La ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof se reunieron para empezar a definir la estrategia electoral del espacio de cara a los comicios bonaerenses. Es el segundo contacto de la semana, después de cinco meses sin hablarse.
«Se conformará un grupo integrado por representantes de los diferentes espacios para intentar construir una estrategia que confluya en listas conjuntas», fue lo único que informaron.
Este jueves al mediodía trascendió que se encontrarían, pero horas más tarde desde ambos sectores negaron que hayan tenido un encuentro. Recién entrada la noche se llevó a cabo el encuentro.
La ex presidente busca redoblar la presión sobre el gobernador en su apuesta por acelerar la unidad de todo el PJ en Provincia para dar la pelea electoral y, además, avanzar en la definición de los candidatos que disputarán los comicios del próximo 7 de septiembre. Los tiempos corren: el cierre de alianzas es el 9 de julio y las listas deben presentarse el 19 de julio.
Inicialmente trascendió que el encuentro entre Cristina y Kicillof estaba previsto para el mediodía y que se realizaría sin intermediarios, según fuentes vinculadas a uno de los dos sectores. Incluso se deslizó que la ex presidenta había citado a Kicillof a su casa ubicada en el barrio porteño de Constitución. Desde temprano la zona estuvo repleta de custodios y agentes de seguridad.
Sin embargo, desde el entorno del gobernador rechazaron haber participado de la reunión y destacaron que Kicillof cumplió su agenda en La Plata en un acto por la inauguración de una plaza junto al intendente local, Julio Alak, ceremonia que tuvo lugar a las 11 de la mañana. Después mantuvo reuniones con ministros e intendentes en la sede de la gobernación.
Entre voceros partidarios, no obstante, se insistió en que Cristina y Kicillof iban a verse en los próximos días. «Hay una intención de mantener una charla cara a cara, se conversó», admitió ante la consulta de Clarin un referente K.
Cerca de Kicillof reconocían la presión que recibieron para concretar el encuentro y no lo descartan pero aseguraban que la fecha no estaba confirmada.
Mientras tanto, el mandatario también está presionado por los intendentes que se la jugaron por él para encarar un proyecto nuevo y se niegan rotundamente a acordar ahora con La Cámpora.
Es el segundo contacto entre ambos luego de pasar más de cinco meses sin hablarse en medio de una interna feroz entre la agrupación de Máximo Kirchner y el gobernador.
La idea de una conversación cara a cara se empezó a gestar el martes, luego de que Cristina Kirchner decidiera llamar por teléfono al gobernador tras anunciar su candidatura como diputada provincial.
La ex presidenta busca armar un bloque de unidad para intentar pelear en las elecciones legislativas tanto provinciales como nacionales. Para competir eligió la tercera sección electoral, la más populosa y la más peronista.
Los únicos que pueden impedir que se presente son los jueces de la Corte Suprema que tiene en su poder la sentencia definitiva sobre la causa Vialidad, en la que Cristina fue condenada en segunda instancia a 6 años de prisión e inhabilidad para presentarse a elecciones.
Como la Corte no tiene fecha para expedirse, existen distintas interpretaciones sobre desde cuándo empezaría a tener fueros. Si bien algunos constitucionalistas plantean que es desde que su candidatura queda oficializada -esto sería el 19 de julio- lo cierto es que la Constitución de la Provincia estipula que corren a partir del día de la elección: sería el 7 de septiembre.
«Los senadores y diputados gozarán de completa inmunidad en su persona desde el día de su elección hasta el día en que cese su mandato, y no podrán ser detenidos por ninguna autoridad sino en caso de ser sorprendidos en la ejecución flagrante de algún crimen, dándose inmediatamente cuenta a la Cámara respectiva, con la información sum aria del hecho, para que resuelva lo que corresponda, según el caso, sobre la inmunidad personal», sentencia el artículo 97.
Sin mencionar su situación judicial, Cristina plantea la necesidad de un frente electoral ante el temor de una dura derrota en la Provincia, un bastión donde el kirchnerismo logró hacerse fuerte pero que hoy se ve amenazado por La Libertad Avanza, que ya arma un acuerdo electoral con el PRO para pelear en las elecciones de septiembre y octubre.
En la entrevista que dio el lunes pasado en el canal C5N, la ex mandataria ya había adelantado su preocupación por la pelea electoral y sostuvo que había riesgos de que el peronismo perdiera la Provincia. Incluso planteó que si perdía en las elecciones del 7 de septiembre era impensado ganar en las nacionales de octubre.
Fuente: Clarín