WASHINGTON, (Reuters) – La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, dijo al presidente Donald Trump en mayo que su nombre apareció en archivos de investigación relacionados con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, informó el miércoles el Wall Street Journal.
La revelación sobre la aparición de Trump en los registros del Departamento de Justicia sobre el caso amenazó con agravar la crisis política que ha sumido a su administración durante semanas. Algunos partidarios de Trump llevan años alimentando teorías conspirativas sobre los clientes de Epstein y las circunstancias de su muerte en prisión en 2019.
La Casa Blanca envió señales contradictorias tras la noticia. Emitió un comunicado inicial calificándola de «noticia falsa», pero un funcionario de la Casa Blanca declaró posteriormente a Reuters que la administración no negaba que el nombre de Trump apareciera en algunos archivos, señalando que Trump ya figuraba en un lote de materiales que Bondi recopiló en febrero para personas influyentes conservadoras.
Trump, que fue amigo de Epstein en la década de 1990 y principios de la de 2000, aparece varias veces en los registros de vuelo del avión privado de Epstein en la década de 1990. Trump y varios miembros de su familia también aparecen en una libreta de contactos de Epstein, junto con cientos de personas más.
Gran parte de ese material se había hecho público en el caso penal contra la ex socia de Epstein, Ghislaine Maxwell, quien fue sentenciada a 20 años de prisión tras su condena por tráfico sexual infantil y otros delitos.
Durante su juicio, la piloto de Epstein, quien durante muchos años había sido su compañera de viaje, testificó que Trump voló en el avión privado de Epstein varias veces. Trump ha negado haber estado en el avión.
Reuters no pudo verificar inmediatamente el informe del Journal.
Trump se ha enfrentado a una intensa reacción de sus propios partidarios después de que su administración dijera que no publicaría los archivos, revirtiendo una promesa de campaña.
El Departamento de Justicia dijo en un memorando a principios de este mes que no había base para continuar investigando el caso Epstein, lo que provocó la ira entre algunos partidarios destacados de Trump que exigieron más información sobre las personas ricas y poderosas que habían interactuado con Epstein.
Trump no ha sido acusado de ninguna irregularidad relacionada con Epstein y ha dicho que su amistad terminó antes de que comenzaran los problemas legales de Epstein hace dos décadas.
Bondi y el fiscal general adjunto Todd Blanche emitieron una declaración que no abordó directamente el informe del Journal.
«Ningún elemento de los archivos justificaba mayor investigación o procesamiento, y hemos presentado una moción ante el tribunal para que se hagan públicas las transcripciones del gran jurado», declararon los funcionarios.
«Como parte de nuestra sesión informativa de rutina, informamos al presidente sobre los hallazgos».
APARECIERON MUCHOS NOMBRES
El periódico informó que Bondi y su adjunto le dijeron a Trump en una reunión en la Casa Blanca que su nombre, así como los de «muchas otras figuras de alto perfil», aparecían en los archivos.
Epstein se suicidó en 2019 mientras esperaba el juicio por tráfico sexual, del que se había declarado inocente. En otro caso, Epstein se declaró culpable en 2008 de un cargo de prostitución en Florida y recibió una condena de 13 meses en lo que ahora se considera un acuerdo demasiado indulgente con la fiscalía.
La semana pasada, bajo presión política, Trump ordenó al Departamento de Justicia que solicitara la publicación de las transcripciones selladas del gran jurado relacionadas con Epstein.
El miércoles, el juez federal de distrito Robin Rosenberg rechazó una de esas solicitudes, al considerar que no entraba en ninguna de las excepciones a las reglas que requieren que el material del gran jurado se mantenga en secreto.
Esa moción surgió de las investigaciones federales sobre Epstein en 2005 y 2007, según documentos judiciales; el departamento también solicitó la revelación de las transcripciones en el tribunal federal de Manhattan relacionadas con acusaciones posteriores presentadas contra Epstein y Maxwell.
La semana pasada, el Journal informó que Trump le había enviado a Epstein una nota de cumpleaños obscena en 2003 que terminaba: «Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto».
Reuters no ha confirmado la autenticidad de la supuesta carta. Trump ha demandado al Journal y a sus propietarios, incluido el multimillonario Rupert Murdoch, alegando que la nota de cumpleaños era falsa.
RETROCESO DE MAGA
Trump y sus asesores llevan mucho tiempo involucrados en teorías conspirativas, incluyendo la de Epstein, que han calado hondo entre su base política. La rotunda negativa del movimiento Make American Great Again a aceptar el argumento de su administración de que dichas teorías carecen de fundamento es inusual para un político acostumbrado a gozar de una lealtad relativamente indiscutible por parte de sus partidarios.
Epstein se ahorcó en prisión, según el médico forense jefe de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, sus vínculos con personas adineradas y poderosas generaron especulaciones de que su muerte no fue un suicidio. El Departamento de Justicia declaró en su memorando de este mes que había concluido que Epstein se había suicidado.
En una señal de cómo el tema ha afectado a Trump y sus compañeros republicanos, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, dijo abruptamente el martes que enviaría a los legisladores a casa para el verano un día antes para evitar una pelea en el pleno por una votación sobre los archivos de Epstein.
Su decisión frustró temporalmente el intento de los demócratas y algunos republicanos de votar una resolución bipartidista que requeriría que el Departamento de Justicia publique todos los documentos relacionados con Epstein.
Trump, molesto y frustrado por la continua atención centrada en el caso de Epstein, ha intentado desviar la atención hacia otros temas, incluyendo acusaciones infundadas de que el expresidente Barack Obama socavó su exitosa campaña presidencial de 2016. La oficina de Obama calificó las acusaciones de «ridículas».
Más de dos tercios de los estadounidenses creen que la administración Trump está ocultando información sobre los clientes de Epstein, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada la semana pasada.