Todo resultado alcanzado queda atrás y el cliente va afinando su paladar. Está claro que para este primer año de gestión dura, grosera si se quiere, de motosierra, Milei necesitaba un estilo de comunicación ofensiva que mantuviera el favor de su núcleo de votantes, esos 8 millones que sin reluctancia lo bancaron en primera vuelta, y en eso concentró todas sus fuerzas. Pero alcanzados algunos objetivos la exigencia aumentará y deberá encarar la seducción del votante que le fue más esquivo, porque su debilidad parlamentaria así se lo exige
Debilidad parlamentaria
LLA tiene 39 diputados y 7 senadores, un número que ha forzado al Gobierno a un esfuerzo descomunal para llevar adelante su gestión. Para asegurarse un futuro más sólido deberá aspirar a otra situación mucho más ventajosa.
Un año que cierra con algunos patitos en fila
La inflación de octubre fue del 2,7%, la mayorista fue del 1,2% y los costos de la construcción solo subieron un 1%. Mi optimismo sobre la caída gradual de la inflación siempre estuvo condicionado por el desastroso deterioro del consumo que la acompañó (que la propició?). Pero durante el mes de octubre, el consumo minorista tuvo su primer número positivo en 19 meses y mostró una recuperación del 2,9%. Poquito, nada para volverse loco, pero el dato es significativo.
Borenstein, en la revista Seúl, nos cuenta que en la macro, las noticias siguen siendo buenas. El riesgo país en 750 puntos, el Central acumuló algo más de dólares, el crédito sigue creciendo con baja morosidad y todo hace suponer que la actividad del último trimestre no será mala. La del tercer trimestre fue brutal (por buena) y mostró una recuperación del 3,4%, que representaría una tasa anualizada del 13%, y todo eso a pesar de que en septiembre la economía frenó. Fue un mes peor de lo esperado, pero como el INDEC mejoró los datos previos de julio y agosto, en realidad la base de comparación era más alta de la que todos veíamos. Ahora es probable que la economía caiga sólo un 3% este año.
Que la recuperación es todavía frágil lo evidencia la decisión del Gobierno de sostener por otros 6 meses la emergencia energética cerrando de este modo toda posibilidad de una revisión tarifaria integral, esperada por el mercado energético y necesaria para reconstruir primero, y modernizar después, las estructuras decadentes que dejan más de 25 años de regulaciones y tarifas pisadas con fines políticos. El decreto resalta la “herencia institucional, económica y social gravísima” que dejó el gobierno anterior como justificación de la prórroga. Esta medida en particular contempla el porcentaje enorme de la población que vive en la informalidad, que no estuvo amparada por paritarias y recomposiciones salariales, y contemplándola la reconoce. Esa es la gente que compone, por ejemplo, el número de la caída del consumo de carne vacuna, paradigma del cambio de hábitos de consumo, un eufemismo que busca contarnos suavemente que hay mucha gente que vive peor.
Estamos mal pero vamos bien
Entonces, con todas estas contradicciones aparentes y con la fragilidad del momento a cuestas, en lugar de llegar a diciembre con el país prendido fuego, estamos llegando a diciembre con algunos patitos que empiezan a ponerse en fila. Fuentes privadas muy serias hablan del fin del cepo cambiario para los primeros días de 2025, lo que coronaría un primer año de gobierno para sacarse el sombrero, en muchos aspectos. Pero cómo decía al principio del artículo, no hay resultado que dure más que su momento.
Afinar el estilo es urgente
Empieza otro período, uno en el que la verborragia y la estética fascista podría no ser suficiente, incluso inapropiada. Un período en el que no va a alcanzar con retener lo que ya se tenía. Como decíamos al principio del artículo, el gran desafío de Javier Milei para poder llevar adelante las transformaciones que pretende y para que todo lo hecho no se pierda en saco roto, es obtener un excelente resultado en las parlamentarias 2025. Necesita bancas propias, y para lograrlo debe conquistar a quienes no conquistó hace un año. Los 6 millones de votos de Bullrich tienen un paladar más delicado, más definido. Ni hablemos de los 11 millones que votaron a Sergio Massa. El desafío que enfrenta Milei es el de hacer que ese 56% que obtuvo con lo que fue Juntos por el Cambio, en octubre próximo sea lo más suyo posible. Ya perdió a gran parte del Radicalismo y Juntos por el Cambio no existe más, por lo que de algún modo toda esa masa de gente queda liberada. Es lo que entiende Cristina, y por eso se apura y entra en campaña 11 meses antes. Hablamos de otro escenario, el mapa político cambió y será fundamental que Milei tome nota. Para esta primera etapa de shock, la confrontación y el show neofascista le aseguró una base, ahora debe seducir socialdemócratas, y para eso debe subir el nivel de discurso y afinar sus métodos.
Este será el primer año electoral de Milei presidente, que ya entendió hace rato que necesita hacer política, lo comprendió durante el verano pasado tras buscar imponer la Ley de bases. La relación con las provincias es central en este proceso y sin dudas será central la capacidad de levantar el nivel del discurso.
Salutación
Incomodidad, espíritu crítico, acidez estomacal, que se les rompa el sillón, el banquito o la reposera, les auguro dolor de ancas e inflamación del ciático para que no se queden tranquilamente sentados en los miedos del pasado, los relatos del presente y las promesas del futuro, y más que nunca: solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.