El Observatorio de la Deuda Social Argentina, que depende de la Universidad Católica Argentina (UCA), informó que la pobreza afectó a fines del año pasado al 29 por ciento de los argentinos. Con respecto al último dato del año anterior existe un crecimiento de tres décimas. Estimaron que las primeras medidas del nuevo gobierno -sobre todo la devaluación- impulsaron la pobreza casi cuatro puntos a abril. La institución afirmó que en los tres primeros meses de este año la pobreza se incrementó en 1,4 millones de personas, mientras que otras 350 mil personas ingresaron a la indigencia, y estimó en 34,5 por ciento el índice de pobreza en marzo de este año, lo que equivale a 13 millones de individuos en todo el país.
«Teníamos pensado dedicarnos a la presentación de un informe sobre pobreza y desigualdad de 2010 a 2015, pero ante la situación económica complicada vinculada al aumento del costo de vida y al actual proceso inflacionario nos vimos obligados a abordar la situación actual», señaló el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia, en conferencia de prensa.
El investigador aseguró: «La situación económica de estos meses invita a la preocupación a quienes nos dedicamos a analizar la pobreza y la desigualdad», y sostuvo que «el aumento de pobres es el fracaso del sistema político económico para generar un crecimiento equitativo con igualdad de oportunidades».
Por otro lado, la indigencia fue del 5,3 por ciento en 2015 y mostró una baja desde el último dato difundido. En abril, ya habría subido al 6,2 por ciento.
El último dato difundido por la UCA fue en julio del año pasado y refirió a 2014. En ese entonces, se informó que la pobreza había crecido durante 2014 y afectaba al 28,7 por ciento de la población. Se trataba de 11 millones de personas. En tanto, la indigencia también se había incrementado y había llegado al 6,4 por ciento el año pasado (dos millones de argentinos), informó La Nación.
El último dato del Indec es de mediados de 2013 (primer semestre) y fue difundido a fines de ese año. Entonces, el organismo estadístico intervenido por el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner había determinado un nivel de pobreza de 4,7 por ciento. El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, entendió en ese momento que seguir dando información sobre el tema era «estigmatizar» a los pobres. Aníbal Fernández dijo que en Alemania había más pobres que en la Argentina y señaló que «el Estado no está para contar pobres».
El nuevo director del Indec, Jorge Todesca, adelantó que en agosto o septiembre el organismo estadístico podría comenzar a difundir su indicador de pobreza. En mayo, saldría -en tanto- las canastas básica y alimentaria, el primer paso hacia un nuevo indicador.
