Pese a la advertencia de distintas organizaciones, en Entre Ríos se siguen realizando fumigaciones de zonas urbanas y escuelas y, en algunos casos, con chicos en clase. Sin embargo, el Senado abandonó el tratamiento de una nueva Ley para regular el uso de agroquímicos, tras las críticas de organizaciones que advirtieron sobre la mayor flexibilización de los cuidados preventivos para la salud y el ambiente que implicaban los proyectos en curso. “Los legisladores no quieren tomar partido porque saben que hay intereses económicos de por medio”, dijo a AIM el integrante de la Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay, Jorge Bevacqua.
En 2012 se lanzó en la provincia la campaña “Paren de fumigar las escuelas”, ante la notoria cantidad de casos que afectaron a alumnos y docentes de establecimientos educativos de distintos departamentos de Entre Ríos.
“La situación no ha cambiado mucho. El mes pasado fue fumigada una escuela del departamento Gualeguaychú con 16 niños en clase”, alertó Bevacqua a esta Agencia.
En 2014, el tratamiento de la Ley de Agroquímicos se frenó ante el rechazo de diferentes organizaciones que cuestionaban por laxo el proyecto del senador del departamento Colón, Oscar Arlettaz (Frente para la Victoria). Pese a ello, en marzo pasado, el legislador responsabilizó a los ambientalistas por el estancamiento del tema en la Cámara Alta. Los acusó de no querer “una ley que regule” y reconoció que, por el momento, no está en los planes retomar el tratamiento de la norma.
Las principales demandas apuntaban a la exigencia de una mayor rigurosidad en los cuidados que deberían requerirse para el uso y aplicación de agroquímicos. Eso no ocurrió y las fumigaciones siguen en las escuelas: “es muy fácil saber que si una escuela tiene una plantación de soja o maíz cerca es fumigada en algún momento y, como la deriva de los productos que se aplican es incontrolable, el edificio escolar, el tanque de agua y los juegos son fumigados”, explicó Bevacqua.
Si bien en algunos casos las situaciones son más evidentes “porque están los chicos en clase”, no es lo que predomina pero, aunque estén las escuelas vacías, “hay productos que están formulados para la persistencia”, advirtió el asambleísta.
Bevacqua se mostró crítico con la actitud de los senadores y recordó que integrantes de la asamblea salieron “desesperanzados” de una reunión con Arlettaz porque el senador “no admitía que los productos que se aplican son peligrosos” y les manifestó “que la deriva es controlable cuando está demostrado que no es así”.
STATU QUO
Desde la campaña “Paren de fumigar las escuelas”, que además de la asamblea uruguayense integra la seccional local de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos, los legisladores “no quieren tomar partido porque saben que hay intereses económicos de por medio” y aseguraron que el año pasado los invitaron “a un foro de debate para tratar aspectos de la legislación que se deberían considerar y ninguno estuvo presente”.
“Es una situación compleja porque hay poderosos intereses económicos que son los que presionan para mantener un estatus quo”, concluyó Bevacqua.
