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Aumentarian frutas y verduras por el impacto de las lluvias

verdurasLas precipitaciones dejan a la producción frutihortícola en situación crítica. Cosechas arruinadas y una declaración de emergencia que se demora.

 

«Tengo 49 años, desde los 12 que trabajo en la quinta, y nunca vi algo igual», dice con angustia Mario Bevilacqua, presidente de la Asociación de Horticultores de Entre Ríos, en diálogo con El Diario.

No quedó nada, son las palabras que usa Mario para describir la situación que se vive en el cordón hortícola de la ciudad, tras 25 días de inclemencias, granizo, lluvia.

«El día 23 de febrero nos reunimos con el ministro de la Producción, Carlos Schepens. Luego de esa reunión empezaríamos a cultivar en la escala acostumbrada, que es una escala medianamente aceptable. Pero hoy no está quedando nada», afirma Bevilacqua.

En este «no está quedando nada» se incluye la espinaca que según él está podrida, el tomate está afectado, el pimiento no se pudo recuperar, la lechuga, la achicoria y el repollo. «El repollo parece una baba que se disuelve en el piso. Las calabacitas coreanas están hechas unos panes en el piso, hay una hectárea y media, que son unos 40 o 50 mil kilos y no sirve nada», dice con tristeza.

«Hay una o dos hectáreas de acelga que tienen hongos, al igual que la espinaca y la lechuga», describe.

EL PEDIDO

En esa reunión mencionada pedían al ministro créditos blandos y una ayuda urgente para paliar la situación.

Tuvieron la confirmación de que se gestionarían esos créditos, pero su gestión depende de la declaración de emergencia hortícola en la provincia. «El jueves de la semana pasada la firmaba el ministro de Economía, Carlos Ballay y el viernes 8 la firmaba el gobernador y de ahí iba al Consejo Federal de Inversiones (CFI). Los créditos son de cien mil pesos, con tasa cero, por cuatro años, con un año de gracia. Los créditos demoran un mes y medio o dos», explica.

En cuanto al destino y utilidad que pueden brindar esos créditos, Bevilacqua dice: «Los créditos nos permite pagar la semilla que estamos debiendo, volver a tener crédito con nuestros acreedores».

«Sé que el gobierno está ocupado con tantas inundaciones –aclara Bevilacqua-, pero estamos desde febrero con esta situación. Pedimos que nos subsanen algo. No puede ser que paguemos impuestos como patronales sojeras y somos productores hortícolas».

Para poder optar por la exención de impuestos se necesita la declaración de emergencia.

«Atrás mío tengo un montón de gente. Estamos anotando productores del interior, para que se acerquen y se haga un poco más fuerte la Asociación. Tenemos respuesta pero no con la rapidez que necesitamos», comenta.

En cuanto a la situación crítica que atraviesa la provincia en cuanto a las inclemencias meteorológicas, afirma que no tiene información de que haya alguna parte de la provincia que zafe de esta situación, «me llegan noticias de puras inundaciones».

«Han pasado cosas graves, como tornados, granizo, pero ahora vamos diez días de lluvias continuas. La emergencia hortícola la tienen que agregar a las otras emergencias: a la hídrica y a la apícola», agrega.

ALGUNOS EJEMPLOS

La lechuga de la zona, el cajón de 6 o 7 kilos, cuesta 150 pesos. La espinaca y la acelga bajaron los precios. La espinaca llegó a 35 pesos y ahora está a 18 o 20. El tomate, la calabaza, y la papa, están más o menos en precio. La fruta está empezando a escasear, por ejemplo, la ciruela, el durazno. Ahora hay en el mercado pera y uva. Empezó a llegar una nueva producción de naranja de Entre Ríos. La naranja llegó hasta los 35 pesos, y esta nueva tanda se consigue a 25. Faltó un poco de zapallito, porque había oferta previa y allí no hubo muchos cambios. El cajón de tomates redondos se ubicó en 250 pesos, y «hasta ahora lo que viene de afuera no tuvo muchos cambios. La papa tucumana no tuvo mucho aumento, y se ubicó en los 95 pesos la bolsa. Si no tenés una cámara no podés acumular y adelantarse a los aumentos», Fabián, un comprador cotidiano para su verdulería de Mariano Moreno.

EN LA VERDULERÍA

Las contingencias climáticas que vienen afectando de manera continua a los cordones productivos de la provincia provocan que se incrementen los precios de las verduras.

«La lluvia como ésta no rompe la verdura. Lo que pasa es que se complica para sacarla. Es probable que la semana que viene tengan impacto en los precios», dice Dan de una verdulería céntrica.

Las verduras de hoja, según él, por estos días han bajado, la espinaca, la lechuga, la acelga. Bajó porque hay mucha oferta, de productos que vienen de La Plata o Mendoza, lo cual también significa un impacto en los precios, por el traslado. Los verduleros, los que a diario tienen contacto con su clientela, manifiestan que tratan de no subir tanto los precios, porque además corren el riesgo de que la verdura no se venda. El comerciante narró que ya los camiones que debían regresar de San Juan y Mendoza con productos frescos llegaron vacíos, «lo que muestra que será como dicen en el Mercado, y que se vienen aumentos grandes».

Estela, una verdulera del este de ciudad comparte con Dan el criterio acerca de la lluvia, pero apunta que había stock para cubrir estos días, pero no lo habrá para los próximos, por lo que se espera un aumento importante para los próximos días. En el cordón hortícola de Santa Fe –de donde Paraná importa gran cantidad de vegetales- se habla de «desolación y pérdida total» por la situación hídrica. Allí los productores nucleados en la cámara arriesgan una cifra de aumento para los próximos días: 30 %.

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