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Martín Soria se reunió con la Corte Suprema por primera vez y se dedicó a criticar a la Justicia y a la “mesa judicial” del macrismo

Soria solo estuvo 30 minutos con los jueces y en el encuentro apuntó contra el máximo tribunal al que acusó de tener “una crisis de funcionamiento”. Es la primera visita al máximo tribunal que realiza el Ministro de Justicia desde que asumió hace 8 meses. Soria se presentó con toda la retórica kirchnerista al respecto y no fue posible tocar el tema del Consejo de la Magistratura.

El Ministro Soria se reunión con la Corte Suprema a 8 meses de su asunción.

A ocho meses de haber asumido en el cargo, el ministro de Justicia, Martín Soria, se reunió este martes por primera vez con los cuatro jueces que integran la Corte Suprema de Justicia y en el encuentro criticó duramente a la Justicia, a la «mesa judicial» del macrismo e incluso apuntó contra el máximo tribunal al que acusó de tener «una crisis de funcionamiento que atenta contra su legitimidad». Si bien se esperaba que fuera el tema central de debate, la reforma del Consejo de la Magistratura que planea llevar al Congreso el Gobierno quedó tapada por las declaraciones del funcionario.

En la reunión, según fuentes, Soria recordó que «durante el gobierno de Macri se conformó una mesa judicial del Poder Ejecutivo que influía ilegalmente en la administración de justicia, se llevaban a cabo visitas obscenas entre funcionarios judiciales y las máximas autoridades del ejecutivo en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, y se desplegó un sistema de espionaje ilegal con participación de jueces y fiscales inédito en nuestra historia. Todo ello, con el objetivo de llevar a cabo una persecución de dirigentes políticos sin precedentes”.

En esa línea, haciendo referencia a Fabián Rodríguez Simón, ex asesor judicial del macrismo, recordó que “paradójicamente, el principal diseñador de la política judicial de Mauricio Macri, actualmente se encuentra prófugo de la justicia argentina en Uruguay.”

La cita con los ministros del máximo tribunal arrancó pasadas las 10 de la mañana y duró 30 minutos. Se preveía que fuera protocolar, pero fue un encuentro tenso por los cuestionamientos del ministro. Sobresalieron en el abanico de quejas las presuntas demoras en algunos fallos y críticas a la relación de la Justicia con los medios de comunicación, ya que según fuentes del Ministerio de Justicia «hay anticipación mediática de fallos judiciales».

Sobre la Corte, fue tajante: «No podemos permanecer callados ante lo sucedido. La Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia social, como el caso Blaquier o como hace ahora con el caso Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord fallos que sólo son urgentes para la corporación judicial, como el caso de los jueces Bruglia y Bertuzzi».

Y añadió: «La Corte tiene la posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos máximos para resolver, más aún cuando resuelve más del 70% de los casos sin dar fundamentos”.  Tras ello, Soria hizo entrega de un pedido de informes presentado por organismos de las Naciones Unidas. El documento señaló la “profunda preocupación por la ostensible demora en que viene incurriendo la Corte Suprema en resolver las causas de lesa humanidad” y recordó que esas demoras “contravienen las obligaciones internacionales del Estado argentino” y “debilitan el estado de derecho”.

El ministro también criticó duramente la “llamativa anticipación mediática de futuros fallos judiciales, tanto de la Corte como de los tribunales inferiores”. Y cuestionó cómo se designaron las autoridades del máximo tribunal en septiembre pasado, cuando Horacio Rosatti fue proclamado nuevo presidente y Carlos Rosenkrantz como vice. «El pueblo argentino es profundamente democrático: si la máxima autoridad del Poder Judicial se elige con dos auto-votos, difícilmente la sociedad recupere la confianza en la Justicia”, trasladó a los jueces.

Además, sostuvo que “el Congreso puede sancionar todas las leyes que sean necesarias para reformar la justicia pero, si en última instancia, la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas, seguiremos en la misma situación”.

El clima caliente puertas adentro quedó demostrado en una serie de tuits que publicó Soria tras su salida de la reunión donde contó las críticas que le hizo al máximo tribunal. Sostuvo que en la cita expresó «preocupación por la gravedad institucional a la que llegó la Justicia en los últimos 5 años, consecuencia directa de la Mesa Judicial que conformó el gobierno anterior para presionar jueces».

Además, fue durísimo con la situación actual de la Corte que tras la renuncia de Helena Highton funciona con cuatro integrantes, el presidente Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. «La propia Corte tiene una crisis de funcionamiento que atenta contra su legitimidad. Necesitamos una justicia ágil, que trabaje de cara a la gente. Una justicia que se ocupe de los problemas que les preocupan a todos los argentinos».

El encuentro, que fue pedido por Soria, se dio justo cuando la Corte prepara un fallo que declararía la inconstitucionalidad de la reforma del Consejo de la Magistratura, un proyecto de Ley que se votó en 2006 y fue impulsado por la entonces senadora Cristina Kirchner. En esa Ley el kirchnerismo le daba más poder a la política dentro del organismo para poder controlar a los jueces.

La reunión, de hecho, se hizo efectiva unas horas después del envío por parte del Gobierno del proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, que busca anticiparse a ese fallo.

La relación del oficialismo con la Corte fue fría desde que asumió Alberto Fernández. Cuando el máximo tribunal era presidido por Carlos Rosenkrantz, desde los sectores más duros del Gobierno vinculados al kirchnerismo, lo acusaban de estar vinculado a Cambiemos ya que su nombramiento había sido impulsado durante la gestión de Mauricio Macri. La situación no cambió con la llegada de Rosatti a la presidencia.

El malestar es tan fuerte del Gobierno con la Corte que a pesar de que Soria asumió hace ocho meses nunca pidió una reunión formal -algo habitual para un ministro de Justicia- hasta ahora. La anterior ministra, Marcela Losardo, se había reunido una sola vez con los integrantes del máximo tribunal.

El encuentro estuvo signado por el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura. El plan del Gobierno es ponerle un límite a la Corte que con el fallo que prepara podría volver a la instancia anterior a la reforma de 2006 en la que el que presidía el organismo era el presidente del máximo tribunal.

Pero Soria, según fuentes al tanto del encuentro, casi no hablo de la iniciativa que aparece con dificultades para que sea aprobada con la nueva conformación del Congreso. Fuentes judiciales sostenían que podía terminar como los proyectos de ley de reforma judicial y cambios en la Procuración, sin chances de ser aprobados.

En el Gobierno no quieren saber nada con que Rosatti controle el organismo que se encarga de nombrar y sancionar a los jueces. Por eso el proyecto plantea que el presidente del Consejo debe ser elegido por los consejeros, como es hoy.

Fuente: Clarín

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