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Una sargento de la seccion Inteligencia presto declaracion y contradijo su primer testimonio

Ana Bordón, con más de 20 años en la fuerza policial, declaró ayer miércoles en los tribunales locales. Integrante del área de Inteligencia de la Policía modificó sus versiones anteriores que sindicaban a varios de los imputados y sus participaciones en los días del 8 y 9 de diciembre de 2013. A pesar de las preguntas de parte del fiscal y de uno de los defensores sobre su visible nerviosismo, Bordón negó que haya recibido presiones por parte de los acusados o sus familias. Fue así que se rectificó con lo que había testimoniado tiempo atrás, afirmando que «estaba nerviosa y no entendía las preguntas cuando me tomaron la declaración». A los pocos minutos se contradijo y señaló que «al principio sí tuve problemas por declarar en contra de mis compañeros».

Según publicó www.diarioriouruguay.com.ar, Bordón afirmó que en las dos décadas que presta servicio en la fuerza nunca había declarado ante un tribunal y aseguró que cumpliendo con sus funciones participó de la marcha por los alrededores de la Jefatura ese domingo 8, previo al amotinamiento. Sobre esa participación indicó que «este caso es distinto, porque estaban mis compañeros» y reconoció que «cuando estoy en una manifestación de docentes es diferente porque no conozco a nadie».

Relató que a pedido del Jefe de la Departamental, Lucio Villalba participó de esa movilización en la tarde-noche del domingo. «El me pidió que vaya. Me preguntó si podía estar» precisando que «nuestra tarea en Inteligencia es saber quiénes son los referentes; cuántas personas hay; cuál es el motivo. Estaba de turno y ese era mi trabajo», especificó Bordón. Por otro lado, la funcionaria remarcó que a pesar de esas tareas encomendadas no elaboró ningún tipo de informe escrito ni oral para ser elevado a sus superiores. «Estuve también en la primera y segunda marcha, pero no hice ningún informe sobre ello», subrayó.

La Sargento apuntó que al momento del ingreso de los agentes y sus familiares a la Jefatura se encontraba observando todo desde la Plaza 25 de mayo, por lo que no pudo percibir si se ejerció violencia contra sus superiores. A pesar de ello, confirmó que en la puerta de entrada del edificio estaban el Jefe de Logística, el de Investigaciones y el Jefe Departamental. «Vi que Villalba retrocedió e ingresaron todos juntos», dijo al tiempo que ratificó que Ariel Silva -Jefe de Logística- había sido golpeado, por lo que colaboró para socorrerlo.

Rectificándose de sus primeros dichos meses atrás, Bordón mencionó que había detallado nombres de los funcionarios implicados y de los roles que asumieron en el motín porque «cuando me tomaron la declaración me sentía nerviosa. No puedo decir precisamente cada apellido de quienes ingresaron. Cuando declaré la primera vez entendí que me decían quiénes estaban. Entendí mal la pregunta porque estaba nerviosa y lloraba», argumentó. Aunque a los pocos segundos recordó haber visto a «Coutinho, Biderbós, Gómez, Carlino, Juan Manuel Rosas, los hermanos Posadas y también creo que a Cendra, pero no estoy segura». Enfatizó también que «vi que andaban en Jefatura. No sé qué rol cumplía cada uno».

Interrogada por el fiscal Mario Guerrero sobre si había sido objetivo de amenazas previas a su declaración, Bordón lo negó pero recordó que «al principio sí tuve problemas por declarar contra mis compañeros» y rememoró que «una señora me corrió y me dijo cosas en cercanías del Banco Bersa. Me recriminaron que no fui a una marcha en apoyo» y agregó que en otra oportunidad también «la esposa de Juan Manuel Rosas me dijo porqué lo había nombrado a él, pero en ningún momento me insultó».

Ubicándose en la noche del 8 de diciembre, Bordón afirmó que había estado de guardia esa noche y que se mantuvo la mayor parte del tiempo en su oficina. Negó además haber escuchado en el área de Inteligencia acerca de la posibilidad de que se estuvieran produciendo saqueos en Concordia. A su entender, durante esas horas, la Jefatura de Policía habría funcionado normalmente, especificando que «en ningún momento supe que haya una orden de que los manifestantes cesen y se retiren» del edificio de calle Pellegrini.

A pesar de haber ratificado que estuvo durante toda la noche y el día siguiente de guardia, la uniformada expuso que no tenía certezas para afirmar que la Jefatura había sido tomada y consideró que según los datos que había recabado «la intención de la marcha fue el reclamo salarial. No hubo otra intención que yo conozca».

 

 

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