El jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández , coincidió con la presidenta Cristina Fernández respecto de la proliferación de postulantes kirchneristas a la Presidencia y el Ejecutivo provincial, al sostener que quienes no miden favorablemente en las encuestas deben «dar un paso al costado». A la primera magistratura «debieran ser dos fórmulas, no más que eso”, acotó.
“En la provincia de Buenos Aires, tres o cuatro», sostuvo el funcionario antes de ingresar al congreso nacional del PJ en Parque Norte, de esta Capital, ya que «lo único que genera es una dispersión inútil».
Para Fernández, quienes vienen abajo en las encuestas deben «dar un paso al costado» ya que «será en otra oportunidad» que podrán postularse.
«Con las mediciones en la mano, hay que sentarlo frente a frente y analizar lo que está sucediendo y aspirar a que comprenda la realidad; no hay más que eso», refirió, sobre el diálogo a mantener con quienes deberían resignar su postulación personal.
Al respecto, planteó: «¿Qué sentido tiene que sigan generando un conflicto de estas características? Porque además vamos a tener un lío de boletas terrible si hay tantas personas».
Incluso, ejemplificó que él mismo «era candidato a presidente», avisó que «en mayo iba a medirlo, y no iba a ser tan torpe de seguir adelante» si no contaba con suficiente apoyo, y que eso «es más o menos lo que la Presidenta está pidiendo».
En la Provincia comparten sus aspiraciones para el Poder Ejecutivo el mismo Fernández, Julián Domínguez, Diego Bossio , Sergio Berni , Fernando Espinoza , Patricio Mussi, Fernando «Chino» Navarro, Carlos Castagneto, Martín Sabbatella, Santiago Montoya y Martín Insaurralde .
La Presidenta le pidió el jueves a los «propios compañeros» de su «fuerza política» un «baño de humildad» y «una mirada más amplia, colectiva y atenta».
«Es bueno y legítimo querer ser presidente, gobernador, y uno puede llegar a creer que es el más capacitado para esa función», dijo y reparó: «A lo mejor lo es. Pero por favor, que nunca olviden que, además, el resto de la sociedad también tiene que creer que es el más capacitado para esa función»..