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El Gobierno sigue firmemente comprometido en la operación de impunidad de Cristina

El Gobierno propuso al ex concuñado de Máximo Kirchner para integrar un tribunal clave en Santa Cruz. Marcelo Bersanelli es uno de los tres candidatos para la Cámara Federal de Piedra Buena, un tribunal creado en 2014 que nunca fue integrado y tampoco está habilitado.  Este tribunal se convertiría en la instancia de revisión de todas las causas por corrupción o narcotráfico que se tramiten en Santa Cruz.

Marcelo Bersanelli podría quedar en un lugar clave para la situación judicial de la Vicepresidenta

El listado con 39 pliegos de jueces, fiscales y camaristas de todo el país aterrizó en el Senado, de manera sigilosa, horas antes del recambio legislativo y el jueves ya tomó estado parlamentario. De esa lista, se destacan los tres candidatos para integrar la Cámara Federal de Piedra Buena (Santa Cruz), un tribunal clave para la vicepresidenta Cristina Kirchner porque se convertiría en la instancia de revisión de todas las causas de corrupción o narcotráfico que tramiten en su provincia y hasta en Tierra del Fuego. Uno de los nombres elegido por el Gobierno es Marcelo Bersanelli, un juez de Río Gallegos que alguna vez ofició como abogado de la vicepresidenta.

La Cámara de Piedra Buena se creó en 2014, durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner. El objetivo en ese momento fue impedir que intervenga la Cámara de Comodoro Rivadavia en el arranque de la causa Hotesur.

El concurso para elegir a los tres jueces quedó paralizado durante la gestión de Cambiemos. Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri nunca pudo derogar la ley que había creado la Cámara. “El kirchnerismo nunca nos acompañó”, advierte un ex funcionario de ese gobierno.

Con el cambio de Gobierno, el Consejo de la Magistratura reactivó el concurso y terminó elevando las ternas. En ese listado aparecían Sergio Roberto Rocamora, Nelson Andrés Sánchez, Gustavo Alberto Ogni, Carlos Augusto Borges, Claudio Marcelo Vázquez, Pablo Fernando Mansilla, Emilio Ricardo Porras Hernández, Marcelo Hugo Bersanelli y María Cecilia Cobas.

Hace diez días, el Ejecutivo eligió finalmente a sus tres candidatos, todos muy ligados al kirchnerismo.

Bersanelli fue designado juez de Río Gallegos en 2017, aunque trascendió en la esfera pública por su matrimonio con Candela García, la ex cuñada de Máximo Kirchner. Fuera de la provincia, se hizo conocido a fines de 2016 cuando acompañó a Cristina Kirchner a cumplir con un trámite judicial en el juzgado federal de Río Gallegos por la causa “dólar futuro”, a cargo del ex juez Claudio Bonadio. Ese día, la entonces senadora pidió que se grabe toda la secuencia en video. Bersanelli la acompañó en su rol de abogado, aunque luego no tuvo participación en la causas más importantes.

Antes de ser juez, trabajó en ANSES y luego pasó a desempeñarse como subsecretario de Gestión Institucional y Administrativa en el Ministerio de Salud que comandaba su cuñada, Rocío García.

El segundo candidato para integra la Cámara de Piedra Buena es Carlos Augusto Borges, fiscal de Caleta Oliva. Cuenta con el apoyo político de Pablo González, el ex vice gobernador de Santa Cruz y actual presidente de YPF. La lista de postulantes se cierra con el pliego de Nelson Andrés Sánchez, juez de Recursos de la Primera Circunscripción Judicial, en Río Gallegos.

“En las ternas había candidatos más independientes como Emilio Ricardo Porras Hernández (procurador general de la provincia de Chubut) pero optaron por tres de ellos”, se lamentó un consejero de la oposición.

Los pliegos ya fueron girados a la comisión de Acuerdos para que se active el proceso de audiencias públicas. Sin embargo, la aprobación en el recinto aparece como un objetivo casi imposible para el kirchnerismo con la nueva correlación de fuerzas del Senado. “Como están las cosas, va a ser muy difícil aprobar pliegos, no solo los de esa Cámara”, admitió un senador de Juntos por el Cambio.

Algo similar ocurre con otros concursos para ocupar los juzgados vacantes en Comodoro Py y los dos lugares en la estratégica Cámara Federal. En ese caso, los pliegos ni siquiera salieron del Consejo de la Magistratura, que ahora deberá enfrentar un proceso de transición para reformar su integración.

En el caso de la Cámara de Piedra Buena, no alcanza con un acuerdo político en el Congreso. También debería ser habilitada por la Corte Suprema. En las condiciones actuales, parece improbable.

La nueva Cámara Federal funcionaría en un pueblo recóndito de la provincia de Santa Cruz, a más de 200 km de Río Gallegos y a 467 km de Caleta Olivia, donde actualmente funcionan los dos juzgados federales de esa provincia.

Además de estar aislado de todo, no tiene aeropuerto ni una infraestructura que garantice accesibilidad al resto de la provincia o a Tierra del Fuego, que también dependería de esa Cámara.

Los detractores de esta Cámara aseguran además que no hay una necesidad objetiva porque el volumen de causas que recibe la Cámara de Comodoro Rivadavia está dentro de los parámetros aceptados.

“La creación de Tribunales Federales debe responder a una planificación estratégica e inteligente, atendiendo la problemática de las jurisdicciones con alta densidad de delitos complejos o las denominadas zonas calientes. En el caso de Piedrabuena no se verifican ninguna de las dos cosas. Creo que en algún momento habría que derogar la ley que la creó”, sostuvo el consejero Diego Marías.

Para el Kirchnerismo esa Cámara es clave. De hecho, la incluyó en la fallida reforma judicial que tiene media sanción del Senado y quedó paralizada en Diputados. También propuso crear otros dos juzgados federales en Santa Cruz.

La derrota electoral complica todos esos planes.

Nota: Infobae

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