
Por Guillermo Pérez
El gobernador Rogelio Frigerio había demostrado hasta ahora que era capaz de mostrarse lo suficientemente alineado con el presidente Javier Milei como para ser convocado en primera fila a las reuniones con los funcionarios nacionales para tratar las negociaciones pendientes entre nación y provincias y a la vez lo suficientemente distante y sólido como para seguir reclamando -incluso a través de la Corte Suprema de Justicia de la Nación- las deudas que el Estado nacional mantiene con la provincia de Entre Ríos.
Coordinadamente con el presidente del Pro, Mauricio Macri, armaron una estrategia para hacerle saber al presidente Javier Milei que están dispuestos a aportar a través de sus representantes legislativos los votos que le hagan falta para aprobar las iniciativas que necesita el gobierno e incluso el presupuesto 2025.
Allí se puso sobre la mesa que la provincia de Entre Ríos tiene pendiente una discusión por los fondos previsionales, que están actualmente reclamados en un juicio en la Corte Suprema, y una deuda que mantiene la Nación por fondos originados en la Represa de Salto Grande.
Los diputados entrerrianos tienen la indicación de que en las reuniones de comisión y en las negociaciones que se lleven adelante, estos temas tienen que estar presentes. Así lo confirmó la diputada Nancy Ballejos, la única representante del Pro de Entre Ríos en la Cámara de Diputados.
El gobierno nacional dio a conocer que está dispuesto a atender los reclamos de todas las jurisdicciones, pero que el límite es el déficit cero. Así, les tiró a las provincias el desafío de ponerse de acuerdo para definir qué se atiende y qué se posterga con los recursos previstos en el Presupuesto 2025.
La pretensión de Frigerio de que las acreencias de Entre Ríos estén contempladas y presupuestadas en el proyecto de ley de presupuesto 2025 se va a dar de frente estos días con esta iniciativa de pagar en especies las deudas que la nación tiene con la jurisdicciones provinciales.
Se sabe que en la provincia de Entre Ríos no son tantos ni tan buenos los bienes propiedad del Estado Nacional.
Los que pertenecían al Ferrocarril ya han sido transferidos en su mayor medida a las municipalidades y las propiedades correspondientes a instalaciones militares o de otro tipo no son tan significativas.
No hay empresas nacionales que operen en la provincia de Entre Ríos: los servicios están todos prestados o por privados o por el Estado entrerriano en el caso de Enersa y hacerse cargo de la explotación de rutas nacionales, como la 14, sería comprarse un problema gigante. La conversación sobre la ruta 14 la primera palabra que requiere es «inversión», término casi inaudible en el vocabulario de un gobierno que destina la mayor parte de sus recursos a pagar sueldos y pensiones y que tiene que recurrir cada vez más seguido a los exiguos fondos de Cafesg para poder apuntalar algunas obras.
La única esperanza que le queda a la provincia de Entre Ríos es que entre las alternativas de especies a canjear aparezca la Represa de Salto Grande. Ahí sí la discusión se puede poner interesante.