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Ganó Petro en Colombia:  novena derrota consecutiva de un oficialismo en América

En un proceso que viene confirmándose desde 2020, los oficialismos caen en sucesión, con elevados niveles de desaprobación y enojo con el sistema de parte de la población.  Alberto Fernández y Cristina Kirchner festejaron como propia la victoria de la izquierda aún sin ser de izquierda y buscando hacer propia una victoria que parecería condenar al Gobierno del Frente de Todos.

La victoria de Petro es la novena derrota consecutiva de un oficialismo en América

Después de muchos desencuentros, Cristina Kirchner y Alberto Fernández coincidieron el domingo en una mirada y un discurso público. Ambos se apresuraron a festejar como propia la inédita victoria del ex guerrillero izquierdista Gustavo Petro en las elecciones de Colombia ante el multimillonario Rodolfo Hernández. Se trata de un giro histórico de impacto continental. Pero esa reacción, intuitiva, podría no tomar un cuenta un dato que ya es tendencia: más allá de las cuestiones ideológicas, se trató de la novena derrota consecutiva que tuvieron los oficialismos en América Latina.

En el Frente de Todos lo vivieron como un respiro en medio del escándalo cada vez grave del avión venezolano iraní -que suma capítulos inquietantes que derrumban los primeros argumentos oficiales- y de una crisis económica que se profundiza por una inflación imparable, poder adquisitivo menguante y un dólar inestable.

La post pandemia, en un escenario agravado por la invasión de Rusia a Ucrania, de inciertas consecuencias, generó sociedades más polarizadas, empobrecidas y descontentas que vienen arrasando con las estructuras políticas tradicionales en el mundo y, con mayor énfasis, en la región. Aunque lo saliente es el avance en América Latina de la izquierda y un retroceso de la derecha, en las elecciones ninguno de los oficialismos logró resistir la ola de cambios: en algunos casos, se llegó a extremo de que sus últimos presidentes ahora están presos.

“El Gobierno puede festejar, pero si se mira el resultado con atención, también es una mala noticia. Primero porque es otro oficialismo que pierde y segundo porque confirma que la mala gestión se paga muy caro. Con Petro en Colombia se suma otro país alineado a la política latinoamericana, pero es un alerta porque es la novena elección que el que gana desplaza a un gobierno con malos resultados”.

Así lo explicó en diálogo con Infobae, desde Bogotá, el consultor político y observador de las elecciones colombianas, Daniel Ivoskus, quien señaló que el resultado puede tener una lectura para el oficialismo y también para la oposición. Javier Milei -que pareció ver en Hernández un anticipo profético de su propuesta electoral- y dirigentes de Juntos por el Cambio, como Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri.

La victoria de Petro es un hecho inédito para Colombia pero también para la región. Es la primera vez en 134 años de historia constitucional ininterrumpida que la izquierda llega al poder. Y con un dirigente con pasado guerrillero y antiguas simpatías inocultables por Hugo Chávez, Fidel Castro y Daniel Ortega.

“Es un error mirar sólo entre izquierda y derecha. Hay que sumar al análisis la división entre oficialismos y oposición, más allá de la ideología. En las elecciones que se hicieron después de la pandemia perdieron los candidatos apoyados por los oficialismos y terminó ganando quién aprovechó mejor los contrastes”, agrega el analista, que participó como observador tanto en la primera como en la segunda vuelta en Colombia, comicios que fueron limpios y concluyeron sin denuncias de fraude.

La izquierda tuvo un avance aplastante en los últimos comicios y viene tiñendo el continente, más allá de la fortaleza o fragilidad que tengan, a partir de la gestión, los gobiernos surgidos tras el colapso post pandemia de los gobiernos de derecha.

Elecciones post pandemia en América

La siguiente es una cronología de los últimos comicios desde el Norte, Centro y Sudamérica:

1- República Dominicana: el 5 de julio de 2020, Luis Abinader le ganó con un acuerdo multipartidario opositor al oficialismo de entonces, que presentó la candidatura de Gonzalo Castillo.

2- Bolivia: el 18 de octubre de 2020, Luis Arce, apoyado por Evo Morales, del izquierdista MAS-IPSP, se impuso ante el ex presidente Carlos Mesa, con apoyo de un sector del oficialismo de la ex presidenta Jeanine Áñez, que ahora está presa y condenada.

3- Estados Unidos: Joe Biden ganó el 3 de noviembre de 2020 las elecciones ante el presidente Donald Trump, quien rechazó los resultados y no quiso reconocer su derrota. Fueron los comicios con mayor participación, en una sociedad polarizada.

4- Ecuador: el 7 de febrero de 2021, Guillermo Lasso, de la coalición opositora de centroderecha CREO-PSC, se impuso ante Andrés Arauz, otro opositor. Lenin Moreno terminó su presidencia con un rechazo superior al 90 por ciento y no pudo siquiera presentar un candidato.

5- Perú: el 6 de junio, en segunda vuelta, el izquierdista opositor Pedro Castillo se impuso ante la dirigente de derecha Keiko Fujimori. Ambos fueron opositores al gobierno inconcluso de Pedro Pablo Kuczynski, a quien lo sucedieron tres fugaces mandatarios.

6- Honduras: el 28 de noviembre de 2021, Xiomara Castro, esposa del izquierdista ex mandatario Mel Zelaya, se impuso ante el oficialismo, que presentó a Nasry Asfura, del gobernante Partido Nacional. El anterior presidente, Juan Orlando Hernández, está preso en Estados Unidos por narcotraficante.

7- Chile: el 19 de diciembre de 2021, el dirigente de izquierda Gabriel Boric se impuso en segunda vuelta ante el derechista José Antonio Kast. Ambos fueron duros opositores al gobierno de Sebastián Piñera, cuyo candidato apenas logró menos del 13% de los votos.

8- Costa Rica: el 6 de febrero de 2022, el opositor Rodrigo Chaves se impuso ante otro candidato también opositor y ex presidente, José María Figueres Olsen. El postulante apoyado por el oficialismo, José María Villalta, protagonizó una catástrofe: apenas obtuvo 1% de los votos.

9- Colombia: el 19 de junio de 2022, el opositor y ex guerrillero Gustavo Petro le ganó a Rodolfo Hernández, un dirigente empresario de centroderecha que se presentaba como el “Trump Colombiano” y también se diferenciaba del presidente Iván Duque y Álvaro Uribe. Por primera vez un dirigente de izquierda presidirá la república más estable de la región.

10- Brasil: el 2 de octubre están previstas las elecciones en el gigante de Sudamérica. El actual presidente, el derechista Jair Bolsonaro, está en las encuestas por detrás de Lula Da Silva, ex mandatario por el centroizquierdista PT. Si se confirman las previsiones podría ser la décima derrota de un oficialismo en comicios celebrados después de la pandemia.

Alerta para gobierno y oposición

En una entrevista con el periodista Juan Amorín, de C5N, Alberto Fernández transparentó el análisis ideológico de los resultados: “Colombia de algún modo se sube a la América que pretende unirse, es un cambio muy importante. Todos esperábamos que este resultado pudiera darse. Sin querer inmiscuirse en las decisiones de otros países, era importante que Petro llegara a la presidencia. Colombia va a ser para Argentina un socio estratégico para unir a América Latina. Para la reformulación del mundo global, su victoria tiene una importancia superlativa”.

Repitió así la idea que publicó en Twitter: “Su triunfo convalida la democracia y asegura el camino hacia una América Latina integrada, en este tiempo que nos exige la máxima solidaridad entre pueblos hermanos”. La euforia, después, la expresó Cristina Kirchner también en la misma red social: “Me trasmiten el triunfo de la coalición Pacto Histórico en el ballotage en Colombia. Pido que me comuniquen y casi al instante escucho su voz: Hola presidente… Aquí Gustavo Petro, Cristina (juro que hace 10 años me decían esto y no lo creía) Se lo dije y se rió, estaba emocionado, yo también. ‘Ahora a construir la paz’, me dijo. Tiene razón, hay que suturar las heridas de tanta tragedia ¡Salud al Pueblo Colombiano y a su Presidente!”.

Los comicios de Colombia no sólo establecieron, como posible conclusión, que un dirigente de izquierda dura, con pasado guerrillero y simpatía probada por el chavismo, asumirá por primera vez en la historia en una de las democracias más estable de América Latina. A eso se agrega que una mala gestión, con bajos índices de aprobación y sentimientos antipolíticos, pueden tener como “víctimas” primeras al candidato más parecido al oficialismo.

Federico ‘Fico’ Gutiérrez, aunque desconoció su pertenencia al uribismo gobernante, fue barrido por no haber expresado acabadamente un cambio. Así, en segunda vuelta terminaron un ex guerrillero como Petro y un longevo magnate inmobiliario, que usó el Tik Tok como arma de campaña y que no se incomodaba cuando lo llamaban el “Trumpo colombiano” o cuando aparecía rodeado de mujeres jóvenes y bellas. Pero Hernández arruinó todo lo que había hecho en la primera vuelta: en un país habituado a la violencia extrema, se fue diciendo que tenía miedo de que lo mataran, se negó a debatir, y pronunció palabras ofensivas hacia la Virgen y sobre las drogas. Habló de más, hizo de menos. La receta falló.

Ivoskus resaltó que en países polarizados -como Colombia y también Argentina- “si a uno de los dos polos les va mal, se rompen demasiado, puede haber lugar para una tercera fuerza”. La clave, según esa perspectiva, es que se mantengan unidos esos bloques, conteniendo entre el 35% y el 40% de los votos. Cualquier ruptura que atomice la oferta electoral favorece la irrupción de “los Hernández”, o en el caso argentino, “los Milei”. La sociedad pide un cambio radical.

La derrota del empresario colombiano mostró que “los errores ajenos pagan electoralmente más que los aciertos propios”. Le ocurrió a Hernández en las elecciones y, parece, se viene registrando de manera análoga, según los sondeos y encuestas, en la figura argentina más asimilable: Milei viene sufriendo el resultado de sus expresiones sobre la tenencia libre de armas, la venta de órganos y una interna ruidosa que se escucha más en las redes y los medios que en la calle. Hablar de más, hacer de menos.

Las elecciones de Colombia pueden ser un indicio de que el “oficialismo tendrá que ponerse de acuerdo” para evitar rupturas que le achiquen ese 35 a 40 por ciento, pero “si la oposición es inteligente, tiene más chances de gobernar”, afirma el analista. Aquí está el desafío que tienen por delante en Juntos por el Cambio cómo gestionan las diferencias Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y el radicalismo. A más de un año de las elecciones, “la ansiedad de acelerar los tiempos los puede perjudicar”.

En el Frente de Todos, el Gobierno también jugó con el ingreso de Daniel Scioli al ministerio de Desarrollo Productivo y, en el Congreso, con la aprobación del alivio fiscal para monotributistas y autónomos que promovió Sergio Massa desde la presidencia de la Cámara de Diputados y que -con apoyo de la oposición- se aprobó por unanimidad. En el Frente Renovador adjudican a esas leyes tejidas con acuerdos políticos la mejora en la imagen que registró en 18 de las 24 provincias el dirigente en la última encuesta que elaboró CB Consultora. Y destacan, como activo, su enfrentamiento con Milei por el tema de las armas, la venta de órganos: “Antagonizó y le puso límites”.

Más allá de ese cruce con Massa y del impacto en su imagen, Milei estuvo en Colombia -específicamente en Medellín y Barranquilla- donde promovió el voto en contra de Petro. Su nombre fue incluido en una larga crónica de The Wall Street Journal que trazó un panorama sobre la política en América Latina: “Lo único que hacen los políticos es decirle a la gente lo que quiere oír”, dijo Milei y desafió: “Que sigan votando a esa basura. A mí me da igual. Digo lo que pienso, actúo y trabajo según mis principios liberales, le guste a quien le guste”. El resultado de Colombia puede ser una lección.

Nota: Facundo Chavez para Infobae

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