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Al menos 60 familias de Parana fueron afectadas por inundaciones y desborde de arroyos por la tormenta

paranaLa tormenta que sucedió el domingo por la noche fue causal de un lunes lleno de drama para al menos 60 familias de distintas partes de la capital entrerriana. La cantidad de agua en poco tiempo hizo que se desborden los arroyos que atraviesan Paraná y provocó serias pérdidas en las familias damnificadas.

 

Si bien el trabajo de la Dirección de Protección Civil del Municipio acudió a la totalidad de las zonas afectadas, el trabajo de los municipales y funcionarios no logró paliar la situación. La preocupación por el entubado de los arroyos y las problemáticas que trae esta política es uno de los puntos claves para temer nuevas inundaciones ante la caída de precipitaciones.

A las zonas costeras, habitualmente afectadas, se le sumó el barrio ubicado en la intersección de Churruarín y Blas Parera, donde el mal entubamiento del arroyo provocó pérdidas irreparables en vecinos de la zona del hipermercado Changomás.

Luego de una jornada de calor agobiante, se desató en la madrugada de ayer una tormenta que trajo consecuencias desagradables para aproximadamente 60 familias de Paraná, según consignó El Diario.

La mayoría de los afectados habitan zonas bajas o lindantes a los arroyos. Los llamados al 147 (Centro de Atención al Vecino) y a la Dirección de Protección Civil del Municipio comenzaron alrededor de las 2, cuando el temporal arreciaba, y no se detuvieron hasta entrada la mañana.

Una de las consecuencias de la abundante lluvia fue el desborde de algunos de los arroyos que caracterizan la geografía de la ciudad. Entre otras causas este fenómeno se explica por el alto nivel del río que dificultó el desagüe de los cursos menores.

Además, la caída de ramas y la acumulación de basura también colaboraron para que el agua perdiera su curso hacia terrenos poblados. Algunas de las obras de entubamiento tampoco cumplieron su cometido y la corriente se extendió por la superficie urbana.

Desde la Comuna informaron que una de las zonas más afectadas por esta situación fue la ubicada al final de calle Rancillac (a la altura de Jorge Newbery) donde el arroyo Colorado anegó varias viviendas.

La Santiagueña (donde se lleva adelante una obra de canalización entre Victoria y Nogoyá) también se salió de su curso habitual. A su vez, el Antoñico engordó su caudal, especialmente a la altura de la calle Profesor Carminio Castagno donde ingresó a algunos hogares.

El responsable del Centro Integrador de Servicios Ciudadanos, Roberto Sabbioni, también hizo hincapié en la situación vivida en los barrios Bajada Grande y Arenales donde debieron activarse bombas para desagotar mecánicamente las lagunas que sobrepasaron su cota regular. Otro barrio que sufrió el agua fue La Milagrosa.

Por su parte, la secretaria de Desarrollo Social de la Comuna, Candela Carminio, dijo que desde el Estado local se prepararon alrededor de 80 módulos con colchones, ropa, zapatillas y otros elementos de primera necesidad para asistir a las familias perjudicadas, algunas de las cuales perdieron casi todo ya que el agua ascendió hasta los dos metros de altura. Incluso, hubo voladuras de techos producto de las ráfagas de viento.

Además de las zonas mencionadas, Carminio agregó que se registraron inconvenientes en los barrios San Jorge, Gazzano, Puerto Viejo, Toma Nueva, Humito y Capibá y en la intersección de Zanni y Larralde.

La funcionaria señaló que otra de las contrariedades fue la saturación de los desagües y las cloacas. Así fue que varias tapas de las bocas de tormenta fueron expulsadas de sus lugares por la fuerza del torrente.

En este sentido, uno de los puntos críticos fue en la esquina de Laurencena y Güemes, donde el agua llegó casi a la altura de los techos de los autos. Personal de Seguridad Vial estuvo dedicado a despejar los conductos.

A su vez, la lluvia afectó algunas obras de asfaltado que se llevan adelante por estos días en la ciudad.

Cuadrillas de Parques y Paseos del Municipio se abocaron a cortar las ramas caídas y despejar los socavones por donde transita el líquido elemento.

A su vez, algunos gajos afectaron el cableado por lo que personal de Alumbrado Público debió tomar intervención en las tareas de urgencia. Una de las zonas que quedó sin alimentación fue la zona del Acceso Norte.

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