Los tanques de agua de la escuela de Comercio “Profesor Gerardo Victorín” han devenido en bebedores y bañaderos de palomas, ante la falta de tapa de los reservorios ubicados en los techos del edificio, sobre calle Montevideo. Especialistas advierten sobre los riesgos de transmisión de enfermedades, conocidas como zoonosis, en caso de que esas aguas sean ingeridas o utilizadas para la higiene de los alumnos.
La escuela de Comercio “Profesor Gerardo Victorín” fue sometida a una “puesta en valor” que además de una ingente inversión requirió de 3 años de trabajo. Dada por finalizada en 2016, no estuvo exenta de quejas debido a que recién entregados los trabajos, una serie de falencias como filtraciones y mal funcionamiento de sanitarios impidió ese año el inicio de las clases de manera normal.
Ahora la escuela presenta un avance de obra importante en el gimnasio cubierto sobre calle Pellegrini, pero siguen sorprendiendo los problemas básicos de infraestructura que padece.
En aquella publicación de Redes de Noticias de 2016 se daba cuenta de los problemas en las instalaciones sanitarias. Hoy vuelven a dar que hablar debido a que los tanques de reserva de agua que están sobre calle Montevideo no tienen las tapas correspondientes para preservar el agua.
Ante la ausencia de cobertura, las palomas usan los tanques de agua como bebederos e ingresan a los recipientes sin inconvenientes (tal como se aprecia en el video) lo que fue advertido como riesgoso por especialistas consultados debido a que, más allá de la pérdida de salubridad del agua, podría dar lugar a la transmisión de enfermedades.
