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Interpol Francia tambien habia denunciado a un pedofilo de Parana

La investigación que impulsa la jueza de Transición N° 2 de Paraná, Paola Firpo, y la fiscal Laura Cattáneo, por los abusos sexuales a niños que eran filmados y publicados como material pornográfico en internet, descubrió un infierno que nadie sabe a ciencia cierta dónde y cuándo terminará. A la imputación contra Gustavo Ramón Eduardo Couturier, de 36 años, por las violaciones que él mismo registró y se observaron en elementos informáticos secuestrados en su casa, se le sumará esta semana otra causa que estaba archivada, por una denuncia de Interpol Francia, que advirtió sobre la circulación de estas imágenes.

Según se informó en Tribunales, el 28 de mayo de 2010 la Organización Internacional de Policía Criminal con sede en París había informado a sus pares de Buenos Aires sobre la circulación de imágenes pornográficas con la presencia de menores de edad entre usuarios de distintos lugares del mundo, principalmente por parte de un internauta argentino. En la Capital ubicaron el origen del material en Paraná, y por eso se envió la información a la Justicia local. El exjuzgado de Instrucción N° 7, entonces a cargo del juez Elbio Garzón, abrió la causa caratulada NN sobre Publicación y reproducción de material pornográfico. Se supo que las cuentas desde las cuales se divulgaban estas imágenes se abrían desde un cyber de un barrio de la zona oeste de Paraná. Este domicilio, donde el negocio ya no existe más, fue allanado y se secuestraron 12 computadoras que anteriormente funcionaban en el local.

Se ofició a la Dirección de Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos peritar todo el material informático. En el informe del análisis de las computadoras se detalló que había una cuenta donde un usuario registrado con el nick seudónimo “Gozilla07”. El sujeto participaba de foros en los que convergían muchos perversos de varias partes del mundo, así como de provincias y localidades cercanas a Paraná. Las conversaciones entre los usuarios en el chat resultan repugnantes, alusivas siempre al intercambio del material pornográfico con niños y niñas.

Tiempo después, Garzón dictó el archivo de la causa, argumentando la imposibilidad de identificar al usuario de la cuenta y cliente del cyber.

Ahora, cuando se destapó el caso con el allanamiento a la vivienda de Couturier a principios de noviembre y la imputación que le formuló la jueza Firpo el 9 de ese mes, los investigadores que participaron de las pericias recordaron aquella causa y no tardaron en relacionarlas: son imágenes traumáticas que difícilmente alguien pueda sacarse de la cabeza. Se trataba del mismo internauta identificado como Gozilla07, situado en el mismo barrio.

Esto fue informado a la magistrada quien solicitó el expediente que estaba archivado en el actual juzgado de Transición N° 4. De inmediato, Firpo decretó el desarchivo y citó para el miércoles 9 de diciembre a Couturier para una nueva declaración indagatoria, en la cual le ampliará la imputación por nuevos delitos contra la integridad sexual de niños. Pasaron más de cinco años desde aquella denuncia desde Francia.

 

Esperan informes claves

 

La primera causa que se inició a partir de la advertencia de Facebook en Estados Unidos por la circulación del material pornográfico, continúa avanzando con medidas de prueba. Ahora se espera el resultado de una pericia que se solicitó a una traductora para que se puedan leer en castellano los mensajes entre los distintos usuarios.

El organismo de seguridad de la red social en Washington envió las imágenes al Ministerio Público Fiscal de la Nación de forma encriptada, porque no es seguro hacerlo abiertamente a través de internet. Por eso, todavía se espera el pedido de desencriptación de la información, de la cual surgirán nuevos elementos para la causa y que se sumarán a lo que hay, que ya es muchísimo: cientos de videos en los que se observa a Couturier abusando sexualmente de menores de edad. , consignó Uno.

 

La tarea más difícil: ubicar a las víctimas

 

Hasta ahora la causa por pedofilia tiene a nueve víctimas individualizadas, todas menores a 13 años de edad. La jueza Paola Firpo y la fiscal Laura Cattáneo tenían solo las imágenes, y para ubicarlas partieron del entorno del imputado Gustavo Couturier, el barrio Mosconi y sus amigos. Había que citar a vecinos a quienes les exhibían extractos de las imágenes en las que debían identificar a sus hijos o los de conocidos. Para afrontar esta situación traumática, Firpo solicitó la colaboración de psicólogos del Cuerpo Médico Forense para brindar contención a los testigos que fueron citados a declarar. Así se logró dar con los nueve niños y niñas, y no se descarta que puedan surgir más, aunque muchas podrían no ser de Paraná, ya que incluso hay fotos modificadas.

 

Acerca de los lugares donde se cometieron las violaciones, según se observó en los videos secuestrados, hay dos que ya pudieron ser identificados: uno en la casa del acusado, y otro en el barrio Belgrano. En ambos se realizaron pericias y tomaron fotografías para cotejar con las escenas de las grabaciones.

 

Datos

 

* La primera imputación a Gustavo Couturier, el 9 de noviembre, fue por el delito de ‘Corrupción de menores de 13 años de edad’, que tiene una pena de hasta 15 años de prisión.

 

* La ampliación de la imputación que se realizará en la indagatoria del 9 de diciembre, será por el delito de ‘Publicación y distribución de material con representación de menores dedicado a actividades sexuales explícitas’, que conlleva una pena máxima de cuatro años de cárcel.

 

Detalles

 

* La jueza Paola Firpo ordenó el desarchivo del expediente que se había iniciado en 2010, ante la denuncia de Interpol París a sus pares de Buenos Aires, y le imputará esta causa a Couturier el miércoles 9.

 

* 9 son las víctimas que hasta ahora pudieron ser identificadas, a partir de las testimoniales de familiares o allegados que observaron recortes de las imágenes de las violaciones.

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