La concesión de la autopista fluvial argentina que corre por el Río Paraná y que es considerada vital para el comercio exterior de la Argentina, se ha convertido en un terreno de pelea voraz. Una empresa interesada en la Hidrovía le pidió al embajador argentino en Pekín, Sabino Vaca Narvaja que interceda en la adjudicación; advirtió sobre los “beneficios políticos” de acceder al pedido
