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Matías Kulfas escondió la mano y negó haber sugerido direccionamiento

El exministro declaró frente al juez Rafecas y al fiscal Stornelli, por la licitación del gasoducto Néstor Kirchner; en una declaración de más de dos horas negó haber sugerido direccionamiento de la obra y prácticamente se desdijo de todo.

Matías Kulfas se desdijo frente al FIscal y el Juez

En una exposición de casi dos horas, el exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas negó en la Justicia tener conocimiento de posibles delitos relacionados con la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Kulfas aclaró que sus expresiones, tanto en off the record como en público, no fueron más que “discrepancias y discusiones políticas y de políticas públicas”, ante lo que consideró un ataque injustificado hacia su ministerio de parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

“Lo primero que tengo que manifestar es que en ningún momento quise señalar o hacer mención a actos de corrupción“, declaró el exministro, de acuerdo con el acta de la audiencia, a la que tuvo acceso LA NACION. Afirmó que, de haber tenido “algún elemento” que indicara que existieron posibles actos de corrupción, los hubiera denunciado en la Justicia.

Kulfas declaró durante casi dos horas ante el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Stornelli, como testigo en la causa abierta por supuestas irregularidades en la licitación del gasoducto. Respondió todas las preguntas del juez y el fiscal y atribuyó los errores en el off the record -cuyo contenido reconoció como propio- “al apuro por emitir una respuesta”.

El exministro no había denunciado corrupción en el gasoducto, pero a través de declaraciones off the record había sugerido que Ieasa (ahora rebautizada Energía Argentina), la empresa que licita las obras, debió haber hecho un pliego diferente para que pudieran competir otras empresas y destacó que quienes conducen ese organismo son gente cercana a la vicepresidenta (la preside el santacruceño Agustín Gerez).

“Mis declaraciones hacían referencia exclusivamente a cuestiones de política pública y de política industrial, y tenían que ver con un conjunto de declaraciones, que había realizado la señora vicepresidenta de la Nación en el acto por los 100 años de YPF, las cuales consideré ofensivas e injustificadas hacia nuestra gestión en el Ministerio de Desarrollo Productivo”, declaró Kulfas, según consta en el acta de la audiencia. “Si hubiese tenido algún elemento que indicara la existencia de posibles actos de corrupción, los habría denunciado en sede judicial”, afirmó.

Kulfas destacó que el ministerio que él dirigía “no tuvo ninguna intervención directa en cuanto a las características técnicas de la licitación” y les dijo al juez y al fiscal que él no podía opinar sobre esas características porque no las conocía. El exministro aportó dos pendrives con los audios de sus declaraciones radiales.

“Respecto de la firma Techint -dijo- no tengo elementos para hablar de direccionamiento, sino que la referencia es una cuestión tecnológica y productiva. Techint, al igual que otras grandes empresas trasnacionales, posee plantas productivas en diferentes países, con el objetivo de ganar escala productiva y eficiencia.”

Ante la consulta de si era posible que otras compañías nacionales participaran en la provisión de las chapas para la construcción del gasoducto por fuera de Techint, que resultó adjudicataria, Kulfas aclaró que “serían opciones para el futuro”.

“Se podría en el futuro, probablemente, producir en el país esa chapa. Pero claramente los tiempos que demanda la construcción del gasoducto, la necesidad de tenerlo rápido para ahorrar divisas por importación de gas, hacen que esas sean opciones para el futuro, no para el presente”, afirmó.

Sobre el off the record que provocó la reacción del kirchnerismo, Kulfas dijo: “Como es de público conocimiento, circuló en ámbitos periodísticos una información que complementaba mis declaraciones en las emisoras radiales ya mencionadas, dicha información no estaba destinada a ser circulada masivamente, sino que era un conjunto de conceptos al solo efecto de que la responsable de prensa del ministerio las tuviera, frente a eventuales consultas periodísticas”.

Kulfas reconoció que su publicidad “generó un malestar muy importante dentro de las máximas autoridades del gobierno” y que eso provocó su salida del gabinete. “Me pareció pertinente presentar mi renuncia para descomprimir una situación de tensión política, pero insisto en que todos los conceptos vertidos en esa información y en las entrevistas realizadas en ‘on’ tenían que ver pura y exclusivamente con cuestiones políticas, y de políticas públicas”, insistió.

El fiscal le preguntó a Kulfas qué quiso decir cuando a través de las declaraciones en off se quejó del “internismo exasperante dentro del equipo de la Secretaría de Energía”, definido como “internismo dentro del internismo”. El exministro contestó: “Está expresado en la carta. Tiene que ver con diferencias acerca de la implementación de algunos aspectos de la política energética. Uno de ellos es la política tarifaria y los subsidios a la energía. También respecto a la velocidad e impulso al desarrollo del sector hidrocarburífero, el cual es fundamental para el desarrollo del país. Son diferencias políticas, en ningún caso son elementos que me hayan hecho pensar en actos de corrupción”.

Stornelli le preguntó también sobre su relación con Alberto Fernández. Kulfas dijo que no había vuelto a hablar desde el lunes y afirmó: “Sobre el tema que nos ocupa no teníamos diferencias”. En cuanto a Cristina Kirchner, dijo que había “tenido muy poca relación directa” y que nunca había conversado con ella sobre el gasoducto”.

La situación del exministro es inusual: citado como testigo, fue el único imputado en esta causa. Según fuentes judiciales, lo señaló el fiscal Stornelli en su requerimiento de instrucción como posible responsable del delito de omisión de denuncia. Todo funcionario público está obligado a denunciar los delitos de los que tiene conocimiento. Rafecas separó esa parte del caso y la mandó a sorteo. Le tocó al juez Ariel Lijo. Pero todo indica que Lijo se la va a devolver a Rafecas. Con esta declaración, la denuncia contra Kulfas por el delito de omisión de denuncia está “doblemente sepultada”, según los términos que usó una fuente que interviene en la investigación.

El tramo Neuquén-Buenos Aires de la obra del gasoducto Néstor Kirchner se licita en tres etapas. La primera es la que fue cuestionada por Kulfas y tiene como objetivo a la contratación de los tubos de acero con costura. Esa contratación a la firma Techint es por unos 436 millones de dólares. La segunda licitación es para adjudicar la obra civil. Y la tercera, para la adquisición de válvulas. La Justicia ya se hizo del expediente de esa tercera licitación.

Si bien la declaración de Kulfas debilita la acusación, el expediente todavía tiene medidas pendientes y una agenda que se extenderá durante la semana que viene: el lunes deberá declarar el extitular de la unidad ejecutora de Enarsa a cargo del proyecto Antonio Pronsato, quien fue citado como testigo.

El martes y el miércoles próximos se llevarán adelante audiencias orales en las que expertos designados por empresas extractoras y transportadoras de gas deberán responder preguntas de los funcionarios judiciales acerca de cuestiones específicas de la construcción de un gasoducto.

La investigación tiene su origen en una denuncia que presentó el abogado Santiago Dupuy de Lome, que recayó por sorteo en el juzgado de Rafecas. El denunciante mencionaba que se debían investigar los posibles delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario publico y abuso de autoridad. También se sumaron otras dos denuncias de los diputados Graciela Ocaña y Waldo Wolf, y de Yamil Santoro, de la Fundación Apolo, todos de la oposición.

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