El Tribunal Oral Federal de Paraná condenó en un juicio abreviado a un hombre que regenteaba un kiosco de drogas en su casa de la localidad de San José, departamento Colón. Se trata de Carlos Ángel Caire, de 59 años, quien acordó purgar una pena de 4 años y un mes de prisión, además del pago de una multa de mil pesos, por un hecho que se descubrió a partir de una investigación realizada durante varios meses por policías provinciales.
Caire, ayudante de albañil y cartonero, permanece detenido en la cárcel de Concordia, aunque el defensor oficial planteó que en dos meses habrá cumplido la mitad de la condena, por lo que podría comenzar a tener salidas transitorias.
El hombre fue detenido el 29 de agosto de 2013, aunque para ese entonces la investigación policial llevaba varios meses. Los efectivos que realizaron tareas de vigilancia e inteligencia en inmediaciones de la casa de Caire y llegaron a documentar varios ‘pasamanos’ con sus clientes, es decir, típicos intercambios de droga por dinero. De hecho, los policías debieron postergar por algunos minutos el operativo, tras observar la llegada de una persona en bicicleta y otras dos en un auto de alta gama. Los tres fueron demorados al salir de la vivienda y, al ser requisados, les encontraron droga.
“Rueditas”. Una vez en la casa, los policías encontraron un plato metálico y un cuchillo con restos de cocaína, cuatro envoltorios de nylon con cocaína en forma de “rueditas” que arrojaron un peso de 8,8 gramos y tres tizas de cocaína que pesaron 28,9 gramos que estaban encima de una mesa de luz, en el dormitorio; sobre la cama había una tijera y recortes de polietileno. En el patio, los efectivos encontraron un teléfono celular y un envoltorio con un gramo de cocaína. Allí, Caire alcanzó decir, delante de los policías y testigos civiles, que había recibido el aparato a cambio de una “ruedita” de cocaína que le había entregado una de las personas que llegó minutos antes en auto.
Además, entre la puerta del auto y el cordón de la vereda, frente a la casa, los policías encontraron otros 1,5 gramos de cocaína; y la persona que había llegado en bicicleta tenía un envoltorio con 1,6 gramos de cocaína.
SEGUIMIENTO
El resultado de las tareas de inteligencia había sido determinante para que cinco meses después se dispusiera el allanamiento.
La investigación se había iniciado en febrero de 2013, a partir de que policías de Colón detectaran la presencia en la localidad de San José, distante a diez kilómetros, de un hombre que arrastraba una condena por transporte de marihuana. Esa persona había sido detenida en un control de rutas de Gendarmería, en la provincia de Corrientes, transportando 300 kilos de droga. Pero aquel primer informe que recibió el juez federal consignaba que el hombre se dedicaba ahora a la comercialización de cocaína y que se aprovisionaba en Concepción del Uruguay.
A partir de las tareas de vigilancia y seguimiento de ese hombre, los policías llegaron hasta Caire –y otra persona–, a quien señalaban para entonces como “un conocido consumidor y revendedor de sustancias estupefacientes”.