El presidente del Centro Comercial Nogoyá, José María Villegas, alertó que la realidad comercial de la ciudad «es bastante crítica. Recientemente nos hemos reunido con otras instituciones de la ciudad y hemos coincidido que la mala situación que vive la actividad rural en todas sus ramas incide en la retracción de ventas que se experimenta en el sector comercial habida cuenta de que estos pueblos medianos y chicos siguen teniendo una fuerte dependencia del sector agropecuario».
Contó que de acuerdo a lo que han recogido de productores agropecuarios y dirigentes del sector gremial del campo, resulta desalentador planear en este tiempo la siembra agrícola por la falta de rentabilidad existente a la hora de vender el producto, y porque además el clima con la demora en llover ha contribuido negativamente también.
«Todo ese preocupante cuadro, desalienta la actividad comercial y ante la baja de ventas inexorablemente se incrementan los costos fijos», expresó.
Dijo que ha realizado el Centro Comercial gestiones ante medidas dispuestas desde la Municipalidad de Nogoyá en lo que hace a la elaboración en las carnicerías y otros establecimientos afines, de embutidos frescos. Villegas contó que para estos comercios se establecía la obligación de hacer la elaboración de embutidos a la vista del público, para lo cual había que hacer importantes gastos para adaptarse a cumplir con esas medidas que a juicio de nuestro interlocutor eran normas sobredimensionadas por un exceso burocrático, que como siempre no llevan a buen fin.
Sobre este aspecto, un funcionario del área de inspección municipal, le confió que estaban destinadas (las normas) a prevenir la triquinosis, enfermedad que se aloja en los músculos del cerdo y otros animales y que se transmite al ser humano, ante lo cual el dirigente del Centro Comercial le espetó si a través de más de 362 inspecciones en el mes de abril se había detectado algún caso.
Cree que se ha dado marcha atrás con la medida, diciendo además: «Nosotros no estamos en contra de los controles más cuando está en juego la salud de los consumidores, pero la reglamentación que se dicte o reforme lo sea con un sentido práctico no teórico que al final conducen a que se evaporen esas intenciones perdiéndose el objetivo principal «.
Paralelo 32 le consultó a Villegas sobre las preocupaciones que existen en el sector comercial en cuanto a la radicación de comerciantes extranjeros en esa ciudad. Dijo que ése es un tema que se ha debatido en el seno de la Federación Económica de Entre Ríos y que la ciudades más afectadas en el caso, son Nogoyá, Crespo y La Paz.
En lo que atañe al orden local la entidad que preside ha acercado a las autoridades municipales copias de reglamentaciones que rigen en otras municipalidades de la provincia tendientes a brindar un sentido de protección a su comercio no perdiendo de vista que el dinero que se moviliza a través de él queda en la ciudad y consecuentemente la vitaliza, cuando en el otro sentido de las empresas foráneas esos recursos van a otros destinos, por lo que es fácil deducir cuál es el beneficio para cada ciudad o zona.
Villegas cree que esas empresas reducen costos a través de la precariedad laboral, de la evasión impositiva al constituirse en «golondrinas» del sector económico que eliminan controles por su existencia errante, y de que también puedan recibir subsidios, en el caso de una colosal nación oriental, a fin de que sus habitantes se radiquen en otros países atenuando al menos la superpoblación que tienen.
Aboga el Centro Comercial de Nogoyá por medidas de estímulo para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), esencialmente para fijar normas en cuanto a las obligaciones previsionales a fin de que sean accesibles para estar en orden con la legislación. «Puede haber gente, dice Villegas que le guste estar «en negro» pero muchos no y quieren estar tranquilos y para eso el Estado debe dar los estímulos necesarios».
Villegas reflotó un problema crónico para el comercio local, como lo es la llegada de los vendedores ambulantes cuya acción obviamente se observa con más nitidez en estos tiempos de retracción comercial. «Es una lucha permanente ante las autoridades para poner «en caja» esta situación, por lo que en otras ciudades se han adoptado desde las municipalidades firmes medidas en protección del comercio local».
