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Dos personas terminaron en el hospital tras un enfrentamiento a balazos, golpes y machetazos

Dos vecinos que mantienen diferencias desde hace un tiempo se enfrentaron a balazos, machetazos y golpes, situación a la que se sumó más gente. Ambas personas terminaron en el hospital.

Un brutal enfrentamiento se produjo el sábado en horas de la noche, en el barrio Circunvalación, en el cordón periférico de la zona este de Paraná.

Según las primeras versiones, la violencia estalló entre dos vecinos de calles 27 de Noviembre y Castañeda.

Ambas personas venían manteniendo una ríspida relación y de acuerdo a los comentarios extraoficiales, faltaba solo un roce para que estallara la bronca, que de inmediato se transformó en violencia física.

Los protagonistas de esta historia de sangre son José Ramón García, de 50 años, y Juan José Arquiel, de 28.

Ambos viven en la misma vecindad y, al parecer, el sábado a la noche, García salió de su casa rumbo a un kiosco que estaría ubicado cerca de la casa de los Arquiel, o al menos tenía que pasar por la casa de ellos antes de llegar al negocio.

Algunas versiones cuentan que alguien allegado a la familia Arquiel habría sido acusada de haber sustraído pertenencias de los García tiempo atrás, algunos hablaban de una bicicleta, otros de una hormigonera, pero lo cierto es que también se dice que García esperaba el momento en que el roce con un Arquiel hiciera estallar un enfrentamiento.

A esta conclusión se llegó luego de que tras el encontronazo del sábado, comentan que García habría sacado de entre sus ropas una pistola calibre 22 largo, con la cual le disparó a Juan Arquiel, impactándolo en el pecho.

Esto habría generado la inmediata reacción de parientes del baleado, quienes se fueron encima de García, propinándole golpes y un brutal machetazo en la cabeza que lo dejó malherido.

Incluso, en plena riña, también empezó a participar la esposa de García, quien al ver a su marido en el suelo, alcanzó a sacarle el cargador a la pistola. Según fuentes policiales, el arma le fue arrebatada a la mujer por Arquiel, quien, asustado por la herida de bala en su pecho, corrió a la casa de un amigo, en calle López Jordán, a pedirle desesperadamente que lo lleve al Hospital San Martín.

Pueden decir algunos que quizá no era su hora, y los más creyentes pensar en un milagro, pero lo cierto es que el esternón puso fin a la trayectoria que la bala tenía directo al corazón del lesionado, quien tras algunas curaciones pudo ser dado de alta y derivado finalmente a la Alcaidía de Tribunales.

Por su parte, García llevó la peor parte, ya que el machetazo en la cabeza le habría producido una fractura de cráneo que lo mantiene aún internado en observación.

Hasta poco antes de la medianoche, la zona era una romería de vecinos, entre patrulleros y funcionarios que trataban de conseguir testimonios del hecho. En los primeros minutos posteriores al incidente, muchos pensaban que García no llegaría vivo al hospital, tras presenciar el momento en que recibía los golpes y el brutal machetazo en la cabeza.

Vecinos de barrio Circunvalación se quejaron porque le solicitaron insistentemente al personal policial que querían tomar contacto con el fiscal de turno, ya que “hemos dado a conocer algunos problemas con cierta gente del barrio a la Policía y se tuvo que llegar a este punto que muchos sabían que tarde o temprano iba a pasar”.

 

 

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