Tras una jornada repleta de partidos y casi sin respiro entre uno y otro, se dio lugar a una final “clásica” con el emocionante encuentro protagonizado por Hípico Verde y Salto Grande, siendo las anfitrionas quiénes festejaron un título más, luego de resolverlo en la ejecución de penales australianos.
Más allá de la consagración del verde en un torneo muy cercano a los sentimientos de pertenencia, recordando que el certamen homenajea a la recordada Graciela Longhi, motor impulsor que le dio vida a la disciplina hockey en Hípico, así como también en otras instituciones de la ciudad. Se destaca la predisposición de los demás clubes que formaron parte de la novena edición, por lo cual se agradece al Club Victoria (de Corrientes), al Club San Jorge (de Villa Elisa), al Club Ferrocarril (de Federal) y al Club Salto Grande de Concordia que siempre está.
En materia de resultados, Hípico Verde ganó con autoridad su zona y el cruce para llegar a la final de la copa de oro sin sobresaltos. Salto Grande hizo lo propio, debiendo sortear en su camino dos clásicos ante Hípico Blanco, de los que salió victorioso. La final de la copa de plata fue para el Club Victoria de Curuzu Cuatia (Ctes.) que en un partido de muchas emociones logró imponerse ante Ferro de Federal. Y el tercer puesto de la copa de oro quedó en manos de Hípico Blanco tras vencer ajustadamente a San Jorge de Villa Elisa en una definición por penales no apta para cardíacos.
Y en resumidas cuentas, la clásica final comenzó siendo favorable para Hípico Verde que con el gol de Camila Marracini lograba abrir el marcador. Luego reaccionaría Salto Grande marcando el empate transitorio y un rato después se pondría arriba en el marcador, tras los goles de Menuela Lezcano y Sofía Tonelli. A poco del final y luego de insistir por los distintos frentes de ataque, Gabriela Álvarez igualó el encuentro en dos y consumido el tiempo regular de partido, la final de la copa de oro se resolvió desde los penales australianos, donde el verde se impuso por 2 a 1 con las conversiones de Camila Marracini y Agustina Silveyra.
Durante la premiación hizo uso de la palabra el entrenador Carlos Obregón, agradeciendo a cada una de las protagonistas, a los clubes que participaron, a los padres por siempre acompañar y a los integrantes de la subcomisión que siempre están. También habló Federico “Lobo” Müller (hijo de Graciela Longhi) que nuevamente estuvo en representación de la familia y trayendo al presente pequeños recuerdos de la gran trayectoria de su mamá. Y seguidamente Martín Villalba fue el encargado de llevar adelante la correspondiente premiación.
