El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, dijo ayer que “no debemos forzar el ritmo de acumulación de reservas”, que el mismo será definido “por la remonetización de la economía” y como parte de «un ciclo virtuoso de desarrollo» una vez que «cambie la estructura productiva de la economía».
Taxativo, agregó que las divisas no se atesorarán por la vía de «un tipo de cambio real artificialmente alto que refleje una economía deprimida».
El titular de la autoridad monetaria cerró el 30° Simposio de Amigos de la Universidad de Tel Aviv que se organizó este martes a la mañana. Llegó al Hotel Alvear un rato antes de arrancar su exposición, cuando un panel de economistas debatía, entre otras cosas, que el Banco Central acumule reservas. Allí estaban Andrés Borenstein, Marina Dal Poggetto y Miguel Kiguel. Más temprano, en el mismo evento, expuso Ricardo Arriazu.
La polémica sobre la acumulación de reservas es un tema de conversación que enfrenta las autoridades económicas con economistas, inversores y hasta el FMI.
“No queremos un cuarto episodio de corrida cambiaria porque sería traumático -dijo Kiguel delante de Bausili-, es por eso que para evitar cualquier problema potencial, que un día Trump no nos mire lindo y para dormir tranquilos, probablemente haga falta un plan de acumulación de reservas. Ahí está la división entre el Gobierno y los economistas”.
El ex secretario de Finanzas enumeró tres episodios de tensión cambiaria que el Gobierno enfrentó: julio de 2024, abril de este año y luego de las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires.
Por su parte, Bausili leyó un discurso. En el mismo explicó cómo el Gobierno entiende el proceso de acumulación de reservas.
“Si el Tesoro recupera acceso al mercado de capitales el Banco Central dejará de proveer las reservas para afrontar los pagos y la remonetización de la economía se reflejará directamente en la acumulación de reservas internacionales”.
Y advirtió: “No debemos forzar el ritmo de esa acumulación que será definido por el proceso de remonetización y no al revés. En este debate de la acumulación de reservas algunos pretenden hacerlo por la cuenta corriente. No es lo que nosotros anticipamos en esta etapa”.
Y agregó: “La Argentina es una de las economías mas cerradas del mundo. La acumulación de reservas sostenible en esta etapa hasta que no cambie la estructura productiva no se dará con un tipo de cambio real artificialmente alto que refleje una economía deprimida”.
Ayer el dólar mayorista cerró en $ 1.40, con lo cual sigue por debajo de la banda, y subió al final de la rueda. El tipo de cambio oficial subió levemente y terminó en $ 1.425.
Hace un mes en Washington, Bausili adelantó que el Gobierno podría empezar a acumular reservas a medida que la demanda de dinero se recupere. Fue delante de inversores.Y la semana pasada descartó que se establezca algún tipo de cronograma de recompra.
Más definiciones del titular del BCRA de este martes fueron:
«El tiempo juega a nuestro favor. Cada día es un día más de superávit fiscal y el Estado retirándose para que el sector privado haga lo suyo. No por ello hay que dejar de pasar las oportunidades para avanzar y cementar el camino».
«El programa que lanzamos en diciembre de 2023 invirtió la secuencia tradicional de los programas de estabilización. Atacamos primero el déficit fiscal. Ese ajuste, que parecía imposible, insostenible y hasta recesivo, se logró. Hoy el equilibrio fiscal es un activo social tan valioso como cualquier derecho adquirido».
«El sendero es hacia la flotación total a medida que la banda se amplía y entran a regir normas como la distribución de dividendos de multinacionales a partir del ejercicio de 2025. Las bandas con una amplitud inicialmente enorme en comparación con esquemas similares fueron clave para anclar expectativas en la transición hacia un esquema basado en metas de agregados monetarios. Es central acompañar la transición de un ancla nominal cambiaria a una más compleja de agregados monetarios. Eso va a llevar su tiempo. El objetivo final es sin lugar a dudas la eventual flotación cambiaria y la competencia de monedas».
«Lo importante es no perder de vista los objetivos del Programa de Estabilización económica, el crecimiento económico sostenido y la reducción de la inflación. La acumulación de reservas será consecuencia del éxito del programa, no su motor. Eso es lo que se observó en todos los planes de estabilización exitosos. La acumulación de reservas es una buena métrica para medir el éxito del programa de televisión. No hay que confundir la métrica con el objetivo. El objetivo del programa no puede ser en si la acumulación de reservas internacionales a cualquier costo de manera que pueda poner en riego la actividad económica».
«La clave hacia adelante está la remonetización de la economía, que todavía se encuentra al 50% de sus niveles históricos. En los últimos dos años esa remonetización se evidenció en una base monetaria que pasó de 2,5 a 4.5 puntos de PBI en un contexto de inflación a la baja. La contrapartida de ese aumento de base monetaria fueron la compra de reservas internacionales récord por casi 30 mil millones de dólares y la reducción de pasivos remunerados».
«Si el Tesoro recupera acceso al mercado de capitales, el Banco Central dejará de proveerle las reservas necesarias para afrontar sus pagos y la remonetización se reflejará directamente en la acumulación de reservas internacionales. Lo que no debemos hacer es es forzar el ritmo de esa acumulación de reservas que será definido por el proceso de remonetización y no al revés».
«En este debate sobre la acumulación de reservas hay algunos que pretenden hacerlo por la cuenta corriente. No es lo que nosotros anticipamos en esta parte. Argentina todavía sigue siendo una de las economías más cerradas del mundo. Exportamos recursos naturales con oferta inelástica al tipo de cambio mientras que más del 85% de lo que importamos son bienes intermedios mucho más sensibles al crecimiento de la actividad económica que el tipo de cambio».
«La acumulación sostenible de reservas hasta que no cambie la estructura productiva se dará un ciclo virtuoso de desarrollo, no con un tipo de cambio real artificialmente alto que refleje una economía deprimida. Una economía que crece globalmente tiene déficit de cuenta corriente financiado por la cuenta capital, particularmente mientras se sostenga el balance fiscal y la confianza».
«En el último año y medio el crédito al sector privado se duplicó en términos reales y podría volver a hacerlo antes de alcanzar los niveles históricos. Esperamos que el ciclo de expansión que se frenó en la previa de las elecciones se retome y se acelere a partir de este mes».
Fuente: Clarín
