Tras una cumbre urgente para decidir cuál será la réplica al ataque iraní, el gabinete de guerra de Israel advirtió el domingo por la noche que el choque con Irán, ahora en grave escalada, “no terminó”, pese a los mensajes en ese sentido de Teherán, que da por cerrado este capítulo. La decisión final sin embargo no se resolverá en un día, afirman los analistas. Existe, además, una decisiva presión a la contención por parte de Estados Unidos.
La potencia persa defiende que actuó en reacción a la destrucción por la fuerza aérea israelí de su sede diplomática en Damasco -es decir, legalmente su territorio- y advirtió al gobierno de Benjamín Netanyahu que evite reaccionar militarmente y “no hacer más tonterías”, según sostuvo. Antes había indicado como “suficiente” el bombardeo que calibró con horas de aviso previo para, aparentemente, facilitar la defensa de su adversario y con comunicaciones vía Turquía con EE.UU. señalando que sería un golpe limitado. En esa línea el presidente Joe Biden le reclamó a Israel que responda con una acción diplomática.
“El caso puede considerarse cerrado”, anunció la misión iraní ante la ONU en un mensaje publicado tres horas después del lanzamiento de unos tres centenares de drones y misiles que Israel y sus aliados derribaron casi en su totalidad. No hubo víctimas fatales, salvo una niña herida por un trozo de proyectil golpeado por las antiaéreas. Tampoco daños importantes.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió que cualquier acción “imprudente” de Israel y sus aliados conducirá a una “respuesta más fuerte” de la República Islámica. El jefe del Estado Mayor persa indicó que las autoridades iraníes habían “enviado un mensaje a Washington advirtiendo que, si cooperaban con Israel para sus posibles próximas acciones, sus bases ya no serán seguras”. Los contactos entre EE.UU. fueron confirmados este domingo por la Casa Blanca.
Los embajadores de Israel e Irán ante la ONU cruzaron acusaciones en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.Los embajadores de Israel e Irán ante la ONU cruzaron acusaciones en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.
Después del ataque, las autoridades israelíes no revelaron sus intenciones, pero antes no habían descartado la posibilidad de golpear en territorio iraní, probablemente apuntando a instalaciones militares o nucleares, según estimaron los expertos.
“Por el momento no tengo intención de añadir más detalles al respecto”, interrumpió por la tarde el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, cuando se le preguntó sobre los próximos pasos. Durante la noche del sábado, con el ataque aún en curso, fue decisiva una conversación telefónica de 25 minutos entre Netanyahu y Biden, mientras algunos ministros del gabinete de guerra israelí reclamaban una reacción militar inmediata contra Irán.
Biden reclamó moderación a su interlocutor, que había sido reprendido varias veces por la conducción muy cuestionada de la guerra en Gaza, advirtiéndole de que Washington no apoyaría un contraataque. Israel había señalado el sábado que cualquier acción posterior solo se haría acompañada de sus aliados.
El ataque de Irán a Israel
Biden indicó al mandatario israelí que “piense cuidadosamente” sobre cualquier escalada. “No queremos que esto se intensifique”, afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby a la cadena NBC. “No buscamos una guerra más amplia con Irán”, agregó. Señaló que Netanyahu estaba “muy consciente” de los sentimientos de Biden.
Los comentarios fueron reforzados por una fuente del gobierno norteamericano que sostuvo que “no seremos parte de ninguna respuesta que hagan… No nos imaginaríamos participando en tal acto”.
Washington, el mayor proveedor militar de Israel, también ha presionado para que se ponga fin al conflicto en Gaza. Apoyó con su abstención una resolución de la ONU que ordena un alto el fuego para facilitar el ingreso de víveres al enclave y negociar la devolución de más de un centenar de rehenes tomados en el asalto terrorista sobre Israel el 7 de octubre que disparó el conflicto. Hay fuerte cuestionamiento en Israel y en el exterior sobre el manejo de esa guerra y señalamientos de un desvío político de las acciones de Netanyahu.
La pregunta entonces para Biden, que se enfrenta a una dura batalla de reelección contra Donald Trump en noviembre, es qué pasaría si Netanyahu sigue adelante de todos modos, como hizo en Gaza.
“Le pone en una situación muy difícil”, dijo a la AFP Colin Clarke, director de investigación del Soufan Group. “Creo que sospecha de los motivos de Netanyahu en este caso… que está intentando ampliar la guerra a toda la región para desviar la atención de lo mal que le está yendo en la guerra en Gaza”, agregó.
El cálculo de Washington parece ser que Irán también consiguió lo que quería, con una demostración de fuerza en represalia por el ataque en Damasco. “Sin embargo, me temo que el ‘status quo’ durará poco”, afirmó James Ryan, director ejecutivo del Middle East Research and Information Project, advirtiendo de una “peligrosa espiral”.
Kirby también enfatizó que las negociaciones entre Hamas e Israel sobre una tregua aún están en curso. “No consideramos que la diplomacia esté muerta”, afirmó. Hamas e Israel se acusan mutuamente de boicotear las negociaciones.
El Mossad, el servicio de inteligencia israelí, dijo este domingo que el grupo fundamentalista pro iraní había rechazado el último plan de tregua puesto sobre la mesa la semana pasada en El Cairo.