Francisco Garcilazo, secretario general adjunto electo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), aseguró que a partir de la asunción de la nueva comisión central del gremio el 6 de noviembre, habrá un cambio radical en la actitud del sindicato que centrará su actividad en la representación de los trabajadores y en el reclamo de la reivindicación de derechos, que asegura, fueron dejados de lado por la conducción que fue desplazada en las elecciones de septiembre.
Durante una entrevista con diario NOTICIAS, Garcilazo remarcó la pregunta “para qué está el sindicato” y destacó que el objetivo de la nueva conducción será la defensa de las condiciones laborales de los trabajadores y del poder adquisitivo del salario, por sobre otros temas en los que intervinieron últimamente los gremios, a su juicio, de manera errónea porque se perdió de vista el objetivo central de la representación gremial.
Dijo que producto de esa actitud los afiliados se han sentido defraudados y el gremio sufrió una desafiliación que estimó en 3000 empleados estatales sólo en Paraná. Por ello, consideró que uno de los desafíos más grandes que tendrá la conducción que encabezará desde el 6 de noviembre como secretario adjunto de Oscar Muntes elegidos por la lista ANUSATE, será recuperar la credibilidad del gremio y la confianza de los trabajadores.
Relató que es coordinador general de los municipales de ATE de Paraná, donde “hicimos un laburo a partir de que éramos 27 afiliados y hoy somos más de mil en la Municipalidad de Paraná”. Precisó que la comuna capitalina tiene unos 5600 empleados a los que sumados los contratados rondan los 6.300, de acuerdo a cifras oficiales, pero arriesgó que “hay más contratados pero lo vamos a saber con seguridad recién después del 6 de noviembre”.
Afirmó que “hay un debate que los gremios nos tenemos que dar hacia adentro, que hoy nos estamos haciendo localmente en Paraná incluso con los otros gremios, y es para qué estamos los gremios. Porque a la hora de tener posturas fuertes frente a la patronal (algunos dirigentes) han sido o tentados o quebrados”.
“Y esto es lo que venimos cuestionando desde la lista Verde –agregó- de para qué está el gremio: si para acompañar a la patronal y no discutir de nada o para acompañar a los trabajadores”. Dijo que esta discusión se dio en esta elección y el trabajador optó por un gremio más presente con los trabajadores.
Afirmó que “este impacto de haber dejado de mirar el trabajador y mirar a la patronal, de ser sólo un gremio administrativo, de no haber estado presente en la lucha, en Paraná fue donde más golpeó esta acción, dónde el trabajador se vio defraudado. Entonces hoy tenemos una ausencia y una desafiliación que supera fácil los tres mil afiliados sólo en Paraná”.
Advirtió que más allá de la “cuestión económica” del gremio que será motivo de una auditoría para ver en qué se gastaron los dineros, “ahora el dolor más profundo y el trabajo más fuerte que vamos a tener que hacer es recuperar la credibilidad del trabajador”.
Pero confió que es posible en función de la experiencia en la Municipalidad de Paraná donde “un gremio que no existía pudimos ponerlo en la mesa de la discusión como está hoy, que en tres años es una de las partes importantes en Paraná. Somos el segundo gremio en referencia en número de afiliados y el primer gremio organizado y con representación en todos los áreas en Paraná”. Contó que el otro sindicato, SUOYEM que tiene un poco más de afiliados, está intervenido “y no se sabe cuál es el destino de ese sindicato, entonces organizado, normalizado y en marcha ATE es el primer sindicato”.
Reseñó que la situación que se dio en ATE Paraná donde no hay seccional en el departamento y la Comisión Directiva Central gobierna Paraná tuvo un impacto muy fuerte en la visión de los trabajadores sobre el sindicato.
Pero advirtió que “si los municipales y muchas agrupaciones que hoy participan de la vida de ATE no hubiésemos conocido Anusate creo que no habrían participado, pero tanto los municipales como los provinciales viajábamos y estábamos en contacto con ATE nacional y sabíamos que había otra ATE”.
Dijo que “un ejemplo muy fuerte es ATE provincia de Buenos Aires donde el candidato con más posibilidades de ganar las elecciones tiene un paro y movilización en la actualidad. Esa es una ATE diferente a la que no le importa que hay una elección o que el gobernador tenga posibilidades de ser Presidente y esas cuestiones de la relación política”, remarcó que y destacó que “esto es para lo que queremos al gremio. Esa es la gran pregunta”.
Acerca de la defraudación a los trabajadores por parte del sindicato dijo que el peor caso se dio en el área de Salud “donde ha sido un golpe muy fuerte”. Precisó que “nosotros no estamos preocupados por cuánto asfalto se le tiró a la calle y si hay más o menos servicio cloacales o cuántos proyectos o promesas haga un candidato, nosotros no vamos a estar encima de eso, nosotros vamos a estar encima de qué pasa con los dineros del salario y con la infraestructura que tiene que tener el trabajador”, expresó y remarcó: “nosotros vamos a estar discutiendo centavo a centavo porque por ahí se confunde y hemos escuchado gremios o centrales discutiendo acerca de si se invierte el dinero en acueductos, nosotros estamos para discutir condiciones de trabajo de los trabajadores, porque si mañana está trabajando en malas condiciones puede accidentarse o perder la vida”, argumentó.
Abundó que “estamos discutiendo el salario, la jubilación, los aportes. Estamos discutiendo la evasión previsional que hay, que significa menos jubilaciones. ATE es un gremio que está para hacer acciones gremiales”.
Respecto de la prestación de servicios adicionales o financieros que comenzaron a efectuar algunos gremios, aseguró que “de todos los fondos que se recaudan, una parte se destina a pagar los sueldos de los empleados del sindicato y a sostener la estructura administrativa del gremio. Todo lo que sobra se invierte en servicios como tener una casa en Paraná donde quedarte a dormir cuando tenés que ir a hacer un trámite o tener un jardín de infantes en cada lugar o una colonia de vacaciones. Eso es parte de nuestra administración”, remarcó pero advirtió que “no se necesita ir a pedirle a un gobernante o estar atado a una circunstancia política”. Muy distinto es, afirmó “hacer una gestión con el Instituto de la Vivienda y se reclame lo que dice la ley que tiene que haber un reparto equitativo de viviendas, eso es ir a pelear por los derechos”.
“Pero eso no implica –manifestó- ser una sociedad de ida y vuelta como se hizo, y por eso no lucho y entrego al gremio. Esa fue la equivocación que cometió esta gente (por la actual conducción) y nosotros lo remarcamos y el trabajador eligió un cambio”.
Dijo que “lo primordial y que no hay que perder de vista es que ATE es un sindicato que tiene que defender a los trabajadores, pero no somos prestadores de servicios y prestadores de créditos”.
Lamentó que “no solamente que se han dejado avasallar derechos recontra consagrados, sino que no se han peleado por los nuevos derechos, porque hoy la dinámica de la tecnología y la materia legal laboral cambió en el mundo e impactó en la economía. Todo esto en otros sindicatos se discute y a nivel nacional y en Buenos Aires se discute”, reseñó.
Ante la advertencia de que una postura diferente implicará otro nivel de confrontación, Garcilazo respondió que “a nosotros nos han puesto la chapa de que somos confrontativos o que somos el ala dura del sindicato. Pero la realidad es que se han perdido de vista los roles por ejemplo de oficialismo y oposición, entonces cuando un gremio sale a cuestionar alguna política que tiene que ver con los trabajadores le salen a poner el mote de opositor, cuando hacemos pelea gremial nada más” remarcó, y cuestionó que “esto de considerarnos un gremio opositor es una lectura muy playa, muy superficial”.
Anticipó que la nueva impronta del sindicato “seguro que va a implicar ganar la calle, como tres o cuatro gestiones atrás cuando nuestras movilizaciones eran de 3000 personas”.
Comentó que “hemos hablado con otras organizaciones como el caso de la Rojo y Negro (de Agmer) y lo primero que dijimos después de ganar las elecciones fue que ahora no van a estar más solos, nosotros vamos a poner nuestra estructura gremial para que el trabajador gane la calle y reclame por sus derechos”.
Aseguró que el trabajador no está adormecido y “está pidiendo libertad sindical”. “Yo creo –agregó- que el poder político hoy es un sector de una gran concentración de poder y cuando te pasás de esa gran concentración se generan vicios y hoy el trabajador se siente como invadido, siente el vaciamiento”, de las organizaciones gremiales.
Contó que “en Paraná se esperaba mucha menos participación, nada más que del 20 por ciento y pudimos, más allá de la estrategia de que no participen los trabajadores, hacer participar a casi el 50”. Dijo que “igualmente tendría que haber sido más para lograr el efecto que se quería lograr en todos los sectores, pero igual alcanzó para ganar”.
Aseguró que con esta elección y este cambio de rumbo, “la estrategia de gremios chicos, de gremios fáciles de administrar y entre comillas fáciles de comerciar fue lo que se rompió y por eso hoy hay trabajadores que plantean que discutamos todo. Yo veo que hay trabajadores despiertos y atentos”.
Insistió en que “no somos el ala dura ni confrontativa, vamos a discutir lo que no se está discutiendo hace rato, vamos a discutir lo que se venía discutiendo en seccionales opositoras y lo que se venía discutiendo en Paraná. Para nosotros las fechas políticas son circunstanciales, nuestros tiempos son otros. Lo que nosotros venimos con este equipo peleando hasta el 9 de diciembre, el 11 o el 12 nos vamos a sentar con la nueva gestión a seguir discutiendo, porque no va a venir el salvador que diga ‘le voy a dar al trabajador todo lo que se merece’, el que venga va a seguir el mismo modelo o en el mejor de los casos disfrazarlo”, vaticinó.
Dijo que “mirando la historia de lo que ha pasado desde el retorno de la Democracia hasta ahora los modelos no han variado mucho”.
Recordó que ATE tiene 90 años y Anusate tiene 30 años, un poco menos de los años del retorno de la democracia “y hemos visto en todos estos años que los modelos no han beneficiado al trabajador. Pese a las grandes transformaciones no se aprecia que al trabajador se lo siga reivindicando y beneficiando o sigan recuperando derechos. A 30 años de democracia hablar de trabajadores estatales precarizados y hacer 40 kilómetros y ver jornaleros, es una verdadera vergüenza. Desde el Estado se debería dar el ejemplo y estamos viendo que hay compañeros precarizados”, denunció.
Consideró que “esto implica un manejo discrecional del parte de los intendentes, que nosotros vamos a discutir intendencia por intendencia”.
Dijo que “en este camino nos hemos encontrado con Maxi Torres (del sindicato de trabajadores municipales de Concordia) y lo hemos charlado muchas veces. Uno se encuentra un municipio acá en Concordia donde vemos que se han peleado reivindicaciones, más allá de sus formas y sus tiempos y luchas que son comunes, nosotros creemos que el adversario no es otro gremio, nosotros creemos que el adversario es la patronal que ha adquirido un poder enorme que no mira al trabajador”.
Reclamó que “así como se preocupan en comprar una máquina vial o un equipamiento, la misma preocupación tiene que estar por la persona que maneja esa máquina”.
ATE CONCORDIA
Respecto de la situación de ATE Concordia, dijo que “la venimos charlando con trabajadores en distintos lugares que nos habían contado durante la campaña que a las 12 del mediodía cerraban, que se encontraban con una seccional que no tenía una respuesta gremial sino una respuesta más de asistencia Y eso es lo que nosotros de fondo queremos cambiar, nosotros creemos que el gremio tiene que estar para defender al trabajador y no para comprometerse en una asistencia o comprometer al salario”.
Agregó que “nosotros vamos a trabajar para que el compañero no tenga que endeudarse y andar sacando créditos. Vamos a luchar porque tenga un salario acorde a la canasta y con eso puedo vivir dignamente”.
Confió en que “después del 6 noviembre todas las seccionales van a estar a la altura de las circunstancias” y afirmó que “tiene que quedar claro que terminó un proceso, que estos compañeros tienen que saber que tienen que volver a su lugar de trabajo y volver a participar dentro de 4 años en un debate sano”.
Aseguró que “nosotros hemos dejado claro que dentro de cuatro años nos vamos y esto parece de otro planeta. Si las instituciones estamos a esta altura, podemos ser el ejemplo que puede impactar en otros ámbitos, porque lo que importa es el proyecto, no la personas y el proyecto es recuperar el sindicato”.
