El atraso de los combustibles genera un mercado paralelo en las fronteras, donde muchos buscan compensar los bajos márgenes que el negocio deja a los estacioneros. Una verdadera sangría que lleva al desabastecimiento y a la inseguridad. La suba en Misiones y otras provincias que limitan con países vecinos superó el 15%. También fijaron surtidores específicos para consumidores extranjeros y un cupo por automóvil. Quieren frenar el negocio de reventa de naftas y gasoil, que creció con fuerza en el último trimestre de 2021.
