El gobierno primero anunció que, gracias a sus gestiones, la firma pasaba a manos de un grupo argentino asociado a una institución china. Después le aprobó un préstamo de $ 20 millones, pero todo habría quedado en nada y Citrícola iría a concurso.
En principio se habló de una quiebra, pero fuentes ligadas al sector aseguraron a www.elentreríos.com que Citrícola Ayuí se presentaría en concurso de acreedores.
La novedad tira por tierra todos los anuncios previos del gobernador Sergio Urribarri, desde la conferencia en Casa de Entre Ríos en Buenos Aires, cuando, rodeado de Francisco de Narváez y del gerente de En Premieur SA, dio a conocer el traspaso de Citrícola a los chinos, hasta el reciente préstamo estatal por 20 millones de pesos, aprobado en la legislatura.
Las gestiones oficiales habían sido presentadas poco menos que como la salvación para la empresa, que en los registros del Banco Central de la República Argentina ya mostraba cheques rechazados por más de 30 millones de pesos, que han provocado graves consecuencias sobre sus proveedores, muchos de ellos productores y prestadores de servicios, que aún no consiguen cobrar. La intención era salvar las 300 fuentes de trabajo directas más las relacionadas, que según el gobierno llegaban a 1400, y que ahora se sumarían al alto porcentaje de inactivos de Concordia.
La versión que da cuenta del fracaso del traspaso a los chinos y el consiguiente concurso preventivo, habría provocado la reacción de un grupo de trabajadores, que se aprestaban a protestar en la zona céntrica de Concordia.
El enojo por la más que compleja situación que atraviesan empleados y proveedores de Citrícola Ayuí tiene como blanco no solo al gobierno, sino también a quien seguiría siendo dueño, Francisco De Narváez.
Versiones dan cuenta que el empresario y político acaba de adquirir un campo en la zona del Lago Nahuel Huapi, cerca de Bariloche, por varios millones de dólares, dato este que causa particular indignación en quienes viven con especial angustia el quebranto económico provocado por la las deudas impagas de Citrícola Ayuí.