(Publicado por www.analisisdigital.com.ar) María Cristina Escobar no mencionó a ningún personaje de la política provincial, como sí había trascendido tiempo atrás en medios de comunicación. En un extenso relato, además de implicar a Gustavo Alfonzo como el responsable de las atrocidades que vivió su hija, involucró al dueño de un boliche de Concordia, cuando aseguró que fue ese hombre quien le reveló dónde podía encontrar a la menor de edad. Apuntó contra el ex titular local del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), Fernando Rouger, al referir que mientras estaba en cautiverio su hija lo habría rechazado como cliente; y también lo responsabilizó de haberla amenazado para que deje de hablar.
La declaración de la mujer fue contundente cuando narró el rescate de su hija, pero confusa cuando se le pidió precisiones y detalles. Ayer además se realizó una Cámara Gesell a la víctima y se leyó la declaración indagatoria que prestó Alfonzo durante la Investigación Penal Preparatoria (IPP). El imputado solicitó estar presente durante las dos exposiciones -cuando testimonió la joven y cuando lo hizo su madre-. El debate se reanudará hoy en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, cuando está previsto que declaren unos 16 testigos.
El caso de trata sexual más resonante en Entre Ríos en los últimos años llegó a juicio oral. Hasta acá, se tejieron cientos de hipótesis y se acusó a renombrados personajes de la política provincial. Pero lo concreto es que en la IPP sólo se probó la responsabilidad del publicista Gustavo Alfonzo, hombre que, según la investigación judicial, realizó absolutamente todas las acciones que terminaron por someter y explotar sexualmente a una menor de 16 años. Hasta acá, Alfonzo es la única persona responsable de someter a la menor de edad y explotarla sexualmente. Incluso eso se reconoce en un tramo del requerimiento de elevación a juicio que se leyó este lunes en el TOF de Paraná.
El caso tomó estado público en octubre de 2014, cuando una comisión de la Comisaría del Menor de Concordia encontró en un departamento de calle Monseñor Rösch a una adolescente que entonces tenía 16 años y según la denuncia de su madre había desaparecido hacía 20 días. La chica fue hallada en ese lugar -por el dato que le aportaron a la mujer-, en un estado “desalineado, ojerosa, hambrienta y golpeada”, según describió María Cristina Escobar este lunes frente a los jueces Roberto López Arango, Lilia Carnero y Noemí Berros.
Fue Alfonzo quien entregó a la chica cuando los policías tocaron el timbre de ese departamento. Desde ahí quedó detenido y durante un tiempo estuvo en la Unidad Penal 3 de Concordia, luego pidió que lo trasladen a Concepción del Uruguay y finalmente fue beneficiado con la prisión domiciliaria.
Cuando la rescataron, la chica denunció que fue captada mediante ofrecimientos de trabajo. Primero, Alfonzo le había prometido ser promotora de boliches. Luego le dijo que sería la productora del programa radial que conducía en Concordia. Pero a los pocos días, la llevó al departamento de calle Monseñor Rösch donde la encerró y le advirtió que desde ese momento debía prostituirse. Siempre según la denuncia, para lograr su cometido Alfonzo obligó a la menor a drogarse y la golpeó. En un lapso de unos 20 días, la chica hizo dos intentos fallidos para escaparse. En una de esas dos oportunidades fue atropellada por el propio Alfonzo en su moto, a la salida de un boliche, lo que le provocó un importante hematoma en sus piernas.
En la primera jornada del juicio oral, se realizó una nueva Cámara Gesell a la víctima. Alfonzo pidió presenciarla. Luego se leyó el requerimiento de elevación a juicio y la declaración indagatoria que prestó el imputado en la instrucción de la causa, cuando negó todo. También se tomó testimonio a la madre de la chica. El querellante Daniel Cedro pidió que el imputado se retire de la sala, pero el tribunal no lo consideró necesario y permitió al acusado que escuche a la mujer.
La acusación oficial de la causa es llevada adelante por el fiscal José Ignacio Candioti. En tanto, representación de Alfonzo está a cargo del defensor oficial Mario Franchi. Durante esta semana, por la sala de audiencias pasarán unos 50 testigos.
LA “GRAN MENTIRA”
Gustavo Darío Alfonzo tiene 53 años. Le dicen El Zurdo o Pelado. Nació en Concordia. Terminó el secundario y avanzó en la carrera de Publicidad y Marketing. En su declaración indagatoria, reconoció que trabajó como secretario de Turismo para Jorge Busti, asesoró a Sergio Montiel y se desempeñó con Julio Solanas. “Fui un joven floreciente y un creativo natural”, sostuvo. Dijo que puso una radio en Paraná y también trabajó con Héctor Maya, Hugo Marsó y José Cáceres.
Respecto de la denuncia que le realizó una menor de edad y su madre, Alfonzo aseguró que “es una gran mentira para hacerme daño”. “Esta es una situación que me desborda. Yo hice todo para salir adelante, nunca le debí nada a nadie”, agregó. Acusó a la víctima de “presentar un DNI falso” para mentir sobre su minoría de edad. Dijo que al departamento de calle Monseñor Rösch se lo alquiló a “un amigo” a quien le explicó que allí quería “poner una radio, una oficina” y también lo necesitaba como un espacio para tener “privacidad” porque vivía con su madre.
En cuanto al accidente que tuvo la víctima, Alfonzo explicó que él no la atropelló sino que tuvieron juntos el accidente a la salida del boliche, cuando él la llevaba a su casa. Alfonzo sostiene que fue él quien la llevó a la denunciante y otra chica más al hospital.
“Jamás pensé que existiera semejante maldad”, arremetió en contra de la menor y su madre, y luego acotó que el abogado que las asiste, Daniel Cedro fue contratado por una persona que “quería involucrar a Mauro Urribarri y Enrique Cresto”. “No tengo nada con Mauro Urribarri, no lo conozco. A Cresto sí lo conozco pero no tengo nada que ver. Tampoco con Fernando Rouger”, desligó.
“LA DROGABAN, LA GOLPEABAN Y LA PROSTITUÍAN”
María Cristina Escobar relató cronológicamente los hechos en torno al secuestro y rescate de su hija. Dijo que en octubre de 2014, la menor tenía un hijo que iba a cumplir un año y quería trabajar para festejárselo. “Un tal Pelado le dio un trabajo de promotora para un boliche. Un sábado me dijo que tenía una cena y que debía ir con una mochila con ropa. Después de eso no volvió. Pasó el domingo y comencé a averiguar entre sus amigos pero nadie quería decirme nada. Salía con mi hijo de noche a buscarla a los boliches. En esa búsqueda, alguien me dijo que sabía quién me iba a decir la verdad. Esa persona me llamó por teléfono y acordamos encontrarnos en una parada de colectivo. Nunca pensé que eso iba a ser verdad. Otro día, sonó mi celular y era mi hija. Ella me dijo que no podía hablar mucho y yo le contesté: ‘decile a ese hijo de … que voy a denunciar’. Cuando salí de trabajar, a las 13 y tomé el colectivo de vuelta a mi casa, en la parada apareció un hombre y me dijo que preste mucha atención. Entonces me dijo como llegar hasta unos duplex de calle Monseñor Rösch. Me dijo que mi hija estaba en el segundo piso, que me apure porque la iban a vender o la iban a matar. Quise preguntarle cosas pero se fue sin responder nada. Le pedí a mi hermano que tiene auto que me lleve a la Comisaría del Menor. Allí pedí una localización de persona y dije dónde la podíamos encontrar”, relató la mujer.
Escobar contó que la Policía la acompañó al lugar. “Cuando llegamos al duplexví un auto blanco en la vereda y una moto roja. Me quedé arriba del patrullero. La Policía tocó el portero. Salió un hombre pelado. Le preguntaron por mi hija y el hombre asintió con la cabeza. A los dos minutos salió la nena toda desalineada, ojerosa, con el pelo grasoso y un gran hematoma en la pierna. Tenía puesto un short y una remera. El hombre le dijo al Policía que ella estaba haciendo servicio doméstico y mi hija lo miró como diciendo ‘dejá de mentir’”, añadió.
La madre de la chica dijo que recién contó todo lo que pasó a las profesionales que la esperaban en la Comisaría del ´Menor y desde ahí la derivaron al Copnaf. ‘Me drogaba, me pegaba y me hacía prostituir, me leyó la mujer policía que había declarado mi hija. Yo no lo podía creer. Después la revisó el médico forense”, contó Escobar.
La madre dijo que su hija fue alojada unos días en el Copnaf y tuvo que lidiar con la Justicia provincial para que la reciba el fiscal Darío Mautone. Cuando logró su cometido, la mujer dice que el fiscal le aconsejó desistir de la denuncia porque involucraba a personas poderosas y no iba a prosperar. Entonces, Escobar contó que realizó la denuncia en la Policía Federal, donde sí encontró respuestas.
La mujer relató también que mientras su hija estuvo en cautiverio, fue llevada a una fiesta en Puerto Yeruá, una despedida de soltero, donde la obligaron a drogarse y estar con dos hombres. Allí la muchacha quiso escaparse y corrió hasta una parada de colectivos donde había otras personas. Pero a los pocos minutos aparecieron cinco autos y la atraparon nuevamente. “Yolanda Zárate -la pareja de Alfonzo también la drogaba y le pegaba a mi hija”, acotó.
Escobar narró además que los otros escenarios fueron boliches, el departamento de calle Rösch, “una quinta de Pietroboni, frente al autódromo. Ella me dijo que el 15 de octubre, cuando fue el cumpleaños de su hijo, Alfonzo le mostraba las fotos que subían sus hermanas al Facebook y le decía que iba a matar al nene o a mí si ella contaba algo”.
El testimonio se puso tenso cuando la defensa y los jueces, le pidieron a la mujer que precise sobre el hombre que en la parada de colectivos le dio el dato para encontrar a su hija. La mujer se resistió a decir quién es, pero tras la insistencia, la mujer contó que se trata del dueño del boliche MyWay, que en ese momento fue como una suerte de arrepentido. “Era un hombre de jean, remera azul y zapatillas blancas. Tenía más de 30 años”, señaló.
Más adelante, la mujer aseguró que tras ir a retirar a su hija del Copnaf, luego de presentar la denuncia en la Policía Federal, Fernando Rouger la amenazó a través de su hermano. “Le dijo a mi hermano que me diga que me calle la boca o me iba a reventar. Por eso hice una denuncia”, aseveró. Cuando le preguntaron por qué creía ella que Rouger la amenazaría, Escobar contestó que su hija le había dicho que en una oportunidad se negó a recibirlo como cliente ante Alfonzo porque lo conocía.(N.B. de ANÁLISIS DIGITAL)