Un proyecto de ley presentado en la Cámara Baja de Entre Ríos propone un plan de salvataje para el sector agropecuario, en serio riesgo por la crisis que atraviesa. “La propuesta es producto de las innumerables peticiones que el sector agropecuario le ha hecho llegar a este gobierno, y en virtud de los reclamos que me han transmitido desde todas las entidades del campo”, afirmó a AIM la autora de la iniciativa, Emma Bargagna.
En los fundamentos, a los que accedió esta Agencia, Bargagna recordó que “las causas graves del clima de crisis que enfrentan hoy los productores entrerrianos debe buscarse en el gobierno nacional”, aunque aclaró que “las políticas territoriales también afectan y coadyuvan a empujar a la ruina a los productores del campo”.
Bargagna recordó que los números deficitarios, la baja rentabilidad y la tendencia a la disminución de las fuentes de producción y a la producción misma de granos, citrus, leche y carne, han sido puestas en conocimiento del gobernador, Sergio Urribarri, del ministro de la Producción, Roberto Schunk, y del director de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (Ater), Marceo Casaretto, en múltiples oportunidades aunque “no se ha querido oír. El campo ha sido el mejor aportante a las políticas de este gobierno. Sin el dinero que el campo ha provisto a lo largo de estos ocho años ninguna política populista podría haberse concretado. Fundamentalmente no hubieran podido mantenerse los subsidios, en su mayor medida dirigidos a sostener el macrocefálico Gran Buenos Aires, que define las elecciones nacionales: subsidios al transporte público de pasajeros, subsidios al gas natural, subsidios al consumo de electricidad, …y así se siguió, hasta afectar gravemente las condiciones de producción que son las que han permitido y todavía permiten su existencia”.
La socialista advirtió que, año tras año, odiados y maltratados, vilipendiados e ignorados, atropellados y desconocidos por el gobierno nacional y sus réplicas, los gobiernos locales, los pequeños y medianos productores del campo, fundamento principal del origen de la inmensa masa de dinero utilizada para los subsidios y la corrupción, por cuyas venas el país perdió miles y miles de oportunidades, el modelo de gestión kirchnerista se sostuvo y fue realizable.
Hoy ese modelo está en crisis. En una crisis terminal en la que salta a la vista la concentración de poder y propiedades por la desaparición de más de 60.000 pequeños y medianos productores del campo y, consecuentemente, la imposibilidad de continuar con políticas populistas que se van desnudando día tras día como irrealizables o inalcanzables.
COOPERATIVAS EN RUINA
La legisladora explicó que “podríamos analizar esta situación provincia por provincia. Negar esa realidad u ocultarla es una necedad. Todos sabemos cómo están nuestros productores. Hay que acudir a los bancos, a los proveedores de insumos agrícolas, a las veterinarias, a las cooperativas y preguntar qué pasa”.
Lo primero que muestran los gerentes de las cooperativas son las carpetas en rojo, por falta de pago de productores familiares, medianos y chicos, cuya encerrona es tal que muchos comienzan a tomar el camino de vender sus bienes para emigrar a pueblos y ciudades.
Otros -los contratistas- han dejado de renovar sus arrendamientos y, por obra y gracia de este proceso -si no se produce un urgente cambio- se transformarán en los nuevos parias del Siglo XXI, engrosando la lista de los marginales sin destino de la decadencia de las ciudades, también predestinadas a la economía informal de la droga y al crecimiento del estado paralelo de los narcos.
Pregunte el que quiera cual es el “pasivo” de productores en las cuentas corrientes en rojo de cooperativas, proveedores, arrendadores, transportistas. Y sabrá que esto que estamos expresando, desde la lacerante condición de entrerrianía, es la vergüenza y la imputación más grande que le cabe a este gobierno, por haber dado la espalda a los que trabajan y a los que producen.
Debido a esta situación de extrema gravedad, “la Legislatura de la provincia debe considerar su representación popular y su condición de caja de resonancia de las demandas de la sociedad, recuperando el rol protagónico que la hora nos exige”.
LA PROPUESTA
En este orden, -y sin perjuicio de que se trata solamente de “aspirinas” para un cuerpo y que la solución debe venir en primer lugar del gobierno nacional-, Bargagna propuso una serie de urgentes medidas adecuadas a la situación de emergencia que atraviesan los pequeños y medianos productores del campo, tendientes a traer alivio y permitir un respiro que posibilite su evolución mientras se produzca la indispensable corrección de macroeconomías, proceso de más lenta respuesta.
