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Continua el brote de paperas en Gualeguaychu

En un colegio secundario de la ciudad, siete chicos que pertenecen a un mismo curso están con licencia médica por padecer paperas. Los casos se han registrado en un lapso breve, desde hace unos diez o doce días.

Continúa el brote de paperas que comenzó a darse en Gualeguaychú en noviembre de 2014, afectando principalmente a adultos y adolescentes.

La rectora del establecimiento dijo a El Argentino que “estos chicos estaban vacunados con la triple viral, pero enfermaron igual, aunque en forma más leve que si no se hubieran inmunizado”.

Agregó que consultó a las autoridades de salud y por consejo de éstas no se suspendieron las clases en ese establecimiento, donde sí se tomaron recaudos como respetar los criterios de desinfección para evitar un contagio mayor y pedir a todos los estudiantes la presentación del calendario de vacunaciones, para solicitarles que lo completasen cuando fuera necesario.

La docente consignó también que antes de la aparición de estos cuadros y en el marco del trabajo llevado a cabo por las áreas de salud locales, concurrió al establecimiento educativo un equipo de vacunadoras y como es de suponer, fueron vacunados el alumnado, docentes y no docentes.

Por su parte, el coordinador departamental de salud, Carlos Gauna, dijo que “desde fines de 2014 se detectó un brote de Parotiditis, que afectaba a adultos y adolescentes. En ese momento, en algunos lugares del país, como en Gualeguaychú, se había dado un incremento de casos de esta enfermedad”.

Tras destacar que el número de cuadros se mantuvo, Gauna manifestó que “se pensó que el brote podía remitir, pero comenzado 2015 se mantuvo, por lo que junto a la Dirección Epidemiología del Ministerio de Salud, el Nodo epidemiológico, el hospital Centenario y la municipalidad, tuvimos una reunión en los primeros días de marzo, para tomar medidas en el orden local”.

Las medidas acordadas en ese momento fueron que el municipio, a través de su secretaría de salud, controlaría los carnets de vacunaciones en las escuelas (a chicos de once años), el Centenario vacunaría a todo el personal que por su trabajo estuviera en contacto con personas enfermas de paperas y el nodo epidemiológico se encargaría del registro de los casos y su información.

 

UN VIRUS REBELDE

 

 

El médico consideró “probablemente el virus tuvo una mutación”, por enfermar a personas inmunizadas, de lo que se dio cuenta a las autoridades sanitarias de la provincia y la nación, así como del escaso resultado de las medidas adoptadas a nivel local.

“Seguimos trabajando como lo habíamos dispuesto, se está terminando de controlar todas las escuelas, el hospital tiene su personal vacunado, y en los centros de salud municipales se hizo mucho hincapié en la importancia del reposo y el aislamiento de las personas enfermas, así como en las prevenciones de no compartir la bombilla, no tomar del mismo vaso o del pico de la botella. En lo que va del año no hemos tenido las complicaciones que tuvimos antes, como la orquitis (inflamación de uno o ambos testículos) y pancreatitis aguda. Pero el brote está presente”.

 

 

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