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Los gestos de Frigerio que desacomodan a Cambiemos en Entre Rios

rogelio-frigerio(Por Osvaldo Bodean, publicado por www.elentrerios.com) Su vínculo con Bordet y una supuesta preferencia por Concordia a la hora de aterrizar en la provincia, son apenas dos actitudes del ministro del interior que molestan a correligionarios y referentes Pro.

¿Es peronista Rogelio Frigerio? ¿O es de Cambiemos? ¿O en su persona reúne a ambas fuerzas políticas?

¿Juega en favor de los referentes del radicalismo y del PRO que en Entre Ríos intentan gestar una alternativa política al gobierno provincial o, muy por el contrario, ha construido una alianza estratégica con Gustavo Bordet? ¿O acaso ambas cosas simultáneamente, logrando que confluyan en una misma dirección dos movidas que en apariencias se contraponen y hasta se excluyen?

«Estamos cansados de que nos ninguneen. Viene a Entre Ríos, se abraza con Bordet y Cresto y la dirigencia de Cambiemos se entera por los diarios y tiene que pedir por favor para estar presente», deslizó un dirigente radical que, obviamente, pidió reserva de su nombre.

Las críticas son todas por el estilo, atravesadas por la desconfianza y siempre en voz baja, apelando al off the record. Es que casi nadie se atreve a confrontar con uno de los hombres que hoy por hoy concentra más poder en la provincia y en el país.

Mientras tanto, Rogelio Frigerio mueve sus piezas en la gran política y parece ajeno a estas críticas que, seguramente, llegarán, atenuadas, a los oídos de sus colaboradores primero y a los suyos después.

El ministro una y otra vez ha admitido que para él resulta crucial acercar a dirigentes del peronismo a la coalición gobernante. Lo fundamenta apelando a la unidad de lo diverso y al diálogo como la principal herramienta para gestionar.

Su padre estaría trabajando en lo mismo. «Una colectora PJ, el plan de Frigerio padre para ayudar a Macri», titulaba en enero de 2017 un diario porteño, aludiendo a lo que sería una táctica ideada para la estratégica Provincia de Buenos Aires, pero que -se sospecha- bien podría replicarse en otros distritos.

«Nadie duda de su habilidad política. Lo respetamos muchísimo. Que dialogue nos parece muy bien, pero no puede ser que prácticamente le dé la espalda a ciudades como Chajarí, donde gobierna Cambiemos, por dar un ejemplo».

Palabras más, palabras menos, ese es uno de los razonamientos que fluyen subterráneamente en los encuentros de dirigentes afines al gobierno nacional. Es un planteo que cobrará aún más vigor tras la visita a Concordia, la «capital del peronismo», que el ministro del interior se apresta a realizar este viernes.

Tal vez el malestar nazca de una mezcla de desconfianza con incomprensión. Dicho de otro modo, nadie alcanza a captar con precisión cuál es la jugada de Frigerio en el tablero de ajedrez de la política entrerriana.

Algunos militantes lo comparan con aquella imagen de Perón en Puerta de Hierro, palmeando la espalda a bandos ideológicamente enfrentados, que más tarde o más temprano terminarían por chocar indefectiblemente.

Pero no todos ven esa semejanza con el fundador del Justicialismo con ojos críticos. Algunos dirigentes más jóvenes del radicalismo y del Pro creen entrever que Frigerio hace lo que hace porque parte de una premisa: «Es impensable ganar en Entre Ríos sin tener al menos a sectores del PJ como aliados. La UCR y el Pro no alcanzan».

Tampoco resulta fácil de digerir, en especial para algunos militantes Pro, que Frigerio, siendo un jugador de las grandes ligas de la política argentina, no consiga poner orden en el partido en Entre Ríos y elija como referentes a personajes cuya única cualidad visible pereciera ser su fidelidad a él.

Tal vez Frigerio sea hoy por hoy el dirigente que mejor capta los desafíos que impuso el resultado electoral del 2015, con un poder repartido, un gobierno nacional que no tiene mayorías propias en el Congreso y gobiernos provinciales que dependen tanto de la gobernabilidad como el mismísimo Macri.

Y ese es el juego al que juega el hoy hombre fuerte del PJ entrerriano. Bordet necesita a Frigerio. Frigerio necesita a Bordet. ¿Acaso no resulta lógico que, con realismo, busquen acordar algunas cosas, a la vez que consientan en distanciarse en otras?

Y en este mismo juego se prende el anfitrión de este viernes, el intendente de Concordia, Enrique Cresto, que en una sola frase resumió el imperativo político del presente: «Frigerio es un aliado».

Y el Ministro parece retribuirle el piropo, primero eligiendo a su ciudad para capacitar a municipios sobre el plan Hábitat y luego aterrizando en la «capital del peronismo» para reforzar una práctica que el PJ domina: sacarse fotos repartiendo aportes del Estado.

Fuente: El Entre Ríos

Autor: Osvaldo Bodean

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