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Ejercicio de catársis editorial – Por Emiliano Damonte Taborda

Si, vuelven los ejercicios de catársis editorial, esos en los que uno, que es un advenedizo en el periodismo, busca entre tanta confusión y sinvergüenza suelto aferrarse a las pocas certezas que le quedan.

Hoja escrita a mano
La búsqueda de indicadores que permitan entender lo que está verdaderamente sucediendo

Hay unos que me cuentan que estamos viviendo el milagro argentino y que nos salvaron del 17.000 por ciento de inflación; tengo otros que lloran porque Milei está rompiendo todo, y son los mismos que bastardearon la institucionalidad, afanaron (algunos condenados), abusaron, usaron el clientelismo como doctrina electoral, empobrecieron a la gente y dejaron al país de rodillas, justo acá donde estamos ahora. La tentación de mandar a todo el mundo a pasear es importante, y quién me lee habitualmente sabe que estoy siendo elegante.

El tema entonces es buscar indicadores que te permitan hacer una lectura válida de la realidad, porque el relato, lejos de haber mermado, se ha potenciado. La existencia de un relato se ve validada por su opuesto, mejor todavía si este si es opuesto solo en detalles pero es idéntico en mecanismos. Sostener el relato opuesto es un excelente validador. Si yo salgo a los gritos por la calle diciendo que “SI”, pasaré por loco, a menos que aparezca algún otro gritando “NO”. 

Es obvio que esto se desarma preguntándonos: “Si, qué?” o “No, qué?”. Pero esa pregunta se evita abrumando a la opinión pública con slogans ocurrentes y post verdades. Lo importante es que nadie se ponga a pensar mucho, que no se surja el espíritu crítico, que no se pregunten “Por qué?” o mucho peor “Para qué?”. Importante instalar falsas preguntas, como cuando Kicillof ponía en duda que la emisión generara inflación. Kici no es un iluminado pero es economista, y aprendió en el taller de ingreso a Económicas que la emisión genera inflación. Algo así como el 17.000 por ciento del que nos salvó el Gobierno de Milei, según el mismo Milei en su discurso de asunción. Nunca nadie entendió cómo había llegado a esa cifra, pero ya todos la han olvidado, y hoy pocos se animarían a preguntar por la composición de ese número del diablo, the number of the beast. 

Bajan los signos vitales

Baja la inflación, es cierto, y no dejamos de celebrarlo, pero no podemos soslayar el hecho de que lo hace en una economía planchada, con el consumo en niveles bajísimos (70% de los argentinos redujeron sus salidas a comer afuera, por citar un número que le encantaba al kirchnerismo), con el campo ahogado en retenciones como siempre, con la producción Industrial (PyME y de la otra) en niveles bajísimos, con el empleo estancado. !Si encima tuvieramos un repunte de la inflación seríamos la tierra de Añoralgias! (recomiendo escuchar el famoso tema de Les Luthiers). La actividad bajó en marzo un 1,8%, ese es un número. Salimos a buscar los dólares que la gente tiene encanutados, necesitamos dólares porque no producimos, porque no generamos riqueza, porque tenemos las reservas netas negativas (hace mil).

Que atropello a la razón…

Todo es verso, es relato, es avivada. Adorni es un poco más que Concejal, pero festejó como si hubiera sido ungido Emperador, Santoro festejó la derrota del PRO, Mauricio Macri se fue a Europa en un vuelo privado, Larreta casi termina festejando en el Obelisco su banca en la legislatura. Arriba del 3% todo se festeja, eso habla de fragmentación,y de un espíritu deportivo que celebramos junto con la baja de la inflación.  Ni una pizca de sentido común. Milei no saluda a su vicepresidente, tampoco saluda a Jorge Macri, y todo está calculado. Lali Espósito es el rival vicario que el Gobierno pone en lugar de una Cristina a la que no termina de liquidar porque la necesita ahí, enfrente, gritando lo contrario, para no pasar por loco. Voltearon Ficha Limpia, pero el enemigo es el periodismo ensobrado, que es el que investigó y denunció todos los casos de corrupción resonantes de las últimas décadas, todas las causas que terminaron en condenas fueron señaladas y mantenidas con vida por lustros gracias al laburo del periodismo.

Que falta nos hace Lanata hoy. 

Salutación

Aturdidos, así estamos. Por eso hoy más que nunca amici miei, incomodidad, espíritu crítico, acidez estomacal, que se les rompa el sillón, el banquito o la reposera (siendo invierno que se les vuele el poncho), les auguro dolor de ancas e inflamación del ciático para que no se queden tranquilamente sentados en los miedos del pasado, los relatos del presente y las promesas del futuro, y más que nunca: solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón. 

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