En el atardecer de este lunes, una marcha de antorchas llegó hasta las puertas de la Casa de Gobierno en Paraná. Al descontento por los salarios se le sumó el enojo por el fallo judicial que prohibió el paro.
La protesta fue convocada por AGMER Paraná, con el apoyo de la agrupación Rojo y Negro, la más combativa dentro del gremio docente.
“Nuestro sindicato debe cumplir con lo que resolvió nuestro congreso el 26 de junio en Islas y garantizar la ejecución del paro y la marcha provincial pedida por las bases docentes”, reclamaron.
Tanto la marcha de antorchas como las horas en que los docentes se alejaron de las aulas constituyeron gestos que desafiaron el fallo de la jueza de feria Cecilia Bértola, que hizo lugar a una cautelar y ordenó sin más trámite la suspensión del paro que AGMER había convocado para este lunes.
Inmediatamente de conocida la resolución judicial, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) debió convocar a una reunión de urgencia de su comité ejecutivo provincial el sábado, y decidir, en medio de fuertes discusiones, acatar la resolución judicial.
Por mayoría, decidió suspender la huelga y la movilización con el argumento “de preservar a sus afiliados y a la entidad sindical de cualquier riesgo de sanción ante la eventual declaración de la ilegalidad de las huelgas previstas”, aunque rechazó “en todos los términos la demanda planteada por la Defensoría de Pobres y Menores”.
Pero los tres representantes de la Rojo y Negro que integran la conducción provincial de Agmer no estuvieron de acuerdo con el levantamiento del paro. “Nuestro sindicato debe cumplir con lo que resolvió nuestro congreso el 26 de junio en Islas y garantizar la ejecución del paro y la marcha provincial pedida por las bases docentes”, argumentaron.
La bronca encontró una vía de expresión en la marcha que al caer la tarde de hoy confluyó frente a la Casa Gris.
