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Piden justicia por un joven asesinado por defender a sus hermanos en Bovril

Jonathan Martínez tenía 18 años y un futuro como boxeador. En febrero una patota lo mató de una puñalada y garrotazos. Su familia exige cárcel para los culpables.

La madrugada del 12 de febrero habían existido varios episodios violentos generados por una patota del barrio San Roque de la localidad de Bovril, Departamento La Paz. El último se produjo minutos antes de las 5, cuando los hermanos Martínez eran agredidos. Uno de ellos estaba en su casa y salió a defenderlos. Cuando se metió en el tumulto, recibió una puñalada y varios garrotazos que terminaron con su vida.

Los acusados quedaron presos, pero ya están libres nuevamente, a la espera de una decisión de la Justicia. La familia y los amigos de la víctima esperan que los asesinos paguen con la cárcel. Vicente Martínez, el padre de Jonathan, contó a UNO que sus hijos ya estaban amenazados, y esa noche estaba durmiendo cuando llegaron a avisarle que a otros de sus hijos les estaban pegando en la cuadra. “Lo amenazaron a mi hijo, vinieron a avisarme que le estaban pegando, el que me mataron salió a buscarlo”, recordó. Cuando él salió a ver qué sucedía, “había una oscuridad tremenda”, contó, y su hijo ya había sido herido de muerte.

El hombre lamentó que desde la noche del día anterior, tanto sus hijos como otras personas del barrio habían llamado a la Policía para que acudan ante los hechos de violencia protagonizados por el grupo de jóvenes que los tenían a maltraer, pero no tuvieron la respuesta a tiempo, y hoy lamentan las consecuencias: “Ya los habían amenazado y pegado en la calle antes, a él y a otro amigo de enfrente de casa que lo odiaban, y también a mí y mi familia me habían amenazado que nos iban a matar o hacer algo. Esa misma noche mis chicos y los vecinos llamaron a la comisaría, pero los policías nunca llegaron”, dijo Vicente.

El personal policial intervino luego en el lugar del episodio, en la esquina de Facundo Quiroga y 1º de Mayo, y tras recabar las declaraciones testimoniales de quienes presenciaron el hecho, detuvieron a tres sujetos mayores de edad. En el allanamiento a la vivienda se secuestraron algunos palos y prendas de vestir con sangre. Los acusados fueron trasladados a la Jefatura Departamental de La Paz, a disposición de la Fiscalía en turno. Se trata de Jonathan Gaitán y sus dos hermanos, sobre quienes el Juzgado de Garantías dispuso luego su excarcelación. Vicente dijo al respecto: “Ya los soltaron a todos, ahora supuestamente está el juicio”. “Algunos medios locales dijeron barbaridad de cosas, como el muerto no declara, decían cualquier cosa, hasta que después se enteraron cómo venía y nadie dijo más nada. Decían que mi hijo había andado haciendo quilombo, pueden preguntar en el barrio cómo era él”, se quejó Vicente. El hombre, que quiere “sacar un poco a la luz” el caso de su hijo, contó que Jonathan “estudiaba y hacía boxeo, el sábado él tenía una pelea en La Paz, con esa pelea y una más ya le daban la licencia para poder salir a boxear afuera de Entre Ríos, y no llegó”. Los acusados del homicidio viven a menos de 100 metros de la casa de la familia Martínez, en el barrio San Roque. Sobre ellos, Vicente afirmó que “andan en la droga, robando, tienen antecedentes por todo eso, y como están libres siguen en la misma joda”. Una localidad conmovida por un asesinato Los hechos de sangre no son habituales en Bovril, una localidad que no llega a los 10.000 habitantes, y menos aún de consecuencias fatales. El crimen de Jonathan Martínez conmovió a sus vecinos, en particular los del barrio San Roque, quienes ahora esperan que el caso no quede en la impunidad, y también que se tomen las medidas necesarias para que no se repitan.

 

 

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