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Pablo Javkin Intendente de Rosario: “El fenómeno del narcotráfico abarca a toda la Argentina”

En una entrevista con Matías Moreno de La Nación, el intendente de Rosario explica los motivos del “recrudecimiento de la violencia narco” y manifiesta su preocupación por la indiferencia del Gobierno Nacional. Advierte sobre la expansión del crimen organizado en el país y hace un balance de las reuniones con Horacio Rosatti y Alberto Fernández.

Javkin, Intendente de Rosario; Aníbal Fernández, Ministro de Seguridad de la Nacion; Perotti, Gobernador de Santa Fe.

Inquieto por el recrudecimiento de la violencia narco en Rosario, el intendente de esa ciudad, Pablo Javkin, decidió tocar puertas para “conseguir respuestas”. En un raid de encuentros, reclamó asistencia al Gobierno nacional y al Poder Judicial para contener de forma coordinada el avance del crimen organizado en su distrito. “Este fenómeno abarca a toda la Argentina y requiere respuestas institucionales de todos los niveles”, remarca.

Ayer, Javkin, un dirigente de extracción radical que explora una alianza con Juntos por el Cambio, trazó un duro panorama sobre la situación en Rosario, epicentro de la violencia narco, en una reunión a solas con el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. También le transmitió su preocupación al Presidente y al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en una cumbre en la Casa Rosada a la que asistió junto al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.

“Lo que hoy ocurre en Rosario, por ser el polo logístico más importante del país, está sucediendo en otros lugares de la Argentina, aunque no se manifieste de forma violenta. Ojo”, advierte.

-¿Cuál es su balance de las reuniones con el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y el presidente Alberto Fernández?

-Lo importante es que se entienda que el fenómeno del narcotráfico abarca a toda la Argentina y requiere respuestas institucionales de todos los niveles. Necesitamos esas respuestas en los campos específicos vinculados a la presencia de las fuerzas federales en forma permanente en Rosario, al comando unificado, a la modificación en la estructura de la Justicia federal de Santa Fe, al avance de las urbanizaciones de los barrios populares y, sobre todo, al cambio en el Sistema Penitenciario de la Argentina, donde hoy se originan el 90% de los delitos. Ahora, hay que cumplimentar la agenda que se trabajó. Esa es la expectativa.

-¿Encontró más receptividad a sus reclamos en Rosatti o en Fernández?

-En los dos ámbitos hubo cosas muy concretas que vamos a trabajar en estos días. En el caso de Rosatti, en su doble rol, como titular de la Corte y del Consejo de la Magistratura, era fundamental su opinión respecto a esta idea de escindir el capítulo de la reforma judicial de Santa Fe del proyecto general del oficialismo, que está trabado en la Cámara de Diputados. El viernes van a estar presentes en Rosario todos los jueces federales de la Argentina y los ministros de la Corte. Son hechos muy importantes para nosotros. Como intendente, yo quiero cuidar a mi vecina y vecino y obtener respuestas. Y que esto salga de las grietas y se ponga de manera concreta en una agenda de trabajo es fundamental.

-¿Cuál es la situación hoy en Rosario y qué escenario le describió al Presidente y a Rosatti?

-La situación es de un aumento grave de delitos violentos, con asesinatos y balaceras, incluso con algún nivel de extorsiones, que son organizados casi en su totalidad desde cárceles, por personas que están cumpliendo condenas o están detenidas. Y esto se manifiesta en la regla que hay que evitar –ya se estudió en otros país- donde la cárcel empieza a controlar la calle. Y eso se refleja en el crecimiento de homicidios violentos, que están ligados a disputas territoriales del narcotráfico. También estoy obligado a decir que Rosario juntó a 560 mil personas en seis días que disfrutaron los juegos sudamericanos en un espacio público. Es decir, Rosario tiene cosas maravillosas, pero tiene en este tema una alerta gravísima por el recrudecimiento de la violencia y delitos conexos por la libertad que tienen para actuar los integrantes de estas bandas, incluso, estando detenidos y condenados.

-¿Por qué recrudeció la violencia en Rosario, el corazón del narcotráfico, en estos meses?

-Rosario es el corazón logístico de la Argentina, para lo bueno y lo malo. Las armas y la droga no entran por Rosario, no salen del subsuelo de la ciudad.

Evidentemente, las fallas en los controles al lavado de dinero, al ingreso de armas y drogas después repercuten en la disputa violenta que se desata en el territorio. Eso vemos hoy. A su vez, hay juicios orales que se están desarrollando en la Ciudad y algunas detenciones desequilibran la situación de las bandas y eso genera una disputa más marcada, entre personas que están cumpliendo condena.

Pero tanto a nivel de controles al lavado de dinero o ingreso de armas como en la situación de los barrios o el avance de las causas federales y el sistema penitenciario es decisivo que actuemos todos juntos, de forma coordinada y al mismo nivel.

-¿Hubo un retroceso de la presencia policial en las zonas críticas respecto de la gestión de Miguel Lifschitz y Maximiliano Pullaro?

-En paralelo a esto, hay una situación en la policía provincial, donde ha habido cambios recientes tanto en el Ministerio de Seguridad como en la fuerza que repercuten [en el territorio]. Obviamente el planteo tiene que ver con las debilidad de nuestra policía, sobre todo, en relación al resto de los delitos predatorios que el vecino sufre cada día. La mayoría de estos hechos se concentran en un porcentaje pequeño del territorio, pero en el resto de la Ciudad se siente la debilidad de esa fuerza policial.

-¿Qué medidas concretas se requieren para contener la situación y frenar la escalada de violencia?

-Un comando unificado, que llegaría el viernes. Eso permite ordenar de forma unificada la presencia de fuerzas federales. La instalación efectiva del destacamento de Gendarmería hará que el gendarme viva en la Ciudad y no haya rotaciones de personal. En principio, vendrían 300 efectivos.

También se requiere mejorar los niveles de control en el Servicio Penitenciario federal y provincial; y avanzar con la urbanización de los barrios populares, que están en trámite. Por último, la idea que podamos tener un capítulo de la reforma judicial. Tenemos la misma estructura de la justicia federal hace cincuenta años. Cuando miramos las investigaciones judiciales o juicios a las bandas no son por delitos federales, sino por causas conexas al narcotráfico.

-¿Qué le dijeron el Presidente y Aníbal Fernández? ¿Difieren en el diagnóstico?

-El Presidente estaba en conocimiento de la situación, pero hay siempre una discusión sobre cómo se mira el tema. Es cierto que hay una suba del número de detenciones que obtuvieron las fuerzas federales, que son más de 400, pero como las cárceles no son un límite a la consecución de los delitos, entonces, ese aumento de los arrestos no tiene necesariamente un efecto en la calle. Hay que alinear eso.

-¿El Presidente tenía otro panorama de la situación y defendía su gestión?

-Miraban el número de detenciones. Y el problema es cómo impacta eso en la calle. Ahí estuvo la discusión. Por eso, el comando unificado es muy importante para nosotros. Las fuerzas federales deben estar en los lugares más importantes. Si la consecución de los delitos se sigue dando dentro del sistema carcelario, evidentemente el impacto del número de detenciones no es fuerte.

-¿Omar Perotti coincide con su visión?

-Sí. Mi única prioridad es que podamos vivir tranquilos y mostrar las cosas maravillosas que tiene esta ciudad, que muchas veces quedan opacadas por esto. Yo veo con mucha preocupación las insuficiencias que tiene la Argentina en relación al narcotráfico. Lo que hoy ocurre en Rosario, por ser el polo logístico más importante, está sucediendo en otros lugares, aunque no se manifieste de forma violenta. Ojo con esto.

-¿Percibe una expansión silenciosa del narcotráfico en el país?

-Bueno, cuando uno ve las debilidades del sistema carcelario, en los esquemas de inteligencia criminal y de lavado. En cuanto a la persecución estructural del narcotráfico, la Argentina tiene una debilidad muy marcada. Eso va más allá del escenario de la violencia. Además, hay un aumento en los niveles de consumo en los chicos. Ese tema muchas veces está fuera de la agenda.

-¿Hubo un cambio en relación a la gestión de Cambiemos? ¿Hay una resignación del gobierno local o falta decisión política del kirchnerismo para combatir al narcotráfico?

-Porque no hay constancia. Si miramos los últimos 20 años, hemos tenido períodos de mayor presencia. Claramente, tuvimos eso en la etapa de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad. Y es lo que esperamos lograr ahora. Pero el problema es el vaivén de la Argentina. En estas cuestiones tiene que haber continuidad. Muchas veces se habla de las políticas de Estado como algo vacío. Acá hay un ejemplo de que no lo es. Necesitamos años de constante trabajo, con incorporación de tecnología, capa sobre capa, en el poder político y en el judicial también. Necesitamos planificar seriamente las capacidades estatales e integrales en relación al combate del narcotráfico. Eso no lo tiene el país.

También ha habido cambios a nivel Nación. Ahora hay una mirada del tema que esperemos que se efectivice.

-¿Ve ahora una reacción del Gobierno?

-Es lo que esperamos, en función de estos cinco puntos que te mencionaba. Para mí, es muy importante conseguir cosas. Soy intendente y necesito conseguir respuestas y priorizo eso sobre cualquier evaluación. No es que no la tenga.

-¿Espera respuestas?

-Me fui a Rosario y tengo la confirmación del ministro [Aníbal Fernández]. El viernes vamos a tener al comando unificado.

-Hay sectores del gobierno que impulsan una legalización. ¿Sería una solución?

-No mezclaría esa discusión acá. Primero, no estamos hablando de las drogas que están dentro del debate de la legalización. Segundo, tenemos que hacer hincapié en las políticas de prevención del consumo. Y tercero, los niveles de inteligencia criminal están dentro de las capacidades básicas que un país necesita.

-¿Hay connivencia entre grupos narco y sectores de la política?

-Los volúmenes de dinero que mueven el narcotráfico penetran las instituciones, siempre. Ojo que en los lugares donde no se manifiesta violentamente es porque está ordenada la violencia, no porque esté regulado el delito.

El mapa electoral rumbo a 2023

-¿Usted pretende sumarse a Juntos por el Cambio? ¿Hay posibilidades de que integre un frente opositor en Santa Fe en 2023?

-Nosotros tenemos que federalizar la política en la Argentina, porque muchas veces se discuten sobre los problemas, como el subsidio al transporte o temas básicos de seguridad o la cuestión productiva, que carecen de una mirada del interior. Necesitamos generar fuerzas políticas en las provincias que tengan una indentidad para que después puedan pujar en el escenario nacional. En ese marco, estoy convencido de que en Santa Fe podemos hacer una gran fuerza que no solo logre cambiar las cosas en la provincia, sino que influya en el armado a nivel nacional.

-Da la sensación que los polarizadores se imponen: se revaloriza Macri y Cristina retiene poder. ¿Hay chances de que el próximo gobierno tenga un perfil moderado en este escenario?

-La Argentina tiene que poder discutir los temas con seriedad. Los gritos y la grieta no permiten hacerlo, entonces no hay gestión. Necesitamos continuidad de gestión. Esto puede ser poco atractivo en el debate político y emocional porque la gente tiene mucha bronca. Pero creo que las soluciones vienen –y no hay ejemplo contrario en el mundo- cuando se trabaja con debates serios y constantes y se toman políticas que tengan continuidad en el tiempo.

Lo que le falta a la política argentina es soluciones generadas a partir del trabajo constante. La gente siente bronca porque no hay resultados. Entonces, nos tenemos que concentrar en conseguir resultados, no en ponernos en la cabeza del enojo de la gente.

-¿Faltan esos ámbitos de diálogo o hay temor en la dirigencia a tender puentes?

-Claro que faltan y hay miedo de generarlos porque la emoción de la sociedad pareciera ir para otro lado. Hay que animarse a ir contra eso, pero lo digo en el mejor sentido, entendiendo la causa. La causa es correcta: ¿cómo no vamos a estar enojados? Ahora, el tema es el rol que tiene cada uno. ¿Me quedo enojado con lo que pasa en Rosario o voy a ver al gobernador, al presidente o al titular de la Corte? Tenemos que encontrar respuestas.

-¿Javier Milei capitaliza esa bronca o es un fenómeno temporal?

-Será temporario o no en función de las respuestas que se puedan dar. Y también de lo que pueda ofrecerse como opción. La política tiene que encontrar las soluciones, no sumarse a la emoción de la gente. Estamos obligados a construir un espacio político que pueda dar respuestas y brindar soluciones. Y esas soluciones tiene que tener, sí o sí, un peso más fuerte del interior del país. De lo contrario, los temas estratégicos de la Argentina se miran sin entender las fortalezas que el país tiene.

-¿Usted votaría a Mauricio Macri?

-No pertenezco a Juntos por el Cambio, pero creo que tenemos que ir para adelante y que la sociedad necesita nuevas respuestas. Eso lo digo sin ninguna calificación personal. La Argentina necesita salir de la trampa en la que vive hace veinte años. El país requiere algo nuevo que nos permita salir de la grieta. En eso trato de aportar.

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