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Busti: «Resentimiento es el de Urribarri porque todos los sueños entrerrianos que encaro se transformaron en pesadillas».

«Sergio Urribarri afirma que hablo desde el resentimiento. Quiero decirle que, gracias a Dios, no conozco ese sentimiento: ni siquiera lo experimenté hacia quienes fueron los responsables de mi secuestro y detención durante la última dictadura militar. Urribarri debería comprender que solamente expreso mis posiciones desde la tristeza y la profunda preocupación que me causa observar cómo se destrozó el equilibrio fiscal y se endeudó peligrosamente a la provincia durante sus dos gestiones», expresó el ex gobernador Jorge Busti al responder al actual mandatario provincial.

En ese sentido, Busti continuó diciendo «Esta provincia que la recuperamos y saneamos con muchísima dedicación y esfuerzo; la misma provincia que le entregué sin déficit ni deuda flotante, pagando salarios en tiempo y forma y con las cuentas en orden, cuando en 2007 él hablaba de ´la continuidad positiva´, luego de haber sido Ministro de Gobierno durante mi última gobernación».

«Tengo el orgullo, de jamás haber firmado un Pacto Fiscal, como sí lo hicieron otros. Como Presidente de la Convención Constituyente de 2008, bregué para incorporar en el artículo 8°, que ningún gobernador podrá firmar a futuro un Pacto Fiscal que vaya en detrimento de los recursos de Entre Ríos. El federalismo no sólo es un principio básico del derecho constitucional, sino que siempre ha sido, para los entrerrianos, una bandera de autoafirmación de nuestra condición de provincia».

En otro tramo de sus declaraciones Busti consideró «Tal vez el que se exprese desde el resentimiento y la bronca sea él. Bronca porque todos los ´sueños entrerrianos´ que encaró se transformaron en pesadillas: bronca porque quiso ser Jefe de Gabinete y no lo eligieron; bronca porque dilapidó fortunas en una campaña presidencial que naufragó en el grotesco; bronca porque no le otorgaron el ´premio consuelo´ de la vicepresidencia; bronca porque las urnas tampoco le permitieron exiliarse en la promesa del Ministerio del Interior».

«Mantengo una coherencia en mis opiniones, afirmó el ex gobernador, pues vengo denunciando la calamitosa situación financiera de Entre Ríos desde hace mucho tiempo. Lo hago desde que promediara su primera gobernación, a veces en soledad, advertiendo el déficit y el despilfarro creciente. En aquel entonces, Urribarri se transformó en un aplaudidor converso de un modelo que fue perdiendo progresivamente los pilares en que se sustentó con éxito desde 2003 a 2007: superávits gemelos, tipo de cambio estable y competitivo, baja inflación y equilibrio fiscal. A medida que el kirchnerismo se radicalizó y comenzó a provocar peligrosas divisiones en el pueblo argentino, Urribarri dejó de ser un gobernador digno y fue mutando en un mero delegado obsecuente del poder central».

Recordó además que «Un viejo dirigente peronista me prodigó una enseñanza que jamás olvido: el día más importante en la vida de un gobernador no es el de la asunción ni el de las pompas, sino el día en que se traspasa el mando y se vuelve al llano. En las tres oportunidades en que me tocó abandonar la Casa Gris, sin cláusula de reelección, lo pude hacer por la puerta de adelante; y al día de hoy, con 68 años, camino por cualquier lugar de la provincia como un ciudadano más, mirando de frente y a los ojos a cada entrerriano, a cada entrerriana».

Por último, aseguró que «Uno de los mayores logros que dejará la gestión de Urribarri para la posteridad es el haber convertido a Entre Ríos en una de las jurisdicciones con la más alta presión impositiva del país y, por contraste, la prestación de servicios más deficientes. Esto quiere decir que nunca en la historia se recaudó tanto como en esta época y, sin embargo, los saldos negativos en las cuentas públicas no han parado de acrecentarse, año tras año, puntualizó Busti para concluir.

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