KIEV, (Reuters) – Rusia atacó a Ucrania con cientos de drones y docenas de misiles el sábado, en el cuarto gran ataque este mes, dirigido contra ciudades occidentales y matando al menos a dos personas en Chernivtsi, en la frontera con Rumania.
El presidente Volodymyr Zelenskiy dijo que Rusia lanzó 597 drones y 26 misiles, matando a dos personas, hiriendo a 20 y dañando infraestructura civil desde Kharkiv y Sumy en el noreste hasta Lviv, Lutsk y Chernivtsi en el oeste.
Las unidades de defensa aérea ucranianas derribaron 25 misiles y 319 drones Shahed e bloquearon otros 258 drones con guerra electrónica, dijo la fuerza aérea.
«El ritmo de los ataques aéreos rusos exige decisiones rápidas, y ahora se puede frenar con sanciones», dijo Zelenskiy en la aplicación Telegram, lanzando un nuevo llamamiento a imponer duras sanciones a Rusia y reforzar la defensa aérea de Ucrania.
Esta guerra solo se puede detener con fuerza. Esperamos no solo señales de nuestros socios, sino acciones que salven vidas.
Este ataque es el último de una serie de ataques aéreos masivos de las últimas semanas. Rusia ha intensificado significativamente sus ataques con drones y misiles contra Ucrania desde junio.
La misión de observación de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania dijo que en junio se registró el mayor número de bajas civiles mensuales en tres años, con 232 muertos y 1.343 heridos.
Las ciudades occidentales de Ucrania, Lviv, Lutsk y Chernivtsi, fueron las más sufridas durante el ataque nocturno, dijeron las autoridades.
Ruslan Zaparaniuk, gobernador de la región de Chernivetskyi, dijo que una mujer de 26 años y un hombre de 43 años murieron y otras 14 resultaron heridas cuando drones rusos y un misil atacaron la ciudad, ubicada a unos 40 kilómetros (24 millas) de la frontera de Ucrania con Rumania.
Se produjeron varios incendios en toda la ciudad y varias viviendas y edificios administrativos resultaron dañados, dijeron funcionarios regionales.
En la ciudad de Lviv, en la frontera de Ucrania con Polonia, 46 casas residenciales, un edificio universitario, los juzgados de la ciudad y unos 20 edificios que albergan pequeñas y medianas empresas resultaron dañados en el ataque, dijo el alcalde.
«Las ventanas y las puertas volaron por los aires. Las cortinas se cayeron, el televisor salió despedido. El apartamento está cubierto de cristales rotos. Es horrible», declaró Oleh Sidorov, de 64 años, a Reuters en Lviv. «Quiero limpiar el apartamento. Pero no sé cómo voy a dormir por la noche; no hay ventanas».