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¿Y SI EL PROBLEMA NO ESTA EN LA POLITICA NI EN LA ECONOMIA?

Lic. Emilio Soto

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Parece que en Argentina algunos no conocen, no conciben, o no les interesa, hacer política de otra forma que no sea  destruyendo al otro, hasta que venga alguien que destruya al que acaba de llegar y así sucesivamente-

Una de las pocas cosas en común que tienen los políticos en nuestro país    es la justificación de sus acciones y el objetivo final de sus discursos: todos dicen interesarse por el bienestar de la gente. Y periódicamente someten a los argentinos a opciones pendulares para estar volviendo siempre al mismo lugar.

Es evidente que hay problemas económicos inmediatos que condicionan cualquier proyecto de inversión productiva, industrial o de cualquier otra índole. Analistas de la situación económica dicen lo que produce: “La falta de resultados en la economía real: el impacto directo en el bolsillo que sufren la mayoría de los argentinos por causa de la recesión prolongada desde hace cuatro años y por algunas decisiones del Gobierno que han agravado esos efectos”.

Sin embargo a lo mejor habría que comenzar a pensar que los problemas que produce la economía y  la política no están esos ámbitos, sino más bien que son consecuencias de otras acciones y actitudes.

Si Argentina quiere ser otra cosa, es decir una Nación seria, pujante, floreciente y justa con todos sus habitantes, primero debería recuperar el valor de la palabra, la honestidad y la convicción en todos los ámbitos institucionales de la política, los gremios, sectores empresarios y la justicia, porque se ha construido  un sistema que se retroalimenta. Por ese camino hemos llegado, por ejemplo, como señala Roa, a que tenemos  “jueces que aceptaron cosas que ningún gobierno debería pedirles a los jueces y que ningún juez debería aceptar”.

El problema de la Argentina antes que político o económico es moral. Deberíamos probar qué pasaría si  dejáramos  las agachadas, las zancadillas, la memoria o desmemoria por conveniencia o ideología egoísta o fanática de lado, o el presentarse como defensor de los intereses de los ciudadanos realizando propuestas que habiendo tenido oportunidad de hacerlas y ejecutarlas en un pasado reciente no se hicieron. La lista podría continuar como también se podrían sumar a otros actores, como los gremios, los medios y por supuesto la ciudadanía. Una autocrítica generalizada y sincera no vendría mal.

Las conductas motivadas solamente por la construcción de poder en base a golpes de pragmatismo entierra las ideas,  los valores y  la construcción de consensos a la vez que va generando una sociedad en la que gobernantes y gobernados son espejos de sus propias decadencia moral.

Algunos casos recientes pero no únicos:

El electorado de Massa mayoritariamente rechaza al kirschnerismo. Margarita Stolbizer  tiene un electorado 100 por ciento antikirschnerista. Con el tema Impuesto a las Ganancias, tanto Massa como Stolbizer acaban de sacarse una foto en diputados con Maximo Kirschner y Axel Kicilof. Les dieron  a estos últimos el escenario y micrófono que solos no pueden reconquistar. Masa lo hizo posible. El mismo Sergio Masa que formó parte del gobierno kirschnerista y que fue  crítico de ese  Kirchnerismo a partir de lo cual construyó su espacio de poder.

¿Cómo explica Massa esta alianza a sus seguidores y al resto de la sociedad?

¿Qué cálculo político hizo Stolbizer?.

¿Dónde está el límite?

¿Cuándo los argentinos se encontrarán con políticos que caminen derecho y sin amagues por derecha o izquierda para luego salir por el lado contrario?

Dicen algunos analistas que esto no será gratis para Massa, a quien en el ámbito de los políticos profesionales no lo tienen como una persona confiable.

La pregunta sería también, ¿qué polítco profesional es claramente confiable, transparente, coherente?

Argentina se debate entre el corto plazo y la posibilidad de construir un país distinto. Dicen que apareció una generación nueva de políticos. Se lo señala a Massa como uno de ellos. Pero  lo que estamos viendo es que en parte hay una generación nueva  aún con metodologías viejas.

Estos políticos hasta ahora no han sido capaces de construir acordando una agenda temática común que sea beneficiosa para todos los argentinos, para el país, para la nación y no solo para sus intereses. Una agenda de temas importantes a resolver en conjunto y que no sean pieza de cambio para el ejercicio especulativo de construcción de poder a partir del corto plazo.

No hay un solo tema en el que la dirigencia política argentina tenga una cuestión en común. Nada.

 

CARLOTO

El analista Carlos Pagni en La Nación dijo que “Estela de Carlotto se indignó porque el Gobierno, con un criterio turístico, declarará al feriado del 24 de marzo, aniversario del último golpe militar, como un feriado móvil. Carlotto tiene razón: ese asueto debe servir a la reflexión, no ser un día de paseo.

La líder de las Abuelas de Plaza de Mayo cree que, con este cambio, Macri pretende desalentar las marchas contra la dictadura. Se equivoca. La que convirtió al 24 de marzo en un «día de paseo» fue su amiga, Cristina Kirchner. En 2010, emitió un DNU para impedir la aprobación de un proyecto de ley de la diputada Vilma Ibarra que prohibía que esa conmemoración fuera utilizada como feriado puente. En 2011, la legisladora insistió con otra iniciativa, pero el kirchnerismo no la acompañó. Los organismos de derechos humanos se molestaron, pero en silencio.

Es llamativo que Carlotto, que hace de la memoria una política, haya olvidado la defección de Cristina. Salvo que mida a Macri con un estándar distinto. Cuesta pensar que alguien consagrado a los derechos humanos ejercite esa doble moral.”

Una vez más el tema del valor de la palabra, la honestidad, las agachadas

Parece que los Argentinos tenemos problemas para identificar y jerarquizar los problemas

Un operario de 21 años recibió una descarga eléctrica. No parece que esto se arregle con un paro. Sin embargo eso es lo que hacemos. En vez de identificar un responsable le embromamos la vida a la gente con un paro. Está bien que esto ocurrió en Buenos Aires, no nos afecta directamente: Pero es Argentina.

La casa rosada, Macri, los ministros, sus políticas podrán tener miles de errores, incluso puede que no sea del agrado de algunos, muchos o pocos ciudadanos, pero hay cuestiones que están en la cultura de los argentinos.

Argentina es el país en que naturalizamos que algunos que  reclaman  en democracia se manifiestan con palos y las caras cubiertas. En el que no pocos docentes gritan en las marchas por la escuela pública y mandan a sus hijos a las escuelas privadas.  Y no lo digo como una crítica a la escuela pública o a la privada porque creo que las dos son necesarias, lo digo por la hipocresía, la cual no parece ser un problema de índole económico.

Por alguna razón los Argentinos parece que irremediablemente tenemos movimientos pendulares que siempre nos colocan en el lugar que ya estuvimos.

¿Una vez más se repetirá la película?

 

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