“Los técnicos que hicieron el proyecto ratificaron que su costo es menor a 100 millones de dólares”, dijo el dirigente de Farer y ex diputado nacional, Jorge Chemes. En Villaguay donde se reunieron con ruralistas y productores, Chemes manifestó además que el campo quiere desarrollo, pero “debe venir con transparencia”.
El presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos, (Farer), Jorge Chemes, advirtió que la obra del acueducto “habría sido sobrevaluada en unos 300 millones”. “La diferencia entre lo que realmente cuesta la obra y lo que pidió el Gobierno, con el aval del oficialismo en la Legislatura, exige una explicación o la derogación de la ley. Nos endeudan en 430 millones y el proyecto cuesta menos de 100”, alertó el dirigente agropecuario luego de reunirse el miércoles, en la Sociedad Rural de Villaguay, junto a productores y ruralistas, con los autores del proyecto.
Chemes precisó que “según el proyecto y los técnicos, esta obra, que se hace con una contratación directa y sin licitación, se hubiera podido realizar con mano de obra argentina y entrerriana. Así, además de transparencia hubiéramos logrado generar empleo, que tanta falta hace, y competitividad”, afirmó.
Y, completó: “Tenemos profesionales, empresas y trabajadores que están en condiciones de llevar adelante el proyecto con lo que, además de tecnología, hubiéramos generado un círculo virtuoso de inversión, trabajo y desarrollo”, afirmó el ex diputado nacional. “El desarrollo y el crecimiento que queremos todos, no pueden estar ligados a una obra que endeuda en cifras extraordinarias y de la que no se conoce la letra chica. El proyecto técnico es impecable; lo que cuestionamos es su presupuesto y la metodología del gobierno para aprobarlo, a libro cerrado”, puntualizó Chemes para quien, según el detalle de los técnicos que hicieron el proyecto, “evidentemente no condice el costo del acueducto con el presupuesto del gobierno”, lamentó el dirigente rural que pidió conocer por qué se produce esa diferencia millonaria. “La tecnología que necesita el campo, junto a un cambio sustancial en las reglas, debe venir con transparencia. El riego no puede ser un negocio, sino una política de Estado que empuje el esfuerzo que hacen pequeños y medianos productores para seguir trabajando y sacar adelante, todos juntos, la provincia”, concluyó Chemes.