“Aparte del clima, el suelo y la calidad del agua, esto nos permitiría llegar a mejores condiciones competitivas en cuanto a precio”, estimo Omar Chiarello. La semana pasada la firma Agroberries planteó la necesidad al gobernador.
La semana pasada, ejecutivos de la empresa arandanera de capitales chilenos Agroberries le pidieron a Bordet un aeropuerto de cargas en Concordia, que permita exportar la fruta desde la región hacia los destinos comerciales de Norteamérica y Asia.
Al respecto, Omar Chiarello – presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) – opinó que la iniciativa “es darle valor agregado a la zona”; dado que “lo que dejamos yendo a Ezeiza a cargar es mucho dinero, y lo que pretendemos es que ese dinero quede acá”.
Comparando con otras regiones productivas, el dirigente explicó que, en cambio, “en Tucumán te cargan directamente en zona de producción”.
EL TRAYECTO
Consultado acerca de cómo se resuelve la logística actual en la producción arandanera de la región, Chiarello detalló que “los camiones demoran entre 6 y 7 horas para llegar al aeropuerto de Ezeiza”. El inconveniente es que ese lugar “no es solamente para arándanos, tienen un montón de carga”. Por lo que “a veces la fruta es cargada con temperatura ambiente y eso pone en riesgo su durabilidad”.
Si se radicara el aeropuerto de cargas en Concordia, “el flete aéreo sería el mismo, pero nos garantizamos la durabilidad de la fruta”, ya que “tendríamos no más de una hora de traslado, desde la cámara frigorífica hasta la bodega del avión”, explicó.
LAS OBRAS
Por último y consultado acerca de las reformas que tendrían que encararse en al aeropuerto local, el dirigente de APAMA relativizó la instalación de grandes cámaras frigoríficas. “Todas las empresas tienen una y estamos cercanos a la pista: por eso no habría problemas”, aseveró.
“Lo que sí habría que hacer es ampliar la pista y contar con elementos de control de vuelos”, puntualizó.
Según su visión, “es una obra de envergadura y muy ambiciosa”, pero es “mucho lo que queda en Buenos Aires, de lo que podría quedar en Concordia, apostando a la actividad y al desarrollo de la región”.