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Buscan hacer efectivo un bono para financiar el gasoducto Néstor Kirchner

Fuentes del equipo económico señalaron a EconoJournal que lo ideal sería que el bono no solo fuera suscripto por las petroleras sino por cualquier inversor. El objetivo es que comiencen a surgir proyectos productivos capaces de canalizar ahorro privado. Enarsa podría emitir ese bono previa autorización de la Comisión Nacional de Valores. Desde el punto de vista financiero es viable porque en el volumen de facturación que va a generar el gasoducto el repago de esta deuda sería prácticamente insignificante.

El gasoducto Néstor Kirchner. Aún no hay con que financiarlo

En el gobierno continúan explorando la posibilidad de que Enarsa emita un bono para financiar parte de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Fuentes del equipo económico señalaron a EconoJournal que lo ideal sería que el bono no solo fuera suscripto por las petroleras sino por cualquier inversor, ya que lo ven como un caso testigo para que comiencen a surgir proyectos productivos capaces de canalizar ahorro privado y reducir paulatinamente la masa de las Letras de Liquidez (Leliq) que emite el Banco Central.

El Ministerio de Economía precisó el mes pasado que para la primera etapa de la obra se requieren 965 millones de dólares y que los fondos saldrán del Tesoro y de parte de lo recaudado por el impuesto a las grandes fortunas. No obstante, el conjunto de la obra está presupuestada en 2540 millones de dólares y para financiar ese monto es que se está evaluando la emisión del bono.

No toca el piso

Pese a no cotizar en bolsa, Enarsa podría emitir ese bono previa autorización de la Comisión Nacional de Valores. Desde el punto de vista financiero es viable porque en el volumen de facturación que va a generar el gasoducto el repago de esta deuda sería prácticamente insignificante.

“Vos tenés un flujo de gas que se convierte en pesos y todo flujo se puede fideicomitir. Armás un fideicomiso de inversión que tenga a cargo la obra hasta que se termine de pagar. Enarsa puede ceder ese flujo para formar un fideicomiso de inversión y el BICE puede ser el fiduciario y administrar ese fideicomiso”, señaló a este portal una fuente oficial que se mostró entusiasmada con la posibilidad. “Si tirás al mercado un bono interesante vinculado a dollar linked o CER quédate tranquilo que no llega a tocar el piso”, señaló la misma fuente.

El subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, es uno de los que estuvo explorando la posibilidad de avanzar con la colocación de un bono y dentro de su equipo de trabajo tienen claro que este instrumento debería garantizar una tasa capaz de captar la atención del mercado.

Reducir las Leliq

EconoJournal preguntó en el gobierno si el Banco Central debería emitir algún tipo de norma para facilitar esa emisión. “No hace falta que el Central saque ninguna norma. La autoridad monetaria se va a beneficiar porque si el proyecto canaliza ahorro privado, se va a reducir el monto de las leliq”, remarcó la fuente oficial.

El stock de los pasivos remunerados del Banco Central, en su inmensa mayoría Leliq, supera los 5,5 billones de pesos y la reciente suba de la tasa nominal anual de política monetaria (de 47% 49%) implicará un incremento de dicho stock de 3,4 billones en los próximos 12 meses solo por la renovación de vencimientos.

“Estamos queriendo que se aproveche la liquidez que hay en la Argentina. Los plazos fijos de más de 20 millones de pesos son los que más crecen. Son inversores más o menos sofisticados que estarían dispuestos a explorar otras alternativas”, remarcan desde el gobierno. En la actualidad todos los plazos fijos terminan luego en el Banco Central como Leliq.

Menos demanda de dólares

Otra de las ventajas es que cuando el gasoducto esté terminado la demanda de dólares para importar energía va a ser menor y eso también va a ayudar a descomprimir la situación actual. De hecho, en el primer trimestre las importaciones energéticas treparon 180% y el 25% del aumento total de las importaciones durante ese mismo período se las llevó la energía”.

Articulo de Fernando Krakowiak para Econojournal

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