El arranque de los Juegos Olímpicos sigue previsto para el 24 de julio. “No hace falta tomar medidas drásticas”, afirmaron desde la organización.
El reloj avanza y cada día que pasa aumenta la incertidumbre. Pero la pandemia por el coronavirus, con 181.367 infectados alrededor del mundo, no inquieta al Comité Olímpico Internacional, que se mantiene firme en que el 24 de julio se encienda la llama olímpica en el Estadio Olímpico de Tokio.
La reunión virtual con presidentes de los comités olímpicos nacionales para analizar la actual crisis tampoco cambió el pensamiento del COI. Por el contrario, reafirmó su postura. «El COI se mantiene firme con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y a más de cuatro meses de la inauguración no hay necesidad de tomar medidas drásticas en esta etapa. Y cualquier especulación en este momento puede ser contraproducente», se indicó en un comunicado.
Allí, si bien destacan que sus «pensamientos están con todos aquellos afectados por la crisis» y que «la situación en torno al virus COVID-19 está impactando también en los preparativos de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y está cambiando día a día», insisten en mantener la programación del 24 de julio al 9 de agosto.
SOLO ESTÁN CLASIFICADOS EL 57% DE LOS DEPORTISTAS
En el comunicado, los dirigentes del COI elevaron un mensaje a los deportistas: «Les pedimos a los atletas que continúen preparándose lo mejor que puedan para los Juegos Olímpicos. Seguiremos apoyándolos, consultándolos a ellos y a sus Comités Olímpicos Nacionales, y proveyéndoles las últimas informaciones y resoluciones, que estarán al alcance en la web y en sus respectivas federaciones».
La realidad -que incluso se señala en el comunicado- es que «actualmente, los integrantes del Movimiento Olímpico así como los atletas enfrentan desafíos significativos para asegurar sus lugares de clasificación a los Juegos». E incluso se reconoce que «en algunos países los deportistas la tienen difícil para continuar su agenda regular de entrenamientos», al tiempo que se informa que a 128 días de la inauguración propuesta, están clasificados solo el 57 % de los atletas.
¿Qué pasará con 43% restante? El COI informó que se trabajará con las federaciones para adaptar los sistemas de clasificación, de acuerdo con los siguientes principios:
- Todos los cupos que ya se han asignado hasta la fecha siguen asignados a los Comités Olímpicos Nacionales y a los atletas que los obtuvieron.
- La posibilidad sigue siendo utilizar los eventos de clasificación existentes y programados, siempre que estos tengan acceso justo para todos los atletas y equipos.
- Todas las adaptaciones necesarias a los sistemas de calificación y toda la asignación de los lugares restantes serán: a) basadas en los resultados en el campo (por ejemplo, ranking o resultados históricos); y b) reflejando, cuando sea posible, los principios existentes de los respectivos sistemas de clasificación (por ejemplo, uso de rankings o resultados de eventos específicos continentales / regionales).
Al respecto, el COI explicó que las federaciones harán propuestas para adaptar clasificatorios o sistemas de clasificación y que «cualquier revisión necesaria se publicará a principios de abril de 2020 y se comunicará a todos los interesados».
“La salud y el bienestar de todos los involucrados en los preparativos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es nuestra principal preocupación. Se están tomando todas las medidas para salvaguardar la seguridad y los intereses de los atletas, entrenadores y equipos de apoyo. Somos una comunidad olímpica; nos apoyamos mutuamente en los buenos tiempos y en los momentos difíciles. Esta solidaridad olímpica nos define como una comunidad», expresó Thomas Bach, su presidente.
La organización subrayó que se seguirá monitoreando la situación cada día, con el equipo de expertos formado a tal fin por el propio COI, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el comité organizador de Tokio 2020 y las autoridades japonesas. Y destacó su confianza en que «las muchas medidas que se están tomando alrededor del mundo ayudarán a contener la situación del virus».
«En ese contexto -agregó-, el COI agradece el apoyo de los líderes del G7 según lo expresado por el Primer Ministro japonés, Abe Shinzo, quien dijo: ‘Quiero celebrar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos perfectamente, como una prueba de que la raza humana conquistará el nuevo coronavirus, y obtuve apoyo para eso de los líderes del G-7′».
El aspecto económico y los antecedentes de suspensiones
El contrato firmado por el COI con la ciudad de Tokio estipula que se pueden cancelar los Juegos por razones de fuerza mayor. Incluso, el COI tiene numerosos reaseguros financieros en caso de una suspensión, algo que se ha dado solo durante tiempos de guerra (Berlín 1916, Tokio 1940 y Londres 1944) desde el inicio de los Juegos Olímpicos modernos en 1896. Y en el comunicado de este martes también se insistió en ese sentido: «La decisión del COI no se tomará por intereses financieros, porque gracias a los seguros puede continuar sus operaciones y cumplir la misión de organizar los Juegos Olímpicos».
Aproximadamente el 73% de los ingresos de 5.700 millones de dólares del último ciclo olímpico (2013-2016) provinieron de la venta de los derechos de transmisión. La cadena estadounidense NBC representa al menos la mitad de esos pagos. Los patrocinios, en tanto, aportan el 18%.
La empresa madre de NBC, Comcast, informó que, gracias a los seguros y a la forma en que se redactan los contratos, la cadena no sufriría pérdidas si se cancelan los Juegos. Pero sí dejaría de percibir el dinero de los avisos, que en Río 2016 llegó a 250 millones de dólares.
Los informes anuales del COI, por su parte, señalan que pagó 14,4 millones de dólares por un seguro para protegerse de una eventual cancelación de los Juegos del 2016 en Río de Janeiro y 12,8 millones para asegurar los Juegos de Invierno del 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur.
«El propósito del grupo de trabajo -concluyeron desde el COI- es garantizar acciones coordinadas por parte de todos los interesados. Tiene la misión de mantener una evaluación constante de la situación para formar la base de la planificación operativa en curso y las adaptaciones necesarias. El grupo de trabajo también monitorea la implementación de las diversas acciones decididas. El COI continuará siguiendo la orientación de este grupo de trabajo».
