Por Adolfo Daniel Badaracco. Cuando llega la noticia nunca esperada, qué difícil es decir algo de tan grande personalidad como fue “Dn. Vicente”, porque más allá de la amistad de años, de haber recorrido infinidades de lugares cuando él corría o en el aire cuando necesitaba una vista aérea, él fue gran “piloto” de autos de carreras como de avión, siempre fue para mí y muchos más, “Dn. Vicente”, porque su personalidad y modo de ser me hacía imposible llamarlo de otra manera. Nos llenó de orgullo cuando, emuló salvando las distancias al gran e insuperable Juan Manuel Fangio, Dn. Vicente se coronó Quíntuple Campeón Entrerriano de automovilismo.
Concordia tuvo la suerte de poder homenajearlo en vida cuando el Concejo Deliberante lo declaró, por unanimidad, “Personalidad Destacada” como persona y como piloto automovilístico que representó y llevó a lo más alto el nombre de Concordia en campeonatos entrerrianos y en el Turismo Nacional.
Vicente Antonio Linares escribió hace tiempo una página de oro en el historial del automovilismo deportivo de nuestra ciudad, donde aún recordamos aquel duelo con Carlos Alberto Reuteman, grandes adversarios en la pista donde surgió una gran amistad entre ellos que la compartieron hasta hoy en vida y que perdurará en el tiempo.
Acompañamos a su familia en este dolor, aunque sabemos que a todos nos llega, cuando se trata de un ser querido nos parece incompresible, pero Dn. Vicente ganó también esta carrera de la vida llegando primero al más allá, que quiera Dios sea como todos creemos, y Dn. Vicente esté disfrutando del descanso luego de haber cumplido con su paso por la Tierra donde dejó un recuerdo imborrable y la alegría de haberlo conocido y convivido junto a él una de sus grandes pasiones, el automovilismo deportivo que nunca lo olvidará.
