Ante la imposibilidad de imponer por la fuerza un congelamiento y en medio de la negociación con el FMI, el Gobierno da marcha atrás con un programa incómodo e ineficaz, que solo surgió como relato pre-electoral. El espectro extraordinariamente pequeño que abarcaban las imposiciones de la Secretaria de Comercio Interior no tuvo ni por un segundo chance de colaborar en modo alguno a detener la inflación. La herramienta para alivianar los bolsillos de los consumidores seguirá siendo la de los ya consensuados y conocidos “Precios Cuidados”.
