Redes de Noticias

Vecinos de barrio Centenario reclaman seguridad

maxresdefaultLlueve torrencialmente, como pocas veces en lo que va del año. El hombre regresa a su casa, empapado, a bordo de su moto. En la esquina de Chile y Guarumba lo intercepta otro hombre que le apunta con un revólver. En milésimas de segundos hay que tomar una decisión que es crucial, vital: ¿detenerse y someterse al delincuente o acelerar y escapar rogando que no pase nada?

Eso pasó este martes a las 14, en esa zona de Concordia. El relato es uno más de los que se multiplican, a diario, en los barrios Itatí, Centenario y Norte. En este caso, el protagonista optó por la segunda opción y salió bien. Ileso.

-A los hechos que relatan sólo falta, lamentablemente, que terminan asesinando a un vecino.

-Ese es el terror que tenemos. Va a pasar y cada día estamos viendo a quién no le tocó morir. Pero va a pasar.

Las palabras la pronuncia uno de los vecinos que accedió a dialogar con El Entre Ríos. Sus relatos estremecen. La inseguridad convive con ellos o, aún peor, es la que gobierna en ese sector que está bajo jurisdicción de Comisaría Cuarta. “Pasa de día, de noche, en cualquier momento. Es tierra de nadie”, define.

El domingo la paciencia de los vecinos, cual olla a presión, explotó. A la mañana, golpearon a un señor, en la intersección de calles Humberto Primo y Moulins. “Lo golpearon sin motivo, ni robo”, contó otra fuente entrevistada. Y hubo más. “A la siesta volvieron a asaltar a una señora en Humberto Primo y Gregoria Pérez. 4 tipos contra una mujer. El hijo los vio, los corrió, empezaron los gritos y los vecinos se levantaron. La gente estaba perdida, decidida a hacer cualquier cosa”, lamentó.

“Es un barrio hermoso, de gente trabajadora, comerciantes, docentes, profesionales y gente muy buena y ahora no podemos ni salir a la calle”, contó. Lo que está pasando es que, cuando finalmente sí salen, o terminan corriendo por su vida o violentándose del modo que justamente no quieren ser.

Por eso piden la intervención de la Justicia y han mantenido, esta semana, una reunión con Francisco Azcué, del Ministerio Público Fiscal que los recibió, escuchó y trasmitió interés en abordar el tema, ir al barrio y colaborar. Pero los vecinos también le hablan a las autoridades municipales: “queremos que el intendente venga al barrio Itatí, que sepa lo que nos pasa y que escuche nuestras propuestas”.

Le piden la construcción de una garita para que pueda ser utilizada por la Policía y que cierren un “pasadizo”, tal como los llaman, situado en zona de Moulins, entre Humberto Primo y Nogoyá. “Es la comidilla para ellos, hacen lo que quieren con los que pasan por ahí”, aseguró otra vecina y le hablan al intendente Alfredo Francolini: “el pasillo es de una vivienda que no tienen entrada ni salida. Que el intendente tome cartas en el asunto y lo cierre”.

Aseguran que “siempre son los mismos, como una familia” y que los tienen plenamente identificados, saben dónde viven, quiénes son y qué hacen a diario. “El sábado, en menos de 2 minutos, hubo 2 asaltos en la esquina de Nogoyá y Moulins».

Al fiscal le dieron información y firmas recolectadas en los barrios. Ya son más de un centenar los que suscribieron la nota pidiendo solución a tanta inseguridad. “Puntualizamos que tienen armas y las usan todo el día”, lamentaron.

-¿Hay drogas?

-Sí, mucha. Hay al menos 4 puestos de drogas, según los vecinos. Están los nombres, lugares y horarios. Los que pasa es que, al haber tantos puestos, están drogándose y en el camino te atacan, golpean o asaltan.

Otros testimonios. Recientemente, asaltaron en un comercio conocido del barrio. Lo golpearon al dueño y a su señora, aunque afortunadamente la Policía pudo dar con el ladrón y lo detuvo. Fue preso. La fortuna duró poco: “cuando lo liberaron fue y lo asaltó de nuevo como venganza”.

“En plazoleta Centenario ya no pueden ir más los chicos a jugar. Es impresionante ver cómo se drogan, se levantan y, como si nada, te apuntan con el arma o golpean a los que pasan como si nada o por nada. Eso le pasó a una pareja la semana pasada”, confió un tercer vecino que aseguró que hay cámaras de seguridad pero que desconocen si funciona.

Lo que les queda, de momento, es mantener unidad y seguir en alerta mientras alzan su voz pidiendo soluciones “Tenemos un grupo de Whatsapp para ayudarnos entre todos, para comunicarnos y llamar a la Policía. Tal vez creen que los agarramos para la joda pero es una cosa cierta, andan y andan sin parar”, contó para El Entre Ríos uno los que guarda su anonimato por miedo a posibles represalias.

Fuente: www.elentreríos.com

Facebook
Twitter
WhatsApp