Resistió River en la Bombonera y se llevó el pasaje a la final. En la revancha de las semifinales de la Copa Libertadores perdió por 1-0 con Boca, pero le alcanzó igual para festejar. Aquel triunfo por 2-0 que consiguió en el Monumental marcó la diferencia en la serie.
El xeneize logró vulnerar a Franco Armani faltando 10 minutos para el final del partido, con un gol de Jan Hurtado, y puso el suspenso, pero los locales no encontraron otra posibilidad clara como las que habían tenido y se le escurrió el tiempo para soñar con el segundo tanto, que los llevara a los penales. El arquero de River había sido determinante en la primera etapa al desviar un mal despeje de Enzo Pérez que se metía en su propio arco.
Para Boca fue uno de sus triunfos más trabajados y amargos. Con una actitud opuesta al partido de ida, arrinconó por momentos al millonario, pero le faltó precisión y abusó de los centros, ante un rival que concedió decenas de faltas cerca del área.
La final se disputará el 23 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago de Chile, ante el ganador de la semifinal entre Flamengo y Gremio, ambos de Brasil.
