muchas las puertas que se le van cerrando y eso genera un gran malestar. Acá estamos tratando de hacer programas con Cáritas, para generar otro tipo de situaciones, porque vemos que para la gente no es agradable venir a buscar comida, se nota que se sienten humillados y que no les gusta la situación”.
Ante la consulta de si hablaron con autoridades del Ministerio de Desarrollo Social o de Salud, el cura indicó: “No hablamos directamente desde la capilla, pero lo que funciona en el barrio es una red de instituciones de participación y ellos han hecho algunos pedidos y demandas. Una por ejemplo tiene que ver con que por el tema de la inseguridad no estaban entrando los colectivos al barrio Anacleto Medina, entonces había mucha gente que tenía que ir a trabajar y no podía. Se hizo un pedido y ahora volvieron a entrar”.
Sobre la preocupación de los candidatos en los barrios, el sacerdote dijo: “La gente sabe que ellos vienen a buscar el voto y aprovechan a pedir cosas, pero acá no se generan soluciones de fondo. Hay cuestiones que se tienen que solucionar con educación y no con planes sociales o subsidios, que es verdad que ayudan, pero es solo una solución momentánea. Necesitamos políticas a largo plazo”.
En referencia a la situación del narcotráfico, Brusa sostuvo: “Hace poco hubo una denuncia de un incendio en una escuela y hubo un mal manejo de la situación, porque incluso a nosotros nos perjudicó, ya que daba la impresión como que nosotros estábamos peleando contra el narcotráfico. Se hizo una lectura muy sesgada de eso. Acá nosotros no peleamos contra el narcotráfico, porque no tenemos las herramientas para hacerlo, lo que intentamos es generar consciencia en los gurises para que no queden tan expuestos y puedan tener elementos para no entrar en este flagelo. El rol del cura es sin duda un referente espiritual, porque de algún modo le da otra mirada a la realidad, se intenta dar un mensaje esperanzador y es lo que intento hacer a diario. Pero hay otras cuestiones culturales que tienen que ver con las drogas y también con la violencia en sí, porque son muchos los hombres golpeadores y no siempre tiene que ver con un consumo de alcohol o drogas. Pareciera que esta situación está naturalizada, aunque es verdad que el consumo de alguna sustancia lleva esos límites más allá de lo pensado. También esto tiene que ver con una cuestión de educación y de cultura”.
