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Gusto a poco dejo en la Citricultura la visita presidencial

Macri intaEl anuncio de que el gobierno argentino, a través del INTA, acordó con Coca Cola el incentivo de la producción de determinadas variedades que implicará que se triplique la compra de citrus por parte de la multinacional, dejó algunas expectativas favorables y mucho sabor a poco entre los referentes del sector. 

El presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), Fernando Borgo, consideró que el plan puede resultar interesante pero “todo va a depender del precio que paguen por la fruta para industria. Hoy en día los precios no salvan los costos de producción», advirtió Borgo.

El secretario de Comercio de la provincia, Néstor Loggio, por su parte se mostró disconforme con los anuncios los que, expresó, estuvieron muy lejos de sus expectativas.

Consideró que el impacto de los anuncios es irrelevante puesto que la eventual mucho mayor compra de fruta por parte de Coca Cola incidirá exclusivamente en el segmento de fruta para industria que representa no más del 20% del universo de la producción citrícola. Recordó que la actividad se reparte en un 60% de mercado para fruta fresca y un 20% para exportación, los dos segmentos más rentables. “El anuncio no cambia en nada la realidad del sector, la ecuación no cambia en nada”, remarcó en diálogo con diario NOTICIAS. “La industria es una parte secundaria, lo primario es el fresco”, expresó.

Advirtió además que el efecto se sentirá dentro de algunos años, cuando las necesidades de la citricultura son urgentes.

En el mismo sentido, el presidente de la Federación del Citrus, aclaró que «su impacto recién se sentiría de aquí a 15 a 20 años».

Explicó que «si se tratase de una variedad que ya está en la Estación Experimental, hace falta 1 año de vivero y otros 8 años en quinta, para recién entonces comenzar a ver resultados. Si es una variedad que se trae de afuera, hay que agregarle otros 4 años más».

«Por eso -agregó- hay que tener en claro que cualquier proyecto de reconversión de la citricultura lleva entre 15 y 20 años, y en un país tan imprevisible como el nuestro, es muy difícil proyectar a tan largo plazo».

Loggio reiteró que su expectativa pasa por la reimplantación de la alícuota del 28% para los impuestos internos que deben pagar las gaseosas que no están basadas en jugos de frutas, como era hasta 1994.

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