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Testigo que dijo haber escuchado planes de tomar la Jefatura sembro confusion en el juicio

Tres testigos convocó la fiscalía durante la 15ª audiencia en el juicio que se les sigue a los policías imputados por el presunto delito de sedición. Uno de los testigos provocó la reacción airada de la defensa. Incluso derivó en la intervención del juez Jorge Barbagelatta.

Eduardo Bértoli sostuvo que cumplía funciones en la división investigaciones. En su pormenorizado relato dijo que no participó de la protesta. En contraste, según su relato, tuvo una activa intervención en patrullar las calles de la zona céntrica y en inmediaciones de San Carlos Hogar, comercio que resultó finalmente devastado. Contó, asimismo, que la radio del móvil que conducía durante la madrugada del 9 de diciembre permanecía “sin modulación, la radio estaba muerta,” afirmó.

Horas antes, Bértoli, oficial de servicio en Comisaría Cuarta, señaló que estuvo presente en una reunión con el ex Jefe Departamental Lucio Villalba y su segundo Nelson Vega. Le transmitieron las gestiones sobre un aumento salarial y precisó que estaba al tanto de los petitorios con los reclamos elevados por los policías a sus superiores.

Si bien aclaró que nadie le prohibió salir de la jefatura sostuvo que “no era normal esa situación” en referencia al número de personas que circulaba por los pasillos de la central.

El segundo testigo de la jornada fue Mario Azambulla, efectivo que se desempeña en asuntos internos de la fuerza. Afirmó que vio al entonces Jefe de Logística, Silva, con el ojo tapado producto de golpes de acuerdo con declaraciones de testigos.

Su declaración no satisfizo al fiscal Mario Guerrero y pidió al presidente del tribunal Jorge Barbagelatta “refrescarle la memoria” al testigo al advertir ciertas contradicciones. Leyó un fragmento de su declaración previa durante la investigación penal. Azambulla ratificó que vio a un solo policía con uniforme y su arma reglamentaria. El resto, en caso de tenerlas no las exhibía, señaló.

Frente a la pregunta de un defensor negó inconvenientes en salir o entrar de jefatura.

A continuación, fiscalía ofreció el testimonio de José Risti, uniformado que prestaba servicio en el área informática en el comando radioeléctrico. Sus recuerdos de los acontecimientos fue tan breve que el defensor Alejandro Giorgio reaccionó: ¿Es todo lo que va a declarar? Ante el pedido, el agente sostuvo que entre el 4 y el 5 de diciembre escuchó diálogos telefónicos de su compañero Figueredo en el que le alertaban acerca de la toma de la jefatura. Después, informó, tomó licencia con parte de enfermo por conjuntivitis. También recordó que en su momento denunció amenazas de muerte por comentarios que le llegaron e intimidaciones a raíz de rayones que aparecieron en su auto y que asociaba a su declaración. Los rayones fueron peritados sin resultados concluyentes. “Me lo entregaron más rayado que antes, quedó a la intemperie”, ilustró.

Su declaración sembró tanta confusión que incluso intervino el magistrado Barbagelatta. Interrogó si comprendía la pregunta de Giorgio sobre la importancia de escuchar un diálogo en el que supuestamente presagiaba lo que iba a pasar y no notaba en ello un hecho significativo de las dimensiones que adquirió el 8 y 9 de diciembre de 2013. O si no le parecía que la supuesta frase “vamos a tomar el comando” no constituía un dato relevante para avisar a sus superiores, “no después de lo que pasó, sino antes o cuando estaba pasando”, se expresó didáctico el juez.

“Lo tomé como una charla normal”, respondió Risti. Pero ¿por qué no lo denunció inmediatamente? ¿Por qué no avisó antes? acerca de las presuntas conversaciones mantenidas por su compañero Figueredo, insistió el letrado. El juez, en tanto, medió en la controversia y le insistió que la idea del debate “es que lleguemos a buen puerto y nos entendamos”.

El testigo dijo que hubiese sido más simple “si me callaba la boca en este tema, si me quedaba tranquilo”. “Hasta el día de hoy es una situación incómoda”, aseguró.

La embestida de Giorgio continuó y solicitó alterar el orden y citar para hoy al testigo Figueredo y de ser necesario organizar un careo entre los dos.

Angustia

Ayer en tribunales el único ausente de los policías imputados fue Orlando Troncoso. Informaron que atraviesa un cuadro de angustia y por recomendación del tribunal recibirá asistencia de un psicólogo y un psiquiatra de la UP3 de modo de que acudan a su domicilio y el médico al menos le prescriba un tratamiento que disminuya sus niveles de ansiedad.

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