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La Copal cuestionó el impacto que tendrá el congelamiento de precios

“Las empresas pueden perder plata por el producto que les quede congelado, las más grandes lo pueden bancar, pero si ponés las mismas condiciones para todos, a la pyme le haces mucho daño, presionando a las grandes terminan condicionando a todas”

Gustavo Lazzari de la Cámara de Chacinados

Por Florencia Barragan Noticias Argentinas

Los empresarios de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal) cuestionaron la política de congelamiento de precios que implementará el Gobierno. Consideran que no servirá para bajar la inflación y que podría impactar en la rentabilidad empresarial, al tiempo que alertan por las consecuencias en las pymes, y en la imposibilidad de controlar el cumplimiento. En tanto, otras cámaras empresarias que se muestran a favor de un congelamiento piden ir por más y congelar también los insumos.

Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal, se manifestó en contra del congelamiento, al asegurar que “no sirve en ningún lugar del mundo”. Además de mostrarse contrario a los controles, el abogado laboralista también considera que la inflación es multicausal, por lo que deberían aplicarse “otras políticas” para estabilizar la macroeconomía. Sobre los aumentos de precios, dijo que se explican en parte por la crisis global de suministros. Desde la Unión Industrial Argentina, que también preside, llevan realizadas reiteradas reuniones con el Gobierno para intentar llegar a alguna solución.

Por su parte, Gustavo Lazzari, de la Cámara de Chacinados (Caicha), entidad que integra Copal, opinó que el control de precios “va a fracasar”, debido a que consideró que “el aumento de precios es la consecuencia de la emisión monetaria”. Además, dijo que el Estado no podrá instrumentarlo: “Hay 270 mil puntos de venta de alimentos, 15 mil empresas productoras, y los supermercados comercializan tan solo el 30% de los alimentos”.

“El logo de la Copal es un pingüino, porque se formó para oponerse a los congelamientos de precios, creo que no funcionan”, afirmó Lazzari, empresario pyme y miembro de Copal, aunque aclaró que sus opiniones son a título personal. El candidato en la lista de Ricardo López Murphy descartó que existan monopolios al considerar que, en el caso de los frigoríficos, hay más de 300 en todo el país, y que ninguno supera el 20% del mercado.

En tanto, Juan Airoldes, presidente de la Unión de Industriales Fidereros (Uifra), otra cámara que integra Copal, también se mostró en contra de la medida del Gobierno. Explicó que el congelamiento se da en el producto final, como ocurrió con la resolución 100 de Precios Máximos, que duró 15 meses, en donde se congelaron precios, pero hubo aumentos de costos en salarios, combustibles, plásticos, trigo, luz y gas. “Las tarifas si suben para los industriales”, afirmó.

“Las empresas pueden perder plata por el producto que les quede congelado, las más grandes lo pueden bancar, pero si ponés las mismas condiciones para todos, a la pyme le haces mucho daño, presionando a las grandes terminan condicionando a todas”, aseguró Airoldes en diálogo con este diario. El titular de la cámara industrial de los fideos aseguró que son los que más se verían impactados, porque es donde hay más variedad tanto en Precios Cuidados como Super Cerca. Opinó que es una industria que ya está “sobreofertada” en las góndolas, y que no necesitan un ancla: “Un paquete de fideos de $60 cuesta menos que un alfajor”, afirmó.

En cuanto a qué posibles soluciones se podrían implementar para estabilizar precios de la canasta básica, Airoldes consideró que están “a favor de la libre competencia”, pero que en esta situación están dispuestos a “poner el hombro” y negociar dentro de programas como el de Precios Cuidados, o que se revise alguna cadena específica que presente distorsiones. Para Lazzari, la solución pasaría por un “anuncio de un shock de oferta”, con medidas como “bajar la presión tributaria o eliminar la industria del juicio”.

Por fuera de la Copal, otros empresarios se mostraron a favor del congelamiento. Víctor Fera, dueño de Maxiconsumo y Marolio, aseguró que es clave para darle un “alivio a los bolsillos de los consumidores”. Por su parte, Daniel Rosato, fabricante de productos de limpieza, aseguró a Ámbito que está “a favor” de estas medidas para lograr “sostener los precios”, pero opinó que el problema es que los costos siguen subiendo, sobre todo por el aumento de la energía y las materias primas. En su caso, para la producción de papel higiénico, manifestó faltantes de papel reciclado, y para eso opinó que deberían flexibilizarse las importaciones de ese insumo.

Además, Rosato opinó que deberían tomarse medidas para los insumos producidos localmente: “Para congelar precios hay que trabajar en toda la cadena, donde comienzan los aumentos, en el caso del acero subió 24% en dólares en 4 meses, todos los insumos difundidos tienen que congelarse también”.

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