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Asignaturas pendientes: el acceso a la represa y el camino del Perilago están en pésimo estado

 

 

El acceso que une la ruta nacional 14 con el puente internacional que corona la Represa de Salto Grande tiene sectores en los que la acumulación de baches obliga a los automovilistas a toda clase de maniobras inusuales, desde casi detenerse, pasando por ladearse hacia la banquina y, en muchos casos, tener que hacerlo hacia el medio de la cinta asfáltica, corriendo el riesgo de una colisión con vehículos que vengan en dirección contraria.

 

Al problema del asfalto destruido se le suma un tramo de iluminación que no funciona, por lo que la conjunción de pozos y falta de luz agrava la situación y acrecienta los riesgos.

Pero si de baches hablamos, también el camino de la Península Soler, a orillas del lago, está detonado, no solo en esos sectores donde los pozos han sido recurrentes, sino también en otros tramos.

Por dar solo dos ejemplos, hay muchos baches en inmediaciones de la Parada Ayuí, donde está la vieja locomotora, como también los hay en medio de la galería de pinos. En este último sector, hay partes donde el asfalto directamente ha desaparecido y ha quedado expuesta la tierra ondulada.

Es posible que semejante estado de cosas se haya visto agravado por las torrenciales lluvias de semanas anteriores, que habrán arrastrado el material usado para los rellenos.

La zona del Lago de Salto Grande es de una belleza única y en días de intenso calor miles de concordienses -y también algunos turistas- se vuelcan a sus playas, que cuentan con guardavidas que permanecen hasta las 20, además de colectivos urbanos.

En la zona, el gobierno entrerriano, a través de la Codesal, ha resaltado algunos logros jurídicos, como la “recuperación” para la provincia del Hotel Ayuí, el camping La Tortuga Alegre y Las Palmeras. Son pasos que mueven a pensar que a futuro esos lugares lucirán en buenas condiciones.

Pero, por el momento, al menos hasta este jueves 25 de diciembre, la imagen que quedaba era otra, la de una ruta “internacional” y la de un camino de playas en estado calamitoso, que vuelve riesgoso en vez de placentero el paseo por el Perilago.
Fuente: El Entre Ríos

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